Un análisis de las estadísticas de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) desde 2020 y lo que va del 2025 revela un claro causante de los postes dañados en la red eléctrica de esa empresa: conductores que pierden de vista el camino.
Ejemplos de este patrón en los datos incluyen lo ocurrido el lunes por la noche, cuando un furgón de carga se trajo al suelo ocho de estas estructuras en Curridabat. Al día siguiente, otro poste fue impactado en ese sector de Curridabat por una colisión reportada frente al restaurante Balcón del Marisco, que también involucró a un tráiler.
El impacto vehicular contra las estructuras es el principal detonante de interrupciones en el servicio, llevando a la CNFL a intensificar sus esfuerzos para que los responsables asuman los costos.
Según los datos de la CNFL, 111 postes han sufrido daños en lo que va del 2025 incluidos los nueve afectados entre lunes y martes en Curridabat.
Además, la CNFL registró 263 en el 2024 y el pico de 282 en el 2023. Durante el 2022, la cantidad dañada ascendió a 239, mientras que, en el 2021 y el 2020, fueron 151 y 108, respectivamente.
Esos 111 postes, en lo que va del 2025, equivale al 42% de los derribados el año anterior.
Sin embargo, la categoría “por vehículo” continúa siendo la causa predominante de daños a esa infraestructura.
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Este 2025, 72 postes han sido derribados por vehículos, lo que representa la mayor parte de los incidentes (fueron 124 por esa causa en 2024 y 141 de 2023). En 2022 lo mismo: 118 ese año. Mismo patrón en 2021 y 2020 con 92 y 79; respectivamente.
Durante esos años, las colisiones persisten significativamente altas y reflejan la vulnerabilidad de la red ante estos incidentes cuando la ruptura de postes conduce a la caída y arrastre de tramos del cableado, lo cual genera cortes de luz y horas de espera por las labores de reparación.
Además, también quedan interrumpidos servicios de telecomunicaciones cuyo cableado va sobre los postes. Incluso si vuelve el fluido eléctrico, la afectación puede seguir a nivel de líneas de Internet fijas de diversos proveedores.
Las “causas naturales” (fuertes vientos, lluvias, inundaciones, sismos u otras) dañaron 118 postes en 2023 y en 2024 afectaron a 109. Este año, solo hay 21 incidentes por esa causa reportados hasta la fecha.
Responsabilidad y recuperación de costos
Ante esta problemática, la CNFL indicó que toda persona que colisione contra un poste de electricidad y le cause un daño, debe hacerse responsable por los costos de la reparación, independientemente de si tuvo o no la culpa en el accidente.
Para agilizar la recuperación de estos montos económicos y reducir los tiempos de los procesos judiciales, la Compañía busca un acercamiento preliminar con el infractor por medio de asesoría jurídica empresarial.
Este enfoque tiene como objetivo reducir el tiempo de recuperación del dinero, ya que un proceso judicial podría extenderse hasta por dos años y medio.
Según Erick Esquivel Porras, director de Distribución de Energía, “dependiendo de la ubicación y la magnitud del incidente, la atención podría tardar entre 8 y 12 horas”.
En cuanto a los costos, Porras detalló que los costos por reparación de un único poste y las líneas de distribución promedia entre ¢1,3 y ¢1,7 millones, pero puede más según la extensión del daño.
Por el incidente este 24 de junio en Curridabat, la CNFL estima en ¢50 millones todo el costo de las reparaciones.
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