
Agentes de la Sección de Delitos contra el Fraude Informático del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron este miércoles una serie de tres allanamientos en la gran Área Metropolitana para desarticular una banda dedicada al plagio de información de tarjetas de crédito.
La operación, denominada Caso Wallet, busca poner fin a una estructura criminal que logró estafar más de ¢60 millones a decenas de víctimas. Las autoridades judiciales advirtieron que la investigación apenas está en sus etapas iniciales y que el número de afectados y el monto estafado podría ser mayor.
Si usted suministró información sensible de sus cuentas bancarias o tarjetas, tras recibir mensajes sobre supuestos canjes de puntos o retiros de paquetes de Correos, las autoridades recomiendan acercarse de inmediato a sus bancos para renovar las tarjetas y evitar que su información sea utilizada en nuevos fraudes.
El nombre de la operación, “Caso Wallet”, se debe al sofisticado método de estafa utilizado por los delincuentes, que se centraba en las billeteras digitales (wallets) de teléfonos inteligentes.
Según la Policía Judicial, la banda operaba de la siguiente manera:
Primero, enviaban mensajes de texto (SMS) de manera masiva a potenciales víctimas. Estos mensajes contenían un falso gancho, como la necesidad de actualizar la información para canjear puntos de una tarjeta bancaria o la solicitud de coordinar la entrega de un supuesto paquete de Correos de Costa Rica.
El mensaje incluía un link fraudulento. Al ingresar a este enlace, las víctimas eran dirigidas a un sitio en línea falso donde se les solicitaba ingresar su información personal de la tarjeta, incluyendo la clave y otros datos sensibles.
Esta táctica conocida como phishing engaña a las víctimas fingiendo ser una fuente confiable para obtener información confidencial como contraseñas, datos bancarios o dinero.
Una vez con los datos de las tarjetas de las víctimas en su poder, los sospechosos lograban ingresar la información de las tarjetas de esas personas en teléfonos inteligentes para activarlas en aplicaciones de billetera digital (wallet).
A continuación, con los datos cargados en las billeteras digitales, los delincuentes realizaban compras rápidas y de alto valor en grandes comercios. Se concentraban en la adquisición de licor, cigarrillos, aparatos electrónicos como teléfonos inteligentes y tabletas.
Según la OIJ, los sistemas de prevención de fraudes bancarios detectaron a principios de julio transacciones fraudulentas por medio de las billeteras digitales de clientes con tarjetas de crédito.
Gran parte de estas compras se efectuaron en comercios propiedad de ciudadanos de origen oriental.