
Un hombre de apellidos González López, de 29 años, detenido la mañana de este martes, fue la última persona vista con el vehículo de la empresaria Ligia Zulema Faerron Jiménez, de 53 años, quien permanece desaparecida desde el 26 de setiembre. Ya las autoridades lo que buscan es un cadáver.
Así lo confirmó este martes el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga.
El automóvil de la mujer fue hallado casi una semana después de que se reportara la desaparición de la empresaria. El vehículo estaba completamente despedazado, pues, en apariencia, volcó cerca de las instalaciones del hotel El Tucano, en La Marina de la Palmera de San Carlos, y poco después fue vendido en un taller de repuestos en Santa Rita de la Palmera.
Fuentes vinculadas con la investigación informaron a La Nación que el vehículo fue comprado por la repuestera en ¢400.000. En ese momento, los investigadores seguían la pista de la persona que lo llevó hasta ese negocio para venderlo.
De acuerdo con las pesquisas, González López tenía una relación de cercanía con Faerron y, tras su detención, la mañana de este martes, se le vio colaborando con agentes judiciales en una finca ubicada en Javillos de Florencia, San Carlos, donde buscan el cuerpo sin vida de la empresaria.
