
Los medios europeos The Guardian (Reino Unido) y El País (España) reportaron la muerte del costarricense Randall Gamboa, quien falleció luego de ser deportado en condiciones críticas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
Según el medio británico, la muerte de Gamboa ha llevado a su familia y simpatizantes a denunciar negligencia y trato inhumano.
The Guardian destacó la travesía de Gamboa y las dificultades que enfrentó su familia para hallarlo, tras haber viajado a Estados Unidos y ser detenido por el ICE.
Además, relatan que la familia del costarricense “ha intentado presionar al Gobierno de Costa Rica para que exija respuestas a sus homólogos estadounidenses”.
“La familia Gamboa declaró a El País que tienen la impresión de que el Gobierno costarricense se muestra reacio a involucrarse más allá de lo estrictamente necesario”, cita el medio británico.
La Cancillería explicó el 27 de octubre que continuará realizando “todos los esfuerzos necesarios” para esclarecer las circunstancias en que se produjo su detención y posterior traslado a Costa Rica.
El medio británico expuso que, “inicialmente, el gobierno de (Donald) Trump insistió en que su política de mano dura contra la inmigración se centraría en los delincuentes violentos. Sin embargo, datos gubernamentales publicados en septiembre mostraron que los inmigrantes sin antecedentes penales constituían el grupo más numeroso en centros de detención del ICE”.
Según The Guardian, un portavoz del gobierno de Donald Trump sostuvo en un comunicado que el tratamiento médico que recibió Gamboa antes de su muerte fue mejor que el que muchos inmigrantes “han recibido en toda su vida”.
Ese medio también destacó que el expresidente costarricense y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias Sánchez, expresó su apoyo a la familia de Gamboa.
Detención
Randall Gamboa, de 52 años, se había ido a Estados Unidos a trabajar. Antes de emprender su viaje, Gamboa laboraba operando maquinaria pesada en la Municipalidad de Pérez Zeledón.

Viajó al país norteamericano para trabajar en su área de especialización, en busca de mejores oportunidades; sin embargo, el generaleño, de 52 años, fue capturado el 27 de diciembre de 2024 por agentes de ICE.
El 12 de junio, sus familiares tuvieron contacto con él por última vez mediante una videollamada. Pasaron los meses y no supieron más; a principios de agosto, una abogada contratada por la familia lo encontró en un hospital en Texas.
La hermana de Gamboa, Greidy Mata Esquivel, explicó a La Nación cómo fue encontrado: “Nos dijo (la abogada) que estaba en un estado vegetativo y muy grave, pero las autoridades no nos lo querían devolver, nos lo negaban”.
El 3 de setiembre, la administración de Donald Trump deportó a Gamboa en un vuelo pagado por Estados Unidos. Desde entonces, estaba internado en el Hospital Escalante Pradilla, de Pérez Zeledón.
“Si él hubiera estado recibiendo atención médica allá, podría ser que comprendamos que los deterioros de salud se dan, pero la suciedad, el abandono, el desaseo, la deshidratación, la desnutrición, las úlceras, el olor que traía mi hermano era de una persona en abandono“, dijo la hermana de Gamboa.
”No me pueden decir que recibió la atención médica que merecía cuando su estado evidenciaba un maltrato inimaginable e imperdonable”, detalló.
Mata había explicado, el pasado 24 de octubre, el delicado estado de salud de Gamboa: “Randitall está muy, muy, muy mal. Está muy delicado. (...) Es un dolor que no puedo ni explicar. Duele donde el dolor no sabía que podía llegar. Solo estamos esperando que Dios haga su obra de misericordia y él deje de sufrir”.
Gamboa falleció el domingo 26 de octubre, según publicó su familia en redes sociales.
