
En apenas dos años, un hombre de apellidos Ortiz Rosas, vecino de Birrisito, en Paraíso de Cartago, habría movido cerca de ¢100 millones derivados de las ventas de marihuana hidropónica, marihuana importada de Colombia y la producción de droga sintética que, en apariencia, sería cocaína rosada, también conocida como tusi.
Ortiz es catalogado por las autoridades judiciales como el presunto cabecilla de una organización desarticulada este lunes en la madrugada durante 13 allanamientos simultáneos del caso conocido como Condominio 8, desarrollados en Cartago, Limón y Heredia.
El subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, explicó que las ganancias producto de la ilícita actividad se canalizaron hacia actividades comerciales y adquisiciones recientes. Entre ella, una llantera en Ochomogo que servía como fachada para justificar flujos de efectivo y transacciones bancarias, mientras que la casa allanada en Birrisito, presuntamente la adquirió Ortiz Rosas hace poco y funcionaba como centro de producción y mezcla de sustancias.
“Este tipo de distribución de drogas genera ganancias importantes que invertían en algún tipo de negocio, como la llantera, pero también en casas recién adquiridas, vehículos y demás”, detalló Soto, sobre la causa que se empezó a investigar en el 2023.

Dentro de la vivienda, en Birrisito, los agentes hallaron un laboratorio de marihuana hidropónica con equipos de iluminación, control de temperatura y agroquímicos, además de un cuarto habilitado como mixer donde se mezclaban cocaína, ketamina, cafeína y colorantes para fabricar un cóctel altamente adictivo, vendido como tusi.
Soto precisó que “la estructura se orientaba principalmente a la distribución de marihuana en la provincia, pero también operaba en Limón, donde en el sector de Los Cocos se localizaron 600 paquetes de marihuana de origen colombiano.
Los paquetes estaban rotulados con una imagen de un Jaguar, distintivo de los autos de lujo del mismo nombre. Estos sellos funcionan como garantía de origen. “Es como un sello de garantía para el receptor, en el sentido que la droga que salió de Colombia es la misma que llega al país”, indicó el subdirector de la Policía Judicial.
En ese sitio cayó un sujeto de apellidos Leiva Arias, vinculado con la organización de los Hondureños o la H. En total, 14 personas quedaron detenidas.
El grupo también incursionó en los préstamos gota a gota, una práctica común entre redes delictivas para colocar dinero en circulación y obtener retornos rápidos. “Tenemos referencia de los préstamos gota a gota, al tener flujo de efectivo importante, lo colocaban en diferentes áreas y una era esa”, indicó Soto.
No obstante, Soto indicó que, de momento, no han recibido denuncias de personas que pudieran haber sido víctimas de cobros extorsivos, lo cual es muy habitual en ese tipo de créditos abusivos.
Testaferros y una vida nómada
Las autoridades detectaron movimientos bancarios relevantes y uso de testaferros para dispersar el dinero entre familiares y allegados del cabecilla. Esa estrategia les permitía infiltrar capitales dentro del sistema financiero nacional.
La vivienda en Birrisito fue clave para rastrear la ruta del dinero y la producción de sustancias ilegales, Soto precisó que el modo de operar consistía en mudarse de condominio en condominio (el caso lleva ese nombre porque la organización pasó por 8 condominios antes de ser desarticulada), para mantener discreción y dificultar la investigación. “Creen que al estar en condominios tienen privacidad, pero es algo que estamos viendo con regularidad”, advirtió.
Las autoridades consideran que, de haber seguido operando, la estructura habría expandido su red de testaferros, bienes de alto perfil y locales comerciales. “Era un grupo de pocos años, quizás con poca experiencia en legitimación, pero probablemente iba a ir creciendo”, concluyó Soto.
Durante los allanamientos de logró el decomiso de
- 4 millones de colones en efectivo
- Mil dólares estadounidenses
- Seis vehículos
- Un cuadraciclo
- Varias libras de aparente droga tipo marihuana
- Diferentes drogas sintéticas (pastillas de éxtasis y ketamina)
- Dosis de supuesta cocaína empaquetada para su distribución
- 615 paquetes de aparente droga tipo cocaína
- 11 armas de fuego (pistolas y revólveres)
- Un arma AK-47
- 720 municiones calibre 7.62
Además, se anotó una propiedad en el Registro Nacional.
