Una banda sospechosa de lavar dinero mediante ventas de lotería legal y clandestina tenía cientos de millones de colones en una caja fuerte decomisada este jueves en los allanamientos simultáneos en la zona norte del país.
Este viernes, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) precisó que el conteo del dinero asciende a ¢362.719.275 y $32.468 (¢16,1 millones) que, se presumen, eran derivados de la comercialización de loterías.
Poco después de los allanamientos en Guatuso, La Fortuna, Ciudad Quesada y Los Chiles, el subdirector interino del OIJ, Vladimir Muñoz, detalló que se había encontrado una “cantidad considerable de dinero” en una caja fuerte, pero hasta entonces no se había completado el conteo. En las imágenes se podían ver muchísimos fajos de billetes de diferentes denominaciones en bolsas plásticas de colores.

Además del efectivo, las autoridades se incautaron de cuatro maquinarias pesadas, una embarcación, 29 vehículos, 12 teléfonos celulares, 14 computadoras, un rifle, tres fusiles y dos pistolas y una reducida cantidad de joyas.
Lo decomisado incluye artículos que habían sido reportados como robados, entre ellos, 19 pantallas de televisión, 45 botellas de whiskey, 96 botellas de ron y 34 bolsas de leche en polvo.
Ante consultas de La Nación, el Instituto Costarricense sobre Drogas, encargado de tutelar los bienes decomisados, confirmó que ya tenía bajo su custodia 23 vehículos. Entre ellos, autos livianos: dos Toyota Yaris, Suzuki Jimny y Toyota Prius y una moto BMW S1000RR.
Así como automotores de alta gama de marca Toyota: Tundra, Fortuner, 4Runner y Sequioia. Cinco Land Rover, incluidos un Defender, un Evoque y un Range. Un Ford Bronco y un GMC Hummer.
También un tráiler Freightliner, dos camiones Isuzu NRR e Hino, un tractor Caterpillar y tres vehículos Can-Am, conocidos como mulas o buggy.
Para el almacenaje y custodia de estos bienes, el IDC posee varias bodegas en diferentes localidades del país.

Lavado de dinero ilícito
De acuerdo con la información conocida hasta ahora, la organización criminal del Caso Tómbola logró tejer una red de hasta 200 puntos para venta de lotería en la zona norte del país y en Alajuelita, donde contaban con un colaborador, lo que le permitió consolidar una operación millonaria que en los últimos años experimentó un crecimiento acelerado en bienes, propiedades y vehículos de lujo.
Además de las ventas legales y clandestinas, tenían dos ventas de vehículos de lujo en San Rafael de Escazú, una licorera con facturación millonaria, una librería, propiedades, maquinaria agrícola y una empresa constructora, todo lo cual sirvió para justificar ingresos desproporcionados y legitimar fondos de origen ilícito.
De momento, se desconoce la procedencia de ese dinero, reconoció el OIJ.
El jueves quedaron detenidos ocho sospechosos y otros nueve serán llamados a declarar en los próximos días, como presuntos implicados en el caso, entre ellos, tres funcionarios bancarios y un empleado de la Junta de Protección Social.
Un décimo sospechoso murió durante una balacera ocurrida este jueves en Guatuso, cuando parte de los implicados intentaban huir de los allanamientos.
En el vehículo en el que murieron esta persona y un guardaespaldas, también viajaba el cabecilla de la organización, de apellidos Mora Durán, de 45 años, quien resultó ileso.
Además del cabecilla de apellido Mora, hay otros dos hombres detenidos de apellidos Durán, de 62 años y Salas, de 30. Así como cinco mujeres apellidadas: Durán (64 años), Acuña (43 y 51), Mora (24) y López, de 43 años.
Seis de los detenidos son parte de un mismo grupo familiar, explicó la Policía Judicial.