
En los últimos días, Costa Rica ha sentido los efectos indirectos del huracán Melissa, los cuales comienzan a disminuir; sin embargo, las lluvias provocaron inundaciones en Puntarenas, Guanacaste y la zona sur del país.
Debido a las fuertes lluvias de este martes, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) habilitó siete albergues temporales en Puerto Jiménez, Corredores, Santa Cruz y Cóbano, para el resguardo de 186 personas.
El presidente de la CNE, Alejandro Picado, explicó que, aunque el tiempo ha mejorado, los niveles de inundación se mantienen elevados en varios sectores, por lo que los albergues seguirán activos mientras persista la afectación.
Solo entre la noche de este martes y la madrugada de este miércoles, la CNE atendió 321 incidentes, la mayoría en la vertiente del Pacífico. La provincia más golpeada fue Guanacaste, especialmente los cantones de Santa Cruz, Nicoya y Nandayure.

En Nandayure, el río San Pablo se desbordó y afectó unas 30 viviendas, mientras que la escuela de Esterones, en Sámara, también sufrió daños, según informó La Nación.
En la zona sur, los mayores impactos se registraron en los cantones de Osa, Puerto Jiménez, Corredores, Golfito y Coto Brus, donde los comités municipales de emergencia continúan atendiendo las necesidades de las familias afectadas, indicó Picado.
En Coto 45, en el cantón de Corredores, las lluvias ya disminuyeron y el nivel del agua empezó a bajar; no obstante, hay viviendas y terrenos inundados, de acuerdo con reportes del comunicador Freddy Parrales de Colosal Informa.
La CNE informó que este miércoles iniciará evaluaciones en las comunidades con daños para elaborar un plan de asistencia humanitaria y determinar las pérdidas en viviendas e infraestructura.
