
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) aún no puede afirmar si el hombre detenido esta semana en la frontera norte está relacionado con el asesinato de Mauren Molina, de 60 años, y Antonio “Toño” Badilla, de 75, ocurrido en su vivienda y restaurante en Finca Lajas de Alajuelita.
Así lo confirmó este jueves el subdirector de la Policía Judicial, Michael Soto, quien detalló que la investigación apenas entra en una fase clave de análisis técnico–científico.
Soto insistió en que, aunque existen elementos que generan sospecha sobre el individuo apellidado Mairena, nicaragüense de 28 años, no hay evidencia contundente que lo vincule con el doble homicidio.
El sujeto fue localizado gracias a información ciudadana en un punto no habilitado para tránsito migratorio en Sarapiquí, luego de desaparecer de la zona donde está el negocio Finca Lajas donde Toño tras los hechos, comportamiento que alertó a vecinos y autoridades.
“Son elementos de análisis, de sospecha, pero no de vínculo certero con la escena del crimen. En este momento no podemos asegurar que esté vinculado al 100%, ni tampoco descartarlo”, afirmó Soto.
El subdirector explicó que las características del lugar donde ocurrió el asesinato —una zona montañosa, aislada y sin cámaras o testigos directos— obligan al OIJ a apoyarse casi por completo en la evidencia científica.
LEA MÁS: Asesinato de pareja en Alajuelita: OIJ investiga varias hipótesis para resolver el caso
“Tenemos que recurrir a la técnica: ADN, principio de transferencia. Una persona que estuvo allí deja elementos en la escena. Esos exámenes no son fáciles ni rápidos”, señaló.
El sospechoso fue trasladado este jueves a Ciencias Forenses, por instrucción del Ministerio Público, para la extracción de muestras corporales y de sangre.
Su ropa y otros posibles objetos también serán sometidos a peritajes para determinar si existió contacto con la escena del crimen.
Soto añadió que los agentes aún procesan evidencia recogida en la vivienda de la pareja, continúan con entrevistas a vecinos y personas del entorno y revisan posibles vínculos telefónicos o digitales que puedan aportar indicios.

Vecinos lo señalaron, pero falta confirmación
La alerta inicial sobre Mairena surgió directamente de los residentes de Finca Lajas Donde Toño, quienes lo mencionaron como posible sospechoso debido a que habría abandonado la zona repentinamente tras el crimen.
Además, en apariencia, él o su pareja habrían trabajado en algún momento para las víctimas. No obstante, Soto reiteró que estos datos solo orientan, pero no determinan su responsabilidad.
“Muchos vecinos afirman que su actitud fue sospechosa, pero necesitamos corroborar todo eso técnicamente”, señaló.
Sobre el móvil, Soto confirmó que del análisis preliminar de la escena se presume la sustracción de dinero u objetos, pero aclaró que el dato sigue bajo verificación.
El doble crimen no muestra indicios de ataque sexual ni de una venganza directa.
El uso de arma blanca y las posiciones en que fueron hallados los cuerpos sugieren que las víctimas conocían a su agresor.
Según la inspección, Molina y Badilla ya estaban levantados y preparando alimentos cuando fueron atacados, lo que refuerza esa hipótesis.
Esta pareja era propietaria del restaurante Finca Lajas Donde Toño, muy querido por vecinos y visitantes. Fueron hallados sin vida dentro de su hogar el pasado fin de semana por una allegada que acostumbraba visitarlos para desayunar.
La pareja, apreciada en la comunidad y sin antecedentes legales, fue atacada con un arma blanca en un hecho que conmocionó a Alajuelita.
Soto precisó que el caso sigue en una etapa preliminar y que el análisis técnico será decisivo para vincular o descartar al detenido.
“Este tipo de casos se resuelven con ciencia. Estamos acelerando todo lo posible, pero el proceso apenas inicia”, concluyó.
