
El asesinato de Kenner Eduardo González Ramos, alias Picudo, fue uno de los seis casos reportados, este fin de semana, por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Este hombre era reconocido por ser el cabecilla de un presunto grupo delictivo de La Carpio, en el distrito Uruca, conocido como “Los Picudos”, el cual tenía disputas con otra aparente organización criminal denominada como “Los Cucas”, detalló la Policía Judicial.
Alias Picudo fue atacado cuando viajaba en un vehículo 4x4, frente al centro comercial Plaza Uruka. Allí, dos sicarios, quienes viajaban en una motocicleta, abrieron fuego contra el auto, el cual impactaron en al menos 24 ocasiones.
De inmediato, en el mismo automotor, el hombre de 32 años fue llevado a emergencias del Hospital México, donde murió poco después de su ingreso.
El OIJ confirmó que se trató de un ataque relacionado con disputas por territorios para la venta de drogas en La Carpio.
“Por la situación geográfica de La Carpio, que tiene una sola entrada y es un lugar bastante populoso, en el mismo interior hay disputas. Ellos dividen el territorio por paradas: la primera, la segunda, la tercera y la cuarta, así como en la Cueva del Sapo y Las Gradas.
”Ahí hay grupos que se han ido posicionado en uno u otro territorio y en este caso, es una disputa entre Los Cucas y Los Picudos”, detalló el subdirector del OIJ, Michael Soto.
La muerte de este cabecilla ocurrió 15 días después del asesinato de José Garbanzo Rodríguez, alias Mufasa, otro presunto líder criminal, quien fue abatido junto a Kenneth Sanabria Salas, conocido como Chuta.
Ambos supuestamente estaban relacionados con un grupo criminal en Pavas, denominado Los Coqueros. A Garbanzo también se le asociaba con la banda de los Myrie, de los barrios del sur de San José.
El criminólogo Erick Villalba explicó que cada vez que una organización golpea a otra con la que tiene conflictos, ocurre una reacción inmediata en busca de venganza.
“Esto en aras de no dejar pasar este asesinato en el tiempo, sino de desquitarse automáticamente. En el momento en que se logra asesinar a alguien clave de la organización, se acomoda la estructura y, como único objetivo, busca asesinar a quien mató a uno de sus líderes para devolverle lo que les hicieron.
”Cuando se sufre una baja, ya se sabe quién va a ocupar el puesto y la primera orden que da el nuevo líder es: ‘Asesinen al que asesinó’”, puntualizó Villalba.
El homicidio de alias Picudo es uno de los 583 casos que reporta el OIJ hasta este lunes 1.° de setiembre. Dos menos que en el mismo periodo del año pasado. San José, Limón y Puntarenas son las provincias que registran más casos con 195, 121 y 85 respectivamente, les sigue Alajuela (64), Guanacaste (55), Cartago (39) y Heredia (24).