La tarde del lunes, fuertes ráfagas se desataron en el centro de San José. Acompañadas de un intenso aguacero, ocasionaron el desprendimiento de los ventanales del edificio América, situado 300 metros al oeste de la Asamblea Legislativa, frente al antiguo restaurante Chelles.
Tras el colapso de parte de la estructura, los escombros de vidrio y metal cayeron sobre vehículos que pasaban. Nadie resultó herido, pero un elemento llamó la atención. Aunque un negocio opera en el primer planta del edificio, los cinco pisos superiores están completamente vacíos. Así han permanecido por más de una década y, de acuerdo con el Cuerpo de Bomberos, los años de desuso podrían haber influido en el colapso de la fachada.
Uri Rudelman, abogado y administrador del inmueble, rechazó “enfáticamente” que la edificación esté en mal estado. Aseveró que la estructura cedió por la fuerza del viento, que habría desprendido el techo “incluso del edificio más nuevo”.
A su vez, confirmó que las plantas superiores del inmueble están en desuso. Pese a que el edificio forma parte del plan piloto de repoblación de la Municipalidad de San José, Rudelman dijo que la regulación actual, así como la falta de disposición de las autoridades, impiden llenar los pisos.
Según dijo, implementar los cambios exigidos por la normativa vigente para edificios exige grandes cantidades de dinero y la ciudad no ofrece suficientes garantías de rentabilidad. La inversión sería de cientos de miles de dólares, dijo.
“Aquí exigen y todo es blanco o negro; entonces. se dificulta mucho (...). Esto no es un problema de este edificio, esto es un problema de más de 100 edificios. Mientras las autoridades no muestren disposición para buscar la forma de repoblar el centro de San José, va a ser difícil”, comentó.
Recogerá escombros, aunque alega que no le toca
Tras el colapso de los ventanales, la Municipalidad de San José se apersonó al sitio para inspeccionar la edificación y los daños ocasionados en los alrededores.
Roy Allan Jiménez, arquitecto de la gerencia de Gestión Municipal, comunicó que el municipio notificó al propietario del inmueble para que proceda a asegurar la estructura y, de esa forma, se garantice la seguridad de los peatones y vehículos que transitan por la zona.
Asimismo, se le solicitó hacer las reparaciones de la fachada, responsabilizarse por los daños causados a terceros y hacerse cargo de la limpieza de escombros.
Consultado sobre las disposiciones del ayuntamiento, Rudelman afirmó que cuenta con 15 días para tomar las medidas y que se encargará de recoger los escombros, pese a que no le toca.
“Eso es fuerza mayor, eso le corresponde a la Municipalidad”, dijo.
El administrador agregó que hace lo posible por resolver el problema y que la fachada fue asegurada, por ahora, “hasta donde se puede”.
“Si usted me hubiera dicho ayer en la mañana que esto podría pasar, no me lo hubiera imaginado”, concluyó.
El América es uno de los 204 edificios que están total o parcialmente desocupados, según un conteo de la Municipalidad de San José, en los cuatro distritos del cantón Central, como consecuencia de un vaciamiento de la capital de más de dos décadas.
El problema podía ser mayor. La Escuela de Arquitectura y Urbanismo del Instituto Tecnológico de Costa Rica contabilizó, en mayo, al menos 441 edificios en ese estado.
Rudelman indicó que es necesario un compromiso por parte de las autoridades para invertir en seguridad, a fin de que los habitantes se sientan seguros en la zona céntrica. Asimismo, señaló la urgencia de habilitar estacionamientos y facilidad para acceder al centro.
“Tenemos que tener seguridad de que lo que vayamos a hacer va a ser sostenible en el tiempo, porque es muy fácil cobrar impuestos y uno es el que lleva la carga, porque las propiedades están vacías”, dijo.
Riesgo de plantas sin uso
Rolando Leiva, especialista en protección contra incendios del Cuerpo de Bomberos, acudió la mañana de este martes a inspeccionar la zona y explicó que se trata de una edificación tipo muro cortina, con un único panel que recorre toda la fachada.
La construcción, detalló, es común y suele ser segura. Sin embargo, en este caso, los años de desuso pudieron haber debilitado la fachada hasta provocar que cediera, expuso. “Al ser una única cortina alrededor del edificio, cuando falla un tramo, normalmente culmina en una zona más grande afectada”, señaló.
Leiva agregó que la Municipalidad mantiene reportes de edificios altos en desuso y que el Cuerpo de Bomberos trabaja de cerca con el ayuntamiento para inspeccionar aquellos que podrían representar un riesgo para los transeúntes, por colapso o incendio.
Este medio envió consultas a la Municipalidad la mañana de este martes para conocer los edificios con alerta, sin recibir respuesta al cierre de esta edición.