
Desde hace dos meses, Luis Ortiz vive junto con su pareja sentimental y sus tres hijos, de siete, cinco y cuatro años, en una vivienda alquilada en Cervantes de Alvarado, en Cartago. La vida allí les resultaba tranquila, hasta que la mañana del viernes 4 de junio un estruendo los alertó de algo grave.
“Escuchamos algo muy fuerte, pero fue algo, principalmente, como en el techo. Parecía que algo grande había caído en el techo, no entendíamos qué era; fue un sonido muy extraño”.
Por esa razón, la compañera de Luis salió de su casa hacia la calle principal para observar qué pasó y ahí se llevó la sorpresa: un camión cargado con madera se quedó sin frenos y arrastró un automóvil y un camión repartidor, al punto de matar a cuatro personas y destruir dos locales comerciales.
LEA MÁS: (Video) Camión sin frenos causa triple choque donde mueren cuatro personas
Justo detrás de esos negocios afectados hay dos casas: la de esta pareja y la de otra familia que tiene un niño de un año de edad.
Esa cercanía con el sitio del suceso le permitió a Luis ayudar al único sobreviviente de ese mortal accidente:
“El muchacho (Brandy Castro Barrantes, de 21 años y quien viajaba en el camión repartidor) pegaba gritos, estaba pidiendo ayuda. Ya para ese momento, había gente, había vecinos a la par de él, pero no lo ayudaban, lo que hacían eran sacar fotos. Ellos no lo ayudaban porque decían que esperáramos a que llegara la ambulancia, que ellos eran los que sabían cómo hacer.

”Pero el muchacho estaba desesperado buscando salir de las latas retorcidas del camión. Él buscaba salir por el techo, pero por ahí no se podía obviamente y más bien se estaba lastimando más. Ahí fue cuando yo me metí por la ventana, le jalé los pies y lo saqué a como pude.
”Cuando ya lo tenía agarrado, otro muchacho me ayudó a terminar de sacarlo de la zona y, por dicha, lo logramos poner en la acera. Pero él gritaba por ayuda, estaba demasiado asustado y traumado. Gritaba que le dolía el pie, el hombro y el cuello”.
Luis narró que una vez que ya habían logrado rescatarlo de entre las latas, lo intentaron acostar sobre la acera: “para que esté estable, pensaba yo, pero él se levantó solo, caminó un poco y se sentó en otro lado. Al poco tiempo lo atendieron los de Cruz Roja y se lo llevaron”.
Actualmente, Brandy Castro se recupera en su casa, luego de que el mismo viernes le dieran de alta en el hospital Max Peralta, en Cartago, gracias a que se encontraba estable de salud.
LEA MÁS: Único sobreviviente de mortal choque en Cartago sale del hospital Max Peralta

‘Por los otros, no había nada que hacer’
Ortiz dijo que, una vez que logró sacar al sobreviviente, se devolvió para ver si podía ayudar a alguien más, puesto que para ese momento se desconocía hasta el número de víctimas.
Volvió al camión repartidor y observó al conductor Luis Diego Godínez Badilla. “Ya por él no había nada que hacer, estaba muerto. Son imágenes que duelen, claro”, apuntó.
Entonces, cuando supo que Godínez estaba fallecido, continuó con su búsqueda, sin tener mayores frutos.
“Supe que tanto el conductor del vehículo liviano (Miguel Araya Paniagua, panadero de 65 años) como los ocupantes del camión cargado con madera (José Delfino Cubillo Castrillo y Leidy Yahaira Valencia Serrano, de 60 y 37 años, respectivamente) también habían muerto.
“Yo a ellos no los vi, pero sí supe que murieron de inmediato. El golpe fue demasiado fuerte y estando ahí uno escucha cosas demasiado fuertes de lo que les pasó producto del impacto”, lamentó.
Al saber que ya no había nadie a quien ayudar, Ortiz tomó rumbo a su casa y ahí fue cuando vio a lo lejos que lo que cayó en el techo de la casa de él y en la de su vecino fueron un par de baldosas. Pese a eso, en esas viviendas, nadie resultó herido.
Claramente el saber que los suyos no se vieron afectados le da consuelo a Ortiz, él solo se pregunta ahora: “¿Cómo olvida uno que cuatro personas sufrieron y murieron aquí?”.