Hasta el pasado viernes 17 de octubre, Costa Rica contabilizaba 447 personas fallecidas, in situ, en accidentes de tránsito. Un promedio fatídico de 48 víctimas mortales por mes.
Si la tendencia se mantiene, el país podría cerrar el año con 577 muertos por atropellos, vuelcos o colisiones. Sería el tercer año consecutivo por encima de las 500 víctimas mortales y el año más fatídico desde 1994, cuando el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) empezó a llevar estadísticas mensuales.
El salto por encima de los 500 fallecidos ocurrió en el 2023, cuando se registraron 528, según el recuento del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi). Luego bajó a 513 el año pasado y el 2025 más bien podría acercarse a las 600 fatalidades. Además, las estadísticas podrían duplicarse cuando se consideran las personas que fallecen camino a un hospital o en el mismo centro hospitalario.
Desafortunadamente, los números empeoran conforme se avecina el pago de aguinaldos y las festividades de Navidad, cuando hay más dinero en las calles, más actividades nocturnas, fiestas y consumo de licor.
Durante el año, el peor mes fue marzo, con 73 fallecidos. No existe, en el último sexenio, un mes con más víctimas mortales, el más cercano fue diciembre del 2023, con 70.
Tras la destitución del director de la Policía de Tránsito, Oswaldo Miranda, desde el 11 de setiembre pasado y ante la ausencia de un sustituto, el MOPT indicó que las preguntas sobre este tema las atendería el viceministro Carlos Ávila. Al cierre de este reportaje, las mismas continuaban en trámite.
También se le pidió criterio a Martín Sánchez, subdirector de ese cuerpo policial, pero no respondió las consultas que se le enviaron.

Vidas truncadas
Del total de fallecidos en las carreteras, prácticamente la mitad son conductores o pasajeros de motocicletas.
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Según los análisis realizados por el Cosevi, divulgados por La Nación este mismo año, la mayoría de víctimas de accidentes de tránsito en moto son hombres de entre 19 y 39 años, muchos de ellos en zonas rurales y de baja escolaridad.
Además, alrededor de un 50% de los conductores no tenían licencia y un porcentaje similar de las motos no estaban al día.
Otro de los aspectos destacados por ese ente, es que aunque se tienen estadísticas de más de 90% de uso de casco, se estima que solo el 60% de los choferes utiliza cascos homologados, es decir que cumplen con todas las normas de seguridad.
Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado domingo 12 de octubre en Ciudad Quesada, donde falleció el motociclista David Anchía Villalobos, de 31 años, quien viajaba hacia su primer día de trabajo en una cadena de comida rápida.
El accidente ocurrió alrededor de las 5:50 a. m. en un sitio conocido como Quebrada del Palo, en dirección hacia Aguas Zarcas, sobre la ruta 140. Al parecer, la invasión del carril por el que viajaba el motociclista provocó que este chocara contra un vehículo liviano.
Producto del golpe, Anchía salió expulsado de la vía y cayó a un guindo de aproximadamente 30 metros de profundidad. El fallecido era soltero y sin hijos. En apariencia, sus padres residen en Aguas Zarcas.

Persisten las causales
El exceso de velocidad fue la principal causa de muerte en el 2022, en el 2023 y en el 2024 y según los últimos reportes del MOPT, será la principal causa en el 2025.
La siguiente causa de fatalidades es la invasión del carril y la imprudencia del conductor y en cuarto lugar, el consumo de licor al volante.
“Seguimos siendo víctimas de las prisas, las imprudencias generadas en el deseo de llegar lo más pronto posible al destino, las consecuencias de levantarse tarde o de no planificar bien los tiempos, o la tentación de aumentar la velocidad al ver la carretera libre de otros vehículos”, había advertido a finales de setiembre Martín Sánchez.
Algunos de estos accidentes fatales se podrían prevenir con mejores hábitos de conducción, prudencia, respeto a las señales de tránsito, mejor infraestructura vial y más vigilancia en carreteras.
Desafortunadamente, sobre este último punto, la Policía de Tránsito cuenta, cada vez, con menos oficiales en carretera. La última cifra divulgada indicaba que hay entre 600 y 700 agentes para tres turnos diarios, pero se requieren al menos 1.300 para atender las necesidades del país.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Costa Rica tiene la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito más alta de los países que conforman esa entidad, con una tasa de casi 18 decesos por cada 100.000 habitantes.
