
Una niña de 12 años fue contactada a través de una amiga con una propuesta que parecía tentadora: le pagarían ¢250.000 por perder su virginidad. Lo que comenzó por mensajes de WhatsApp terminó con la menor siendo llevada hasta Guanacaste, a más de 200 kilómetros de su casa, para ser entregada a dos empresarios chinos que exigían menores vírgenes para encuentros sexuales.
Este es uno de los hechos que la Fiscalía Adjunta de Heredia investiga como parte del caso Salvando Niñas, que el 20 de octubre pasado desarticuló una red de trata de personas con fines de explotación sexual liderada por dos comerciantes de origen chino, quienes usaban a mujeres para que captaran menores de edad mediante redes sociales como Instagram y TikTok.
Tatiana Chaves, fiscala adjunta de Heredia, reveló a La Nación detalles del modus operandi de esta organización criminal que dejó al menos nueve víctimas, siete de ellas entre los 12 y 17 años y dos mayores de edad.
“Siempre hay una amiguita o una conocida que pone a la víctima en contacto con una tercera que es a su vez una captadora que tiene varios años de estar realizando esta actividad y entonces se encarga de ir expandiendo el negocio, por decirlo de alguna manera, de ir ampliando las niñas que puedan llegar a tener relaciones sexuales con estos depredadores o con estos sujetos que pagan por tener relaciones”, explicó Chaves.
Madre actuaba como proxeneta
En el caso de la niña de 12 años, la fiscala describe lo que considera “lo más grave” del modus operandi: que una adolescente de 17 años era una de las encargadas de reclutar a las jóvenes.
Según Chaves, esta menor utilizó a su mamá para que llamara a la madre de la niña de 12 años para decirle: “‘usted me la prestaría para ir a una fiestecita’ y así se hicieron pasar por amigas, que las conocen y entonces la señora dijo, ‘¡ah, qué bien!’, me está llamando la mamá de la amiguita y le entrega a su hija sin darse cuenta que en realidad la llevaban a una actividad de explotación sexual”, relató.
Esta mamá que fungió como presunta proxeneta, figura en la causa, y está presa por el delito de trata de personas, confirmó la fiscala.
La investigación reveló que la exigencia de virginidad era una constante entre los clientes chinos. “La menor investigada por reclutar a otras chicas les decía que no importaba que no fueran vírgenes, que fingieran, y les daba clases de cómo tenían que fingir para que los chinos creyeran que eran vírgenes, porque ellos decían que tenían que ser vírgenes, esa era la exigencia de los orientales”, detalló Chaves.
Cuando desarticularon la organización se dieron cuenta que había otras niñas que ya habían tenido relaciones sexuales con otros hombres, “pero sí son muy jóvenes, de 12, 13, 14 años”, agregó la fiscala.
Doble explotación y nuevos clientes
La fiscala reveló que las menores también se buscaban otros clientes por otro lado. “Ellas no solamente estaban teniendo relaciones con las que se ganaban ¢250.000 o ¢300.000, sino que también le vendían a otros hombres videos de contenido sexual en ¢10.000 o ¢20.000 y también llegaban a concretar relaciones sexuales con algunos de ellos”, señaló.
Con los orientales había toda una logística más grande, porque tenían que viajar de San José a Guanacaste, buscar quién llevara a las menores, alimentarlas y además les quitaban los teléfonos celulares. En cambio, en San José, “la menor se contactaba directamente con el cliente y el cliente la mandaba a traer por una aplicación de transporte y era más sencillo”, explicó.
La funcionaria agregó uno de los argumentos más fuertes para convencer a las ofendidas se relaciona con la recompensa económica a la que en corto tiempo tenían acceso las víctimas, “para una niña de 12 años, que usted le diga ¢250.000 o ¢300.000, es un montón de plata, ahí no hay coerción, no hay presión, ni amenaza, lo que hay es una debilidad en el tema de los valores, con ciertas vulnerabilidades, entonces por eso caen en la trampa de estos depredadores”, señaló Chaves.
La fiscala explica que muchas de estas víctimas son personas en riesgo social, que viven en pobreza. “A los 12 años una niña no tiene la madurez ni capacidad para adecuar su conducta de la mejor manera, hay carencia en los hogares, no son seguros, pero la necesidad de solventar distintas situaciones las expone estos peligros”, agregó.
El desconocimiento de sus derechos y de la importancia de defenderlos, como el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física, quedan relegados cuando las niñas son reclutadas por estos grupos delictivos, “no tienen esa comprensión sobre los peligros a los que se están enfrentando porque nada más ven el dinero que van a recibir”, manifestó la fiscala adjunta.

Peligros mortales
Chaves advierte sobre los riesgos a los que se exponen las víctimas. “Pueden desaparecer, pueden sacarlas del país, a una niña de 12 años la sacaron en un segundo del perímetro de su domicilio, se la llevaron a más de 200 kilómetros, hasta Guanacaste, o sea, están cerquísima de la frontera, a esa niña la pudieron sacar a otro país para continuar la explotación, venderla para realizar trabajos forzados, vender órganos, obligarlos a participar en el crimen organizado”, señaló.
Otro riesgo es la exposición a la violencia y al consumo de drogas. “A las niñas las llevaron hasta playas del Coco, ¿y qué tenían los chinos? cocaína, bodegas con vino, o sea, niñas de 12 años en ese ambiente se exponen a ser víctimas de violencia, caer en el consumo de las drogas”, advirtió la fiscala, quien además confirmó que en esta investigación se determinó que había armas de fuego.
También se exponen a adquirir enfermedades de transmisión sexual, quedar embarazadas, interrumpir su educación, “y al involucrarse con estas mafias se arriesgan a incurrir en algún hecho delictivo”, agregó.
Mariliana Morales, directora de la fundación Rahab que atiende a víctimas de explotación sexual comercial, confirma que el impacto es devastador. “A largo plazo, les afecta en no poder tener una relación de pareja normal y sana, normalmente tienen terrores nocturnos, ideaciones suicidas, falta de apetito, o puede ser bulimia o anorexia. Se desarrollan en ellas un montón de situaciones a nivel psicológico, padecen insomnio, tienen pesadillas, todo se convulsiona en su vida”, explicó Morales.
Pese a ese difícil panorama, Morales asegura que hay esperanza para las víctimas de este delito quienes quienes pueden salir de ese ciclo de violencia y abusos, “pero con atención, solas no pueden, hemos atendido mujeres de 60, 70 o más años, que solitas no pudieron y tienen que aprender a vivir con eso”, precisó la directora de la Fundación Rahab.
El caso Salvando Niñas, denominado así por las edades de las víctimas que no superaban los 16 años, terminó con 19 allanamientos en Playas del Coco, Filadelfia, San Ramón, Heredia, Cartago y San José. El Juzgado Penal de Heredia impuso seis meses de prisión preventiva a nueve presuntos miembros de la organización señalados como presuntos explotadores sexuales.
Los detenidos responden a los apellidos: Cen, Chengway, Montoya Membreño, Jara Hernández, Pérez Nicaragua, Portuguez Camacho, Fallas Villalobos y Ramírez Carballo. Las dos últimas son mujeres.
Además, con medidas distintas a la prisión, quedaron tres hombres apellidados: Brenes Vargas, Salgado Álvarez y Valverde Sánchez.
Tres menores de edad descuentan también una medida cautelar de internamiento mientras se resuelve su situación jurídica.

