
Al menos 212 personas fueron sorprendidas por guardaparques durante cuatro operativos realizados este año por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) en los volcanes Poás y Turrialba, informó este viernes el Ministro de Ambiente y Energía (Minae).
De las personas intervenidas, 112 recibieron órdenes administrativas por ingresar fuera de horarios permitidos o por rutas no autorizadas. En caso de reincidencia, los infractores podrían ser remitidos al Ministerio Público por el delito de desobediencia a la autoridad.
El ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, instó a la población a no ser parte de estas actividades comerciales clandestinas y alertó sobre las consecuencias mortales que puede tener ingresar a estas zonas sin permiso. “Las personas exponen por completo su seguridad sometiéndose a caminatas de alta dificultad y, eventualmente, a una posible erupción con consecuencias fatales”, afirmó.
Además, el Minae pidió a la Asamblea Legislativa acelerar la aprobación del proyecto de ley 22.878, que busca establecer multas a quienes incumplan las normativas en áreas protegidas. Esta legislación también sancionaría a operadores y personas que promocionen tours ilegales, una conducta que actualmente no es castigada por ley.
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Este tipo de ingresos irregulares conlleva un riesgo mayor para las personas en el Parque Nacional Volcán Poás, donde la actividad reciente ha incrementado los gases tóxicos, caída de ceniza y desprendimiento de rocas.
A pesar de esto, no han mermado las páginas en redes sociales que promueven tours ilegales, que exponen a los turistas a peligros sin ofrecer pólizas, equipos de seguridad ni autorizaciones oficiales.
Según datos del Sinac, Desde el 2018 1.074 personas han sido alcanzadas y prevenidas por guardaparques en el Volcán Poás.
El pico ocurrió en plena pandemia, en el 2020, año en que 324 personas fueron sorprendidas. Desde entonces los números han bajado cada año, pero Lourdes Villalta, encargada del Programa de Control y Protección del Parque Nacional Volcán Poás, explicó que eso no significa que haya menos intromisiones, sino que no se cuenta con el recurso necesario para vigilar toda la zona.