Ingredientes:
· 500 g de masa de maíz (la que venden empacada)
· 250 g de queso mozzarela rallado
· agua tibia, la necesaria
Preparación:
1. En un tazón grande, incorpore la harina y luego poco a poco el agua tibia, vaya mezclando bien hasta lograr una masa manejable. No debe quedar muy líquida ni muy dura, por eso, el agua debe agregarse poco a poco para que vaya midiendo la textura.
2. Una vez que logre la textura deseada, debe agregar el queso y mezclar nuevamente para que este quede bien distribuido por toda la masa. Nota; El queso se agrega casi al final del amasado.
3. Forme bolas del tamaño de una pequeña y luego la coloca sobre papel plástico y empiece a a aplastarlas y a darle vuelta con las manos para que queden redondas y con con un grosor parejo de 1 centímetro, aproximadamente. Los dedos deben quedar bien marcados sobre la superficie de cada tortilla mientras se palmean. Un secreto es no usar esas tablas que venden para tortillas, lo ideal es palmearlas pues quedan mejor con las manos.
4. En un sartén, preferiblemente antiadherente, incorpore aceite o manteca, una vez que esté caliente, coloque la tortilla.
5. Cuando está cocinada por un lado, con una toalla presione la tortilla contra el sartén, para que resalte mejor el queso. Haga lo mismo cuando la voltea.
Tip:
El secreto para que las tortillas se abomben un poco agregarla a la masa agua tibia, nunca fría.