Famosa por sus gelatos y su deliciosísima torta chilena, la cafetería y gelataría Da Noi se ha ganado el corazón –y el paladar– de los dulceros.
Esta empresa familiar fue creada en 2009 por Elena Barnabó y Marcello Polinaris, una pareja de jóvenes de origen italo costarricense. Ellos se educaron en la prestigiosa universidad del gelato Carpigiani, ubicada en Bologna, Italia, alcanzando el título de Master Gelato.
“Cada receta es desarrollada basada en las técnicas de nuestros bisabuelos, por ejemplo, el famoso helado de pistacho o avellanas es hecho desde cero en nuestro laboratorio donde hacemos una cuidadosa selección de las semillas, que se limpian y se muelen y se produce la base para preparar el gelato”, comentó Marcello Polinaris.
Además, es imposible aburrir el paladar con Da Noi pues cada dos meses renuevan su vitrina de helado siguiendo las tendencias del mercado o las frutas de temporada.
Los helados de fruta no tienen grasa y tienen menos porcentaje de azúcar. Para sus helados de crema han trabajado en una receta para disminuir también la cantidad de grasa, eliminando mantequilla y huevo, asegurando que contiene la menor cantidad de grasa del mercado, entre un 4 a un 7% en comparación con el estándar.
Otro secreto del buen sabor es que en Da Noi se trabaja con un sistema que se llama non stock lo que significa que el helado que cada cliente consume tiene un máximo de 48 horas de haber sido producido.
A las puertas de su casa
Atendiendo las medidas del Ministerio de Salud y complaciendo a los clientes, Da Noi implementó con su propio sistema de pedidos mediante el número de Whatsapp 8520-3030 o al teléfono 4083 2664.
Asimismo, trabajan con plataformas Uber Eats, Rappi y Glovo.
Los amantes de los helados pueden disfrutar de sus presentaciones de 1 kilo y ½ kilo, que van en un empaque isotérmico que permite mantener la textura perfecta.
Esto como una respuesta a la crisis que vive el país, por lo que además incorporaron nuevos platillos para compartir con la burbuja familiar.
“En la empresa contamos con un muy robusto programa de inocuidad alimentaria y esto lo reforzamos con los nuevos protocolos de lavado de manos, uso de alcohol, uso de tapabocas de todo el personal, limpieza profunda de mesas y áreas de uso de los clientes”, destacó su propietario.
Actualmente la empresa opera con el 100% de su personal, en una combinación de jornadas completas, jornadas reducidas y algunas suspensiones.
“Para nosotros en este momento lo más importante más que las utilidades es poder incrementar las ventas para poder reincorporar a nuestra gente y así que ellos puedan llevar el sustento a sus casas”, explicó Elena Barnabó.