El envejecer es algo que no se puede detener y hay que aceptarlo con gracia, además de aceptar que es parte de la vida empresarial. Llega el momento que, con la experiencia, se llega al término conocido como “senior” dentro del ámbito laboral.
Este término se conoce como aquella persona que cuenta con una vasta experiencia que le permite cumplir de manera correcta las tareas que se le otorgan, e incluso se le puede asignar más responsabilidades.
Las nuevas caras, al igual de jóvenes que entran en una empresa con nuevos pensamientos e ideas frescas es algo que no se puede detener, ya que, es parte de la vida laboral, sin embargo, la incertidumbre es grande, pero, Allan Loría, especialista en envejecimiento social, trae herramientas para mejorar la marca personal como senior.
Cumplir años debería ser un motivo de celebración para las personas, sin embargo, no siempre se celebra del mismo modo —incluso hay momentos en los que no se celebra— pues, para muchas personas, alcanzar determinada edad se convierte en un conflicto personal severo. Hombres y mujeres le temen al paso de los años, olvidando —tal vez— que es con los años con lo que se acumula experiencia y conocimiento.
— Allan Loría, Especialista en envejecimiento social
1. Cambia el discurso: no hay nada peor para las nuevas generaciones que escuchar a alguien diciendo siempre: “es que antes era mejor”, “antes hacíamos las cosas mejor”. Talvez, en algunas ocasiones tengas la razón, sin embargo, debes cambiar el discurso y ser más asertivo al momento de dar referencias históricas. Se más condescendiente con las ideas de los más jóvenes: recuerda que tú también fuiste joven y con ideas un poco fuera de lugar.
2. No siempre es mejor lo viejo conocido: los tiempos cambian y si bien lo que ya conocemos y nos funciona nos brinda confianza, recuerda que el cambio es la regla, no la excepción. Por lo tanto, abre tu mente a formas diferentes de hacer las cosas, a las nuevas tecnologías y ante todo busca actualizarte en todo lo referente a tu área de expertise.
3. Papá o Mamá solo hay una: es probable que te encuentres rodeado de compañeros de trabajo con menos edad, incluso algunos puedan tener la misma edad de tus hijos, lo cual puede ser muy tentador para empezar a regalar consejos. Sin embargo, recuerda que un consejo no pedido podría no cumplir el noble objetivo con el que nació y podría ser mal recibido. Evita sonar a la persona sabelotodo. Si deseas apoyar a tus compañeros más jóvenes hazlo con astucia, empatía y con inteligencia emocional. Espera que sean ellos los que te pidan el consejo o el apoyo.
4. Cuida tus palabras: revisa la forma en la que te expresas sobre tu edad, tu experiencia o de tus capacidades. Es lamentable escuchar a muchas personas en su etapa senior con expresiones como: “a mi edad ya no es lo mismo”; “ya estoy muy viejo para…”, “eso es tema de jóvenes”, “a mí no me ponga hacer eso, mejor ponga a alguien más joven”, “a mi edad nadie me va enseñar nada nuevo”. Este tipo de expresiones son el umbral del cementerio donde estás cavando tu tumba profesional.
Escucha cómo hablas y cambia rápidamente tus palabras, si te detectas frases como las anteriores, eso cambiará para bien hasta tu estado mental y obviamente afectará en positivo tu productividad y modificará la percepción de los que te rodean.
5. Los buenos clásicos no pierden vigencia: así como en el cine o la música, cuando una película o una canción es buena trasciende generaciones e incluso los artistas nuevos vuelven a interpretarlas y hasta hacen tributos a esa película, canción y/o artista.
No le tema a las mentes jóvenes, vealas como el futuro de la empresa y llévelas a lo largo del camino laboral sea igual de provechoso para que en un futuro se vuelva esa persona que como usted tiene mucha experiencia y es un gran profesional lleno de innovación y experiencia.