Existen distintos tipos de violencia que tienen una sola dirección, se ejerce para controlar o para degradar las acciones, los comportamientos, las creencias o las decisiones de la otra persona.
En el caso de la violencia psicológica se ejerce mediante manipulación, intimidación, amenazas, humillación, aislamiento o cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicológica, la autodeterminación o el desarrollo personal.
La violencia física, pone en riesgo o daña la integridad corporal de una persona.
Cuando hablamos de violencia sexual, nos referimos a que el ejercicio de la violencia implica que se obliga a la persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales. Aquí también puede ser que se use el chantaje, el soborno o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal.
La violencia patrimonial se da cuando mediante alguno de los medios descritos se provoca daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos económicos de la persona contra quien se ejerce.
Es importante reconocer estos tipo de violencia para denunciar y salir de una relación toxica y dañina. Estos cuatro tipos de violencia también se presentan como: violencia simbólica y explícita:
Violencia simbólica y explícita
Son explícitas el acoso callejero, los tocamientos, la violencia sexual, la violencia física, la violencia intra familiar. Luego vienen gradualmente otras significancias dentro de ese tipo de violencias que es la humillación, el menosprecio, la caracterización, incluso muchas veces del rol asignado a las mujeres y hay una violencia que es difusa que es la violencia simbólica.
No hay un elemento que sea explícito pero sí es una legitimación de lo que podríamos decir mensajes muy implícitos sobre roles asignados a las mujeres que tienen que ver con estereotipos y que refuerzan muchas veces relaciones de dominio y sumisión.
A veces esta característica en letras de las canciones que repetimos, en la industria del entretenimiento, la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres más allá de verla como un ser integral. La forma en que se establecen estas narrativas de la industria del entretenimiento, la música, los chistes, los refranes.
Que tiene que ver con esa deslegitimación y que hombres y mujeres las asumimos normalmente y nos reímos.
¿Por qué la degradación?
La punta del iceberg termina siendo la muerte de una mujer. Porque está sostenida sobre una serie de imágenes que repetimos, que vivimos, que somos bombardeados en las redes sociales, incluso mensajes que muchas veces que reproducen que la mujer no tiene derecho estar en el espacio público.
Estas violencias son las que se categorizan como violencia simbólica y está ligado al lenguaje, al humor, al control y a una serie de mensajes que tiene que ver con minimizar en igualdad de condiciones las oportunidades, las capacidades y las opciones que tenemos las mujeres para ocupar el espacio público.
En la era de la digitalización la transformación de las tecnologías y la comunicación. Debemos de tener muy clara esta degradación de conductas en términos de la participación activa de las mujeres y sobre todo para las niñas, los niños y las personas adolescentes que empiezan a ser conscientes de una ruptura donde las mujeres no tenemos un rol asignado por nuestra naturaleza de ser mujer.
Fuente: Marcela Guerrero Campos, Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU)
