
El rechinar de dientes en los niños, conocido como bruxismo infantil, es una de las razones más frecuentes de consulta en odontopediatría.
Aunque puede causar preocupación en madres y padres, se trata de un hábito común: entre el 15 % y el 33 % de los niños lo presenta en algún momento de su desarrollo, especialmente durante la etapa preescolar y los primeros años de crecimiento.
El bruxismo es un acto involuntario que consiste en apretar o rechinar los dientes. Puede ocurrir durante el día o, más frecuentemente, mientras el niño duerme. Muchas familias lo detectan por el sonido nocturno que emite el menor, pero hay otros indicios a los que conviene estar atentos: desgaste dental, sensibilidad, o molestias en la mandíbula y cara.
“El bruxismo en niños no debe alarmar a los padres, pero sí debe tomarse en serio. Un diagnóstico temprano permite evitar complicaciones como el desgaste dental o alteraciones en la mordida”, advierte la doctora Melissa Rojas, especialista en odontopediatría.
“Observar el comportamiento del niño, reducir los factores de estrés y fomentar una buena higiene del sueño son claves para manejar esta condición”.
¿Por qué ocurre?
Las causas del bruxismo infantil son diversas y pueden incluir:
- Estrés o ansiedad, a menudo por cambios en la rutina o tensiones familiares.
- Problemas de mordida (maloclusión).
- Etapas naturales del desarrollo, como la erupción de los dientes.
- Trastornos del sueño o respiratorios (apnea, rinitis).
- Factores neurológicos o genéticos.
- Exposición prolongada a pantallas, especialmente antes de dormir.
- Dieta rica en azúcar y pobre en nutrientes como calcio y magnesio.
Tratamiento y prevención
No hay una cura única, pero existen estrategias eficaces que varían según la causa y la severidad:
- Crear rutinas nocturnas relajantes y sin pantallas.
- Utilizar protectores bucales en casos de desgaste dental severo y dentición permanente.
- Coordinar con especialistas si existen trastornos médicos asociados.
- Mejorar la alimentación: menos azúcar y más alimentos ricos en calcio y magnesio (como vegetales verdes, lácteos y frutos secos).
Fuente:
Doctora Melissa Rojas, odontopediatra
Tel: 8341-1162