Un día frente al espejo se empezaron a notar, aparecieron si avisar… ¿son manchitas? Sí, y del tipo de melasma.
El melasma, también conocido como “la máscara del embarazo” aunque no siempre está relacionado con este, es una condición cutánea que afecta principalmente a mujeres mayores de 40 años. Caracterizado por manchas oscuras e irregulares en el rostro, suele ser motivo de preocupación estética y, en ocasiones, emocional. Este artículo abordará sus características, factores que lo agravan y recomendaciones para su cuidado. Para eso, la dermatóloga Cristina Hidalgo atendió las siguientes consultas de la Revista Perfil.
¿Qué es el melasma y en qué se diferencia de otras manchas?
El melasma es un tipo de hiperpigmentación crónica que se presenta como manchas marrones o grisáceas, principalmente en las mejillas, la frente, el puente de la nariz y el labio superior. Aunque se asemeja a otras manchas, como las de la edad o las ocasionadas por el sol, el melasma tiene una característica clave: está ligado a factores hormonales, la genética y la exposición a los rayos UV.
¿Cómo se pueden diferenciar de otros tipos de manchas?
- Manchas solares: Suelen ser más pequeñas, de bordes definidos y causadas exclusivamente por el sol.
- Manchas de la edad: Aparecen generalmente en áreas expuestas al sol y están relacionadas con el envejecimiento natural de la piel.
- Melasma: Tiene bordes irregulares y se asocia con cambios hormonales, como el embarazo, el uso de anticonceptivos o la menopausia.
¿Por qué surge el melasma después de los 40 años?
Aunque puede presentarse a cualquier edad, después de los 40 años la piel enfrenta cambios hormonales y metabólicos que lo hacen más probable. Algunos factores que influyen en su aparición son:
- Cambios hormonales.
- Exposición solar acumulada.
- Predisposición genética.
- Factores externos como el uso de productos cosméticos inadecuados.
¿Qué lo empeora y cómo se puede identificar?
- El melasma tiende a empeorar si no se toman las medidas adecuadas. Estos son los principales desencadenantes:
- Falta de protección solar.
- Estrés, ya que puede alterar el equilibrio hormonal y agravar la condición.
- Calor y sol. El vapor y el calor ambiental pueden intensificar las manchas.
- Uso incorrecto de productos como exfoliantes agresivos o tratamientos irritantes.
¿El melasma se cura?
El melasma es una condición crónica que, aunque no tiene cura definitiva, puede controlarse con un enfoque integral que incluye tratamientos dermatológicos, uso de cremas despigmentantes y cuidado diario, por ejemplo, protector solar, incluso en interiores.
¿Es recomendable cubrirlo con maquillaje?
Cubrir el melasma con maquillaje no está contraindicado, siempre y cuando se utilicen productos no comedogénicos y con ingredientes que no irriten la piel. Incluso, existen bases con factor de protección solar que pueden ser beneficiosas. Sin embargo, es crucial remover el maquillaje al final del día para evitar obstrucciones o irritaciones.