
La alimentación basada en plantas dejó de ser una moda pasajera para convertirse en una forma consciente de nutrirse y vivir.
Aunque muchos piensen que implica renunciar a sus comidas favoritas, lo cierto es que no es necesario volverse vegano para empezar a experimentar sus beneficios. De hecho, incorporar este tipo de dieta dos veces por semana ya puede marcar una diferencia positiva en la salud y el bienestar general.
En Costa Rica, cada vez más personas se suman a esta tendencia, no solo por su impacto en el cuerpo, sino también por su enfoque sostenible. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, legumbres y semillas ayuda a prevenir enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
“Una alimentación basada en plantas bien planificada cubre todos los nutrientes esenciales. Lo importante no es seguir una etiqueta, sino construir patrones alimentarios saludables y sostenibles”, explica la nutricionista y vegana Fiorella Herrera.
5 razones para empezar
Su corazón lo agradecerá. Este tipo de alimentación promueve la salud cardiovascular al reducir la inflamación, mejorar la función de los vasos sanguíneos y disminuir el colesterol.
Ayuda a controlar el peso. Las dietas basadas en plantas tienden a ser menos calóricas y más saciantes gracias a su alto contenido en fibra. Comer más frutas y vegetales puede ayudar a mantener un índice de masa corporal saludable.
Reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Los fitoquímicos presentes en los vegetales tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades como el cáncer o la diabetes.
Mejora la digestión. La fibra es clave para la salud intestinal. Favorece los movimientos regulares, nutre la microbiota y puede aliviar problemas como el estreñimiento.
Aporta nutrientes vitales. Este tipo de dieta es rica en antioxidantes, vitaminas, minerales y grasas saludables. El ácido fólico, el potasio, el magnesio y la vitamina C son solo algunos de los aliados naturales que ofrece una alimentación plant-based.

¿Cómo empezar?
Incorporar esta dieta no tiene por qué ser un cambio drástico. “Muchas personas cometen el error de eliminar alimentos sin sustituirlos adecuadamente. No se trata solo de dejar la carne o los lácteos, sino de aprender a reemplazarlos inteligentemente y con guía profesional”, señala la Dra. Herrera.
Una buena estrategia puede ser elegir uno o dos días a la semana para hacer de las plantas las protagonistas del plato.
No hay una única forma de alimentarse bien. Pero abrirle la puerta a una dieta más vegetal puede ser una de las decisiones más simples, sostenibles y amorosas con su salud. Porque al final, se trata de construir un estilo de vida que se sienta bien... por dentro y por fuera.

1. Mito: Una dieta basada en plantas es solo para veganos o vegetarianos estrictos.Verdad: No tiene que eliminar todos los alimentos de origen animal para beneficiarse de esta alimentación. Puede simplemente incorporar más alimentos vegetales en su dieta habitual, incluso un par de días a la semana.
2. Mito: No es posible obtener suficiente proteína sin carne.Verdad: Las legumbres, frutos secos, semillas, granos enteros, soya y productos como el tofu o el tempeh aportan proteínas de excelente calidad. Con una dieta bien planificada, no hay riesgo de deficiencia.
3. Mito: Comer basado en plantas es aburrido y monótono.Verdad: Al contrario, descubrirá una explosión de sabores y texturas con ingredientes como garbanzos, lentejas, curry, vegetales salteados, hummus, bowls coloridos, entre otros.
4. Mito: Este tipo de dieta no es adecuada para niños o personas mayores.Verdad: Una alimentación basada en plantas bien balanceada es segura para todas las etapas de la vida. Eso sí, debe ser guiada por un profesional para asegurar los nutrientes clave.
5. Mito: Las dietas plant-based son costosas.Verdad: Si bien algunos productos procesados pueden ser caros, las bases de esta dieta (arroz, frijoles, lentejas, frutas y verduras de temporada) son accesibles y nutritivas.
6. Mito: Requiere suplementos obligatorios.Verdad: Solo algunos nutrientes como la vitamina B12 podrían necesitar suplementación si se elimina por completo el consumo animal. En dietas flexibles o intermitentes, con buena planificación, no siempre es necesario.
7. Mito: No aporta suficiente energía para personas activas o deportistas.Verdad: Muchos atletas de alto rendimiento siguen dietas basadas en plantas. Lo importante es consumir suficientes calorías y variedad de alimentos para cubrir las necesidades energéticas.