El término ortorexia tiene que ver con irse al extremo de lo saludable y que eso según la ciencia, está lejos de ser bueno.

El deseo de comer bien puede convertirse en una obsesión peligrosa conocida como ortorexia. Este trastorno, aún poco conocido, se manifiesta como una preocupación extrema por consumir alimentos considerados “puros” o “saludables”, dejando de lado la flexibilidad y el disfrute en la alimentación. Si bien cuidar lo que comemos es importante, el exceso de control y rigidez puede desencadenar problemas de salud física, mental y social.
Quienes padecen ortorexia experimentan una preocupación obsesiva por comer “correctamente”, lo que puede llevarlos a evitar grupos completos de alimentos, limitar su dieta de manera extrema o planificar sus comidas de forma rígida y compulsiva.

Señales de alerta y síntomas
Identificar la ortorexia puede ser complicado, ya que comienza con hábitos aparentemente saludables. Sin embargo, estas señales pueden ser indicativas de un problema:
- Preocupación excesiva por la calidad de los alimentos (orgánicos, libres de pesticidas y sin aditivos).
- Sentimientos de culpa o ansiedad al comer algo que no consideran “saludable”.
- Evitar eventos sociales o actividades que involucren comida fuera de casa.
- Planificación obsesiva de las comidas y dedicación excesiva a leer etiquetas nutricionales.
- Pérdida de peso significativa debido a restricciones alimenticias extremas.
- Creer que ciertos alimentos son “peligrosos” para la salud sin evidencia médica que lo respalde.
- Vivir pendiente de las cantidades y las porciones que comen.
Un estudio publicado en la revista científica Eating and Weight Disorders en 2020, encontró que la ortorexia tiene una prevalencia más alta en personas que trabajan en áreas relacionadas con la salud y el bienestar, como nutricionistas, deportistas y profesionales del fitness. Esto sugiere que quienes están más expuestos a la información sobre alimentación saludable pueden ser más propensos a desarrollar este trastorno.
Consecuencias
Aunque inicialmente puede parecer que la ortorexia fomenta un estilo de vida saludable, las consecuencias pueden ser graves:
- Desnutrición y deficiencias: Al eliminar grupos alimenticios enteros, el cuerpo puede carecer de nutrientes esenciales.
- Aislamiento social: Las restricciones pueden limitar la participación en actividades sociales.
- · Impacto psicológico: Ansiedad, culpa y estrés relacionados con la comida afectan la salud mental.
- Problemas físicos: Baja energía, pérdida de peso extrema y alteraciones metabólicas.
Para la nutricionista Paola Carvajal, es importante mantener un equilibrio entre una alimentación saludable y una relación sana con los alimentos. Comer bien no significa obsesionarse, sino disfrutar de una dieta variada que nutra tanto el cuerpo como la mente. Si usted o alguien que conoce muestra señales de ortorexia, buscar ayuda profesional es el primer paso hacia una vida más saludable y plena.

Investigaciones del Journal of Behavioral Addictions señaló que las redes sociales pueden influir significativamente en el desarrollo de la ortorexia, ya que muchas plataformas fomentan estándares irreales de alimentación “perfecta” a través de influencias como los “fitfluencers”.
¿Cómo abordar la ortorexia?
El tratamiento suele requerir un enfoque interdisciplinario que involucre psicólogos, nutricionistas y, en algunos casos, psiquiatras. Estos son algunos pasos clave:
· Identificar la causa subyacente: Muchas veces la ortorexia está ligada a la ansiedad o el perfeccionismo.
· Fomentar la flexibilidad alimentaria: Recuperar el disfrute y la espontaneidad al comer.
· Evitar la autodiagnosis: Buscar ayuda profesional en lugar de intentar solucionar el problema por cuenta propia.
· Desconectar del perfeccionismo: Cuestionar las creencias rígidas en torno a la comida y desmitificar conceptos erróneos.