Pocas oportunidades ofrece la semana como la de descansar un domingo. Ojalá estar libre, en reposo por las jornadas ajetreadas, como lo hacía José Arturo Chacón el fin de semana pasado. Pero el barítono, que mucho quería dormir, no contaba con que su bonanza se esfumara para el almuerzo, tan pronto supo que había sido el elegido para cantarle a Bad Bunny.
El puertorriqueño recién había ofrecido dos conciertos masivos en San José, y a diferencia de otros artistas de su calibre, decidió pasear un domingo por la Costa Rica rural. Ese 7 de diciembre recorrió varios cafetales, degustó unas cuantas copas de vino e incluso se aireó con las aguas de un río; era natural que, para culminar su velada, quisiera escuchar música local.
Así llegó a oídos de Mariela Jiménez, representante de Grupo 31, la solicitud de preparar una amenidad para la última cena del Conejo Malo en suelo tico, antes de que partiera al siguiente destino de su efusiva gira internacional. Como solo una mánager sabe hacer, dobló y moldeó el tiempo para organizar, en cuestión de horas, un espectáculo confeccionado a la medida para uno de los astros más relucientes de la música moderna.
Lo menos complicado, relató Mariela a La Nación, fue seleccionar a José Arturo Chacón para que interpretara Noche inolvidable: un monólogo-concierto que viaja por Latinoamérica y explora cada textura de los boleros mexicanos y cubanos, los valses peruanos y los tangos, sin dejar rezagados a nuestros ritmos criollos.
“Cuando me sueltan la bomba, de que esto es para Bad Bunny, yo digo ‘¿Cómo? ¿No es cierto que él había cantado antenoche y anoche? ¡Por lo general esos artistas vienen, cantan y se van! Pero cuando ya era un hecho dije ‘ok, bueno, igual que siempre, todo es pensado con amor, con excelencia. Vamos a estar tranquilos y hacerlo con humildad’”, recordó a este diario el vocalista y Premio Nacional de Música 2018.
En apego a las medidas de seguridad, Mariela diseñó un formato pequeño, íntimo y ameno, con la certeza de que sus músicos podrían lucirse sin necesidad de ensayos adicionales. Tres canciones fueron acordadas por José Arturo Chacón, barítono, y Daniel Rojas, guitarrista.
“Yo que fui del amor ave de paso, yo que fui mariposa de mil flores; hoy siento la nostalgia de tus brazos, de aquellos tus ojazos, de aquellos tus amores”, recitaron con el primer tema, el vals peruano El andariego, frente a Benito Martínez Ocasio, quien también ha conducido a sus oyentes por una diáspora de romances.
La segunda obra, Adoro, de Armando Manzanero, abrió espacio para incorporar un poco más de México a la tertulia, con La Llorona. Ese tema, que relata una historia de hondura emocional, generó un silencio que para los músicos pareció interminable, aunque para Bad Bunny debió significar conmoción. Un aplauso rotundo quebró la angustia, seguido por la voz del boricua, quien interesado hasta preguntó por el compositor de la canción.
Ya listos para partir, los músicos costarricenses recibieron luz verde para interpretar un cuarto bolero y, antes de retirarse del escenario de Cothnejo Fishy, en barrio Amón, tocaron Sabor a mí.
Al ratito, recuerda José Arturo Chacón, los llamaron porque el intérprete de Debí tirar más fotos, en consonancia con la tónica del álbum, quería plasmar la velada en imágenes.
“Mientras nos tomábamos la última foto, él dijo: ‘¿Podrían cantar otra? No quiero incomodarlos, pero si se puede’. Yo le respondí que claro, que con mucho gusto, y cantamos Noche inolvidable”, rememoró el vocalista.
Ese bolero costarricense, compuesto por Ricardo Mora, marcó el cierre de una noche en la que el artista se mostró respetuoso ante cada matiz, del mismo modo en que valoró los paisajes naturales de nuestro país.
“Me parece maravilloso que podamos mostrar el arte al exterior, porque en Costa Rica hay demasiado talento (...). Creemos en que todos debemos de unirnos para proyectar, para compartir los éxitos de los otros”, sentenció la productora del evento, Mariela Jiménez.
Ahora, elogiados por la oportunidad, Grupo 31 busca atraer a un público local que, al igual que Bad Bunny, preste atención y se muestre cada vez más comprometido con el arte nacional. Pronto, llevarán Noche inolvidable a más escenarios y plataformas digitales.
