Un estudio reciente publicado por la Universidad Nacional (UNA) detectó que, por primera vez en la historia, el 49,8% de los costarricenses se consideran católicos. Este porcentaje es más bajo que el 52,5% detectado en 2018, no obstante, la variación está dentro del margen de error de 2,8%.
Lo que sí está claro para el obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, Manuel Eugenio Salazar, es que la Iglesia católica enfrenta un evidente desgaste. El clérigo, reconocido por ser un “obispo sin filtros”, habló con Revista Dominical sobre el estudio de la UNA, los errores de la Iglesia católica y lo que deben aprender de la Iglesia evangélica.
El integrante de la Conferencia Episcopal reconoció que la pérdida del público joven y el envejecimiento de la feligresía actual son algunos de los motivos del desgaste, aunque aclara que al cristianismo no le debe interesar la cantidad, sino la calidad de sus seguidores.
— El informe sobre valores y prácticas religiosas de la UNA, divulgado en febrero, encontró que el 50% de los costarricenses se consideran católicos, mientras que el 33% se consideran evangélicos. 16% son creyentes sin religión. ¿Qué le parecen esos hallazgos?
— Costa Rica es una democracia imperfecta, pero una democracia. La democracia es el poder del pueblo, el poder de la mayoría, y las estadísticas demuestran que en el pasado y en el presente, Costa Rica es mayoritariamente cristiana.
“Entre protestantes y católicos somos una mayoría creyente, y muchos que no se declaran católicos ni protestantes, sí se declaran creyentes en Dios. Hay una mayoría creyente en el país, por lo tanto, la ley de este país debe corresponder a los valores y principios cristianos.

“El Estado está al servicio del pueblo, y si nuestros valores son cristianos, el Estado en su ley debe refrendar la leyes cristianas (la Constitución Política especifica que la religión católica, apostólica y romana). Cuando Costa Rica deje de ser mayoritariamente cristiana, ya me quedaré más calladito y hablaré desde los derechos de la minoría, pero ahora somos mayoría.
“Ahora, claro, todo tiene un desgaste, y el catolicismo vienen desgastándose. Por influencia mundial, porque dejamos el mundo religioso de antes, ahora todo es diferente. Hay una descristianización, claro, estamos en otros tiempos. Pero no hay una caída libre.
“Al fin y al cabo, al cristianismo no le debe interesar la cantidad, sino la calidad. ¿Qué hacemos con muchos cristianos de nombre, si no son practicantes? Como dice el refrán, ‘no somos muchos, pero somos machos’. Es decir, aunque seamos pocos, pero verdaderos cristianos, es mejor a ser multitudes donde no practicamos el cristianismo.
“Así que, como Iglesia católica y como cristianismo, creo que no nos debe preocupar si algún día llegamos a ser una minoría numérica, porque lo que importante es la calidad, no la cantidad”.
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— La UNA encontró que solo uno de cada tres católicos va a misa todas las semanas. ¿Eso es normal, o es prueba del desgaste?
— No, no es normal. Una vez leí una estadística de que más o menos, en las parroquias con más asistencia del país, llegaba el 20% de la población, eso en las mejores. Desgraciadamente hay una pérdida de asistencia, repito, en parte por errores nuestros.
“Por ejemplo, yo fui muchas décadas sacerdote en San José y me dolía ver la ausencia de niños y jóvenes. Cuando me trasladaron a Guanacaste me alegró mucho ver en misa mayor presencia de niños y de jóvenes. Pero no es normal.
"Tenemos que hacer un gran esfuerzo porque estamos perdiendo a los jóvenes en la Iglesia católica. Hay que hacer una nueva evangelización, con nuevo ardor, con nuevas estrategias, pellizcarnos. Que el cura no se quede atendiendo a las cuatro viejitas de siempre, sino que con su equipo pastoral busque cómo llegar a los alejados.
“Es doloroso, es triste, hay parroquias en que la población ya son adultos mayores. Además, Costa Rica es un país en que vamos a ser un aterro de viejos y pocos jóvenes. Eso es otra cosa, nadie quiere tener chiquitos, pero necesitamos niños.
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— Como usted dijo, no hay una caída libre pero hay un desgaste. ¿Qué es lo que está pasando? ¿El pueblo se aleja de la iglesia o la iglesia se aleja del pueblo?
— Yo creo que el fenómeno tiene esos dos factores. Yo lo he dicho públicamente, quizás caigo mal a algunos por mi forma de ser, tengo la fama de caer mal. Pero tengo que hablar: mea culpa, es decir, yo creo que Iglesia Católica tenemos que reconocer que hemos fallado en muchas cosas.
“Hemos fallado en ser verdaderos cristianos, que el cristianismo se reduce al amor, y no siempre hemos amado al prójimo ni a Dios suficientemente. No hemos sabido evangelizar suficiente. Creo que hay fallos, fallos de nosotros como Iglesia católica.
“Hemos fallado en evangelizar realmente, nos hemos dormido en los laureles y se nos ha ido mucha gente. La desbandada de católicos al protestantismo, tan grande, fue porque la Iglesia católica no los estaba atrayendo y sosteniendo.
“Está comprobado que muchos católicos se fueron al protestantismo, no por problemas doctrinales, sino porque en la iglesia evangélica me reciben, me acogen, hay calidez humana.
“Debemos poner las barbas en remojo, pasar a una iglesia misionera, evangelizadora, remar mar adentro, como decía el papa Juan Pablo II. Una iglesia quebrantada, dijo el papa Francisco. Es mejor equivocarse y fallar, que ser una Iglesia museo, dice el papa.
“Por ejemplo, los jóvenes. En Costa Rica, la Iglesia católica ha perdido a un número significativo de jóvenes. Las misas están llenas de adultos y adultos mayores. Hay muchos pelos canosos y faltan jóvenes, porque hay parroquias que no tienen pastoral juvenil.
“El otro factor es el mundo, las filosofías ateas, el marxismo... Hay pensamientos de corrientes filosóficas y políticas muy fuertes que han ayudado a influenciar a la descristianización”.
‘Hay que aprender de la Iglesia evangélica’
— ¿Qué hace la Iglesia evangélica que la católica debería aprender? ¿Hay algo que aprender?
— Sí. Así como somos críticos con nuestros hermanos separados, y sobre todo somos críticos en temas doctrinales, que nos parecen que están equivocados, o a veces son muy conservadores. Así mismo hay que reconocerle sus virtudes y cualidades, como a toda persona. Cada persona tiene más cosas positivas que negativas.
“El protestantismo tiene muchas cosas positivas. Yo les admiro, desde que soy un niño y tengo uso de razón, veo protestantes los fines de semana tocando las puertas de las casas. Casa por casa. Son excelentes vendedores.
“Dicen que los católicos tenemos el mejor producto que vender, pero somos pésimos vendedores, y los protestantes son excelentes vendedores y venden. Yo creo que nos falta mercadeo, nos falta estrategia para saberle llegar a la gente, nos falta agresividad.
“Muchos de los que hoy son protestantes que eran católicos, o sus papás o sus abuelos. Y se volcaron al protestantismo porque encontraron en la Iglesia católica una Iglesia muy institucional, muy seria.
“Mientras que en el protestantismo encontraron más alegría, los cultos son muy alegres, la música. En una iglesia católica falla el equipo sonido, hay una viejita cantando una canción muy aburrida. Ellos tienen muchachos cantando, conjuntos musicales, excelentes equipos de sonido.
“Además, la acogida, la hospitalidad, llegamos a una iglesia católica y el sacristán ‘¿qué quiere?‘, en cambio ellos ’adelante, hermanito, pase adelante, bienvenido'. Ellos tienen un sistema de acogida muy importante. Eso hay que aprenderlo de ellos".