
En el seno de una familia de refugiados palestinos, Omar M. Yaghi cultivó su pasión por la ciencia. Décadas después, se convirtió en uno de los tres científicos galardonados con el Premio Nobel de Química 2025.
“Crecí en un hogar muy humilde, éramos docenas de personas en una pequeña habitación, compartiéndola con el ganado que criábamos. Nací en una familia de refugiados y mis padres apenas sabían leer ni escribir. Creo que mi padre terminó sexto grado y mi madre no sabía leer ni escribir. Así que fue todo un viaje”, dijo el científico al recibir la noticia de la Fundación Nobel.
Nacido en Amán, Jordania, Yaghi se topó con la química a los 10 años, cuando escogió un libro al azar en la biblioteca de su escuela. Allí encontró imágenes de estructuras moleculares, que lo conducirían años más tarde a la máxima distinción científica.
A sus 15 años, siguió el consejo de su padre y partió hacia Estados Unidos para dedicarse al estudio de la química; hoy trabaja en la Universidad de California, en Berkeley. “La ciencia es la mayor fuerza niveladora del mundo, al servicio de la igualdad de oportunidades”, añadió.
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Junto a Yaghi, el japonés Susumu Kitagawa y el británico Richard Robson fueron galardonados por desarrollar las estructuras metalorgánicas (MOF, por sus siglas en inglés), materiales con un “enorme potencial” para enfrentar desafíos ambientales y energéticos.
Según informó el comité Nobel, estos compuestos permiten capturar dióxido de carbono, almacenar gases tóxicos, catalizar reacciones químicas y hasta extraer agua del aire en zonas desérticas.
“La belleza de la química radica en el hecho de que si aprendes a controlar la materia a nivel atómico y molecular, el potencial es enorme. Hemos abierto una mina de oro de esta manera y el campo se ha desarrollado”, agregó Yaghi.
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Los hallazgos del trío —realizados entre finales de los años ochenta y principios de los 2000— abrieron el camino para fabricar materiales capaces de separar contaminantes del agua o del aire, según explicó Hans Ellegren, secretario general de la Real Academia de Ciencias de Suecia.
Uno de los ejemplos más notorios fue logrado por el grupo de Yaghi, que extrajo agua del aire desértico de Arizona utilizando MOF que condensaban el vapor durante la noche y liberaban el líquido con el calor del sol.
El Nobel de Química es el tercer galardón anunciado esta semana; el lunes se otorgó el Nobel de Medicina a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica; y, el martes, el Nobel de Física reconoció a John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis por sus estudios en mecánica cuántica.
La temporada de premios continuará el jueves con el Nobel de Literatura, el viernes con el Nobel de la Paz y concluirá el lunes 13 de octubre con el Premio de Economía.
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