La exdiputada y exministra de la Presidencia, Natalia Díaz Quintana, es candidata a la Presidencia por el partido Unidos Podemos (UP). Su bagaje en política es largo y conocido: fue congresista con el Movimiento Libertario entre 2014 y 2018, apoyó la candidatura de Antonio Álvarez con el PLN en 2018, se postuló a la Presidencia con UP en 2022, y asumió como ministra del gobierno de Rodrigo Chaves en ese mismo año.
En entrevista con Revista Dominical, la exjerarca reconoció su cercanía con Chaves, admitió que no le importó la sanción de acoso que recibió el mandatario en el Banco Mundial, y habló del único requisito que pidió al presidente para asumir como ministra. Le ofrecemos tanto la entrevista completa como en formato videopódcast. Para encontrar las ediciones más recientes de La entrevista del domingo visite nacion.com, el canal de Spotify o el canal de Youtube de La Nación.
― ¿Qué se puede esperar de Unidos Podemos desde el punto de vista ideológico?
― Creemos en un Estado que esté al servicio de la gente, que no obstaculice, que facilite, que permita que la gente surja, que haya oportunidades de empleo, de desarrollo, de emprendimiento. Que el Estado se limite a funciones que hoy hay que reforzar muchísimo: seguridad nacional, que es uno de los principales problemas en este momento. Creo que la gente esta muy enfocada en eso, pasar de las denuncias a las soluciones, más pragmatismo, más ejecución”.
― Por su pasado como diputada, se esperarían de su parte programas de reducción del Estado y de impuestos. ¿Esa es su propuesta?
― Creo en un Estado más eficiente, pero me quiero concentrar en lo que yo puedo hacer sin ley. No es que voy a trabajar sin la Asamblea Legislativa, pero quiero ver las cosas que se pueden hacer en los primeros 100 días de pura ejecución. Me quiero rodear de personas que sean expertas en sus carteras, pero que además conozcan la institución por dentro. No podemos darnos el lujo de que la persona llegue, dure dos años aprendiendo.
“Hay demasiadas instituciones públicas. Pero si yo le digo a la gente ‘vamos a reducir esto y aquello’, sería mentir. Porque dependo de cuántos diputados tengo, de si hay ambiente para tener una votación para cerrar, fusionar o revisar qué instituciones no están cumpliendo su labor.
“Eso se revisa, pero se requieren 38 votos en la mayoría de los casos. Entonces, si uno tiene el objetivo de sacar al menos unos 20 diputados, que es lo que nosotros estamos buscando, igual hay que negociar con todas las fuerzas políticas".

― UP tuvo buen suceso en las elecciones municipales (9 alcaldías, tercera fuerza). ¿En qué se fijan al elegir a un candidato?
― Para mí lo más importante en la vida y en política, pero en política sobre todo, es la lealtad. Lo demás usted lo puede aprender. Pero principios, valores y lealtad para trabajar, eso es difícil de encontrar.
“No creo en las traiciones. Soy una persona muy directa, me gusta trabajar con la gente, ser directa, decir lo que me molesta, lo que no, y me gusta la gente que también piense por ella misma. Me gusta la gente que me puede contradecir. No me sirve rodearme de gente que siempre dice que todo va muy bien (...)“.
― Hablando de su reciente rol como ministra de la Presidencia, ¿por qué aceptó el cargo? ¿Puso alguna condición?
― Yo era una de los 25 candidatos a la Presidencia en la elección anterior, ahí conocí al presidente actual. No lo conocía muchísimo, tuvimos algunos intercambios, reuniones. Cuando llegamos a la segunda ronda, había que elegir entre dos.
“Soy una persona de ayudar, tengo una vocación de servicio público, me parece que es la mejor forma de apoyar al país. Es lo que me apasiona, es lo que quiero hacer. Si usted me pregunta, ¿era el mundo ideal? No. Me hubiera gustado ser a mí (la presidenta), pero hay momentos para uno y hay momento para apoyar a otras personas.
“En ese momento sentí que la mejor opción era Rodrigo Chaves, y lo sigo pensando, no me arrepiento. Trabajé de la mano con él, viviendo la experiencia de ser el gobierno, que es donde está el poder real, donde se puede ejercer. Hay limitaciones, no es lo mismo ser ministro que ser presidente. Pero estuve muy cerca en la toma de decisiones del presidente.
“Esa experiencia me da una ventaja muy importante con respecto a otros candidatos; a mí me parece que se requiere experiencia. Gobernar es muy diferente a ser diputado de oposición”.

― Cuando a usted le propusieron el cargo de ministra, ya La Nación había publicado sobre la estructura paralela de financiamiento, se sabía de la sanción del Banco Mundial por acoso sexual, se sabía que Chaves prometió destruir a La Nación y Teletica. ¿Por qué aceptó el cargo a pesar de eso?
― Porque el mundo nunca es ideal. Eran dos opciones, yo ponderé lo que para mí era lo mejor para el país, porque por supuesto a don José María (Figueres) yo no podía apoyarlo. En ese momento dije, ‘no, no puedo, simplemente no creo que sea la mejor opción’. Quería apoyar al presidente (Chaves) porque además conversé con él de un tema muy importante: no crear más burocracia y más impuestos.
“Si su compromiso era con eso, yo estaba en la mejor disposición de apoyarlo, porque yo no creo en la generación de más gasto, instituciones ni impuestos. Es una persona con la que me llevé bien desde un principio. Fue un reto muy grande porque no nos conocíamos muy bien. Yo le agradezco la confianza que depositó en mí.
“Nos ayudamos mutuamente; nos dimos apoyo en un momento complejo, donde venía la transición del gobierno, donde teníamos que hacer muchos cambios en muy poco tiempo; estuvimos de la mano trabajando juntos. Fue lo mejor que pude haber hecho dentro de los alcances que teníamos. Había una fracción a la que yo no conocía. A doña Pilar (Cisneros) la conocí casi que en ese momento.
“Lo que hice fue ponerme al servicio del país desde donde podía aportar. La gente a veces confunde la labor del ministro con la Presidencia, y es muy diferente. Hice que las cosas sucedieran, negocié con las fracciones legislativas en un ambiente muy difícil”.
― Dice que sí reflexiono el tema de la estructura de financiamiento paralelo, la sanción por acoso sexual. ¿Qué le hizo ignorar esos factores?
― Que no me meto en los temas personales de la vida de la gente. Al final, yo no soy quién para saber qué pasó ahí. Que pudo haberme molestado, sí, en su momento, quizás como candidata, inclusive hice un comentario en algún momento al respecto, pero ponderando las cosas, al final no me toca a mí juzgar si eso pasó o no pasó,. Al final, lo que a la gente le importa es si esa persona representa la mejor opción para gobernar, más allá de sus temas personales.
― A usted no le toca juzgar eso, pero ya el Banco Mundial lo había juzgado y había determinado que sí existió un comportamiento indebido, y por eso hubo una sanción. Era un hecho comprobado.
― No estoy segura de que fuera comprobado, para serle honesta. O sea, no tengo la información, no estuve ahí, no conozco, no puedo juzgar lo que yo no conozco de primera mano. Lo que yo sí puedo hacer es trabajar, independientemente de esa situación.
“Cuando le di la adhesión y estuve en esa conferencia de prensa, salió una noticia al respecto y yo dije ‘yo de esos temas no me voy a referir, don Rodrigo, eso es un tema suyo que usted tiene que contestar’”.
― Algo que sí es un hecho comprobado, porque está grabado, es cuando él dijo que iba a ser un tsunami, que iba a “destruir” medios de comunicación. ¿Eso le preocupó?
― Sí, pero yo siempre he sido muy respetuosa de los medios. Nunca he mencionado el término de ‘prensa canalla’, soy muy respetuosa de la libertad de prensa. Hay cosas que a uno le gustan de la prensa y a otras cosas que no, es normal. A veces consignan cosas que no son las que uno dijo textualmente. Creo que la relación tiene que estar, tiene que guardarse el respeto, tiene que haber una buena relación.
“Mientras yo respetara eso, lo que él (Chaves) diga o no diga, yo no lo puedo controlar. Hice mi labor lo mejor que pude, siempre guardando ese respeto y hablando por mí que es, digamos, lo que yo puedo hacer".

― Atacar a la prensa es algo que ya hemos visto en otros países, con otros presidentes, incluso que después llegaron a ser dictadores de sus países. ¿No le dio mala espina?
― No, honestamente no. Nunca me dio la sensación de dictadura, para serle honesta.
― No digo que de dictadura, pero una sensación rara de que venga un candidato a amenazar a la prensa.
― El estilo de él es un estilo que no se ha visto en 50 años. Él es muy particular en su estilo, ya todos sabemos cómo es. Es una persona firme, ha tomado decisiones valientes, con sus defectos, virtudes, todo, pero bueno, es el presidente la República. Al principio fue muy tensa esa relación con la Asamblea, pero yo sé cómo trabajar bajo esos escenarios. Tengo que enfocarme en mis objetivos y eso fue lo que hice.
― ¿Usted consideró que estos antecedentes eran personales de él y no eran una línea roja?
― No, no era una línea roja. No soy quien.
― ¿Cuál sí es una línea roja para usted?
― Cuando compromete mi visión o mis principios y valores. Si yo hubiera sentido que eso pasa en algún momento, me hago a un lado y no continúo. Si yo veo que es algo contradictorio a lo que yo siempre he defendido, si dicen que van a enviar un paquete de impuestos, que van a crear más instituciones. Ese tipo de cosas. O si hay temas de fondo, delicados, que comprometan lo que yo creo que debe ser lo correcto.
― Usted dijo que no podía perdonarse que un mandatario viniera a pedirle ayuda y decir que no.
― No, honestamente no. Obviamente porque teníamos coincidencias en muchos temas. Si usted me dice que el Frente Amplio llega y me dice que vaya al gobierno, somos de visiones muy diferentes. Ahí no aplica.
― Por ahí va mi pregunta, ¿trabajaría para cualquiera que le pida ayuda? ¿Para quién no trabajaría?
― Para partidos como el Frente Amplio. Es contradictorio, es otra visión muy diferente a la que yo tengo. No digo que no haya coincidencias. Uno no puede decir que hay adversarios permanentes en una administración.
“Yo no me veo en un gobierno trabajando con ellos. Ellos creen en mucha regulación, en que todos tienen que ser iguales, dar una equidad que nunca es una realidad. Al final eso genera más pobreza en el país y más escasez. Yo no quiero llegar a regímenes comunistas o dictaduras de izquierda. No veo al país yéndose por ese lado"

― Entonces, en su caso, ¿su línea roja sería el tema ideológico?
― Sí, por supuesto. Y medidas que empobrezcan a la gente.
― Usted dijo que su requisito para aceptar el ministerio fue la no creación de impuestos. Sin embargo, Chaves se opuso a la ley que rebajaba el marchamo, propuso aumentar a 30% el impuesto a pequeñas y medianas empresas (flat tax), defendió el proyecto para subir el IVA a boletos de avión e implementos médicos. ¿Cómo calza eso con su único requisito?
― Son varios temas. Exoneraciones: cuando entramos a la administración, la Asamblea vota un proyecto, no el Ejecutivo, donde se comprometían a revisar las exoneraciones existentes en el país. De esa revisión sale lo que mandó el ministro de Hacienda, o sea, que la misma Asamblea pidió que se mandaran a revisar las exoneraciones y a raíz de eso se presentó el proyecto.
“En el tema del flat tax, si me pregunta mi criterio, creo en un flat tax que no sea subir la tasa, sino más bien bajarla. Había ambiente, lo que pasa es que nunca se dio la discusión, porque los diputados dijeron ‘como es un 30%, ya no quiero tocar el tema’. Eso es un error, hay que sentarse a hablar. Conversé con el ministro de Hacienda de si era posible hacer algunos números para que la tasa se redujera. Hay margen en una negociación, pero no se llegó a esa etapa (...).
Actualmente, las pymes pagan el impuesto de renta de acuerdo con su nivel de utilidades, con una tabla escalonada que va desde 5% a 20%. El gobierno propuso aumentar todo a 30% para que se aplicara un ‘impuesto parejo’ a todas las empresas, sin importar su tamaño. A esto se le conoce como flat tax.
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“La revisión de las exoneraciones (a pymes), eso fue un proyecto que votaron los diputados. Cuando votan, exigen al ministro revisar las exoneraciones y tuvieron que mandar este texto, un texto base de discusión”.
― Yo entiendo que en muchos casos los diputados piden revisar, pero en estos casos específicos que le cito, el presidente Chaves defendió activamente aumentar los impuestos.
― Sí, pero eso internamente nosotros lo conversamos; lo que pasa es que no hubo ambiente para negociar hacia la baja ni sentarse con las fracciones. El texto de renta global ni siquiera se ha discutido, después de dos años; reforma al Código de Procedimiento Tributario tampoco. Todos los textos que se presentan en un Congreso nunca son los mejores, nunca son los finales (...).
― Pero es que esa era la única exigencia suya, no aumentar impuestos, la única.
― Sí, pero el que se presentó no va a ser el texto final. En el momento en que eso hubiera sido una negociación, créame que yo llego y hablo de la importancia de hacer esa reducción. No voy a estar avalando, si eso hubiera sido un texto final, yo hubiera luchado por lograr esa reducción del impuesto.
― Me corrige si estoy interpretando mal: usted vio que ese proyecto no iba a ser viable en ese ambiente, entonces no le preocupó la propuesta de aumentar impuestos.
― No. Es que nunca, no iba a pasar. Ahí está, está sin votarse. ¿Por qué? Porque no hay ambiente para eso. Todo este tema tiene que darse siempre que haya ambiente, así como no hubo ambiente para la venta del BCR, tampoco hubo ambiente para este tipo de proyectos. Al final uno tiene que ir midiendo cuál es el ambiente que hay en el Congreso.
“Hay viabilidad para textos, otros ni siquiera tienen el más mínimo margen. En ese momento, en la discusión, en caso de haber estado, yo hubiera abogado por esa reducción sin lugar a dudas”.
― Usted vio que esos proyectos de aumentar impuestos no eran viables, pero al fin y al cabo el presidente decidió apoyarlos. ¿A usted le incomodó?
― Es que yo entiendo la dinámica legislativa, y conozco que nunca un texto inicial es el texto final. Yo sabía que nadie iba a votar un proyecto donde no se hubiera dado una reducción en una tasa como esa (...).
― ¿Si usted fuera presidente, hubiera presentado el proyecto de flat tax?
― No sería una prioridad para mí, para serle honesta. Tengo otros temas en mente (...).

― En entrevistas previas usted dijo que el presidente nunca la había irrespetado, y que él no es lo que la gente cree. Pero hice una revisión y encontré ocasiones en que Chaves trató a periodistas de sicarios políticos, también filtró el teléfono de un periodista por Twitter, dijo que los diputados Carlos Felipe García y Alejandro Pacheco eran ‘malnacidos y desgraciados’, incluso dijo que Ariel Robles era un ‘reprimido en el closet’. La Sala IV lo condenó por insultos a periodistas. A usted no la irrespetó, pero a otros sí, ¿cómo analiza eso?
― Una falta de respeto completa. Yo se lo decía, yo no estoy de acuerdo con eso.
― ¿Y qué le respondía él a usted?
― Que era la posición de él. Le dije que no estoy de acuerdo. No me gusta el hecho de atacar a las personas por su condición. Eso no se debe hacer. Se lo he dicho, eso me molesta, no actúo así. Yo ataco la acción o la propuesta concreta.
“Hay que entender que viene de los dos lados, y eso es lo que yo no quiero ir a hacer cuando gobierne, esos pleitos interminables mientras la gente espera soluciones. No podemos seguir perdiendo el tiempo así. Me parece que sea firme, me parece que diga las cosas de frente. En materia de seguridad le comprendo la frustración. Pero hasta ahí, los insultos yo jamás los voy a avalar. Eso es una posición de él, yo nunca lo hice como ministra y no creo en eso".

― Hay comportamientos, actitudes, decisiones del presidente con las cuales usted no concordaba. Pero no la llevaron a renunciar. ¿Qué la hizo dimitir?
― Sentí que ya mi momento había llegado para dar ese paso. Siempre supe, desde que inicié el gobierno, que tenía que salirme más o menos a la mitad de la administración para prepararme de cara a lo que venía. Sentí que tenía que sacar tiempo para retomar el partido”.
― Ha dicho que su prioridad en un eventual gobierno sería el tema de seguridad. El gobierno tomó decisiones como retirar a guardacostas de Bahía Drake, vetar la ley de allanamientos nocturnos, sacar a la Policía de Control de Drogas de los puertos y aeropuertos... ¿Usted estuvo de acuerdo? ¿Reversaría esas decisiones?
― Tengo que sentarme a analizar cada una, pero sí falta ejercer control territorial. Hay margen para hacerlo. Tenemos 14.100 policías, van formándose cada 9 meses. Yo no me puedo dar el lujo de decir que voy a tener más policías, que voy a incrementar en 1.000 o 10.000 efectivos, porque eso toma 9 meses y no tengo la plata.
“El presupuesto está bastante amarrado, pero vamos a hacer todo lo posible por buscar recursos, liberando de algún otro lado. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer? Migración, eso es un reto gigantesco, el gobierno ha trabajado en eso, pero no es suficiente. Hay que continuar en la línea de reforzar las fronteras. En el tema biométrico, hay que evitar que gente que tiene antecedentes venga aquí.
“La ley dice que si un extranjero en condición irregular comete un delito, tiene que cumplir la pena en Costa Rica, con la implicación que tiene para el hacinamiento carcelario. Evitemos que esas personas entren. El país es soberano, y si tiene información de que esa gente afuera hizo daño, ¿por qué dejarlos entrar?“.
― ¿Le pareció adecuado que el presidente Chaves vetara la Ley de Allanamientos Nocturnos?
― No, yo creo que es oportuna. Es un tema que valoraré. No comparto al 100% la posición del presidente. Lo tendremos que valorar, pero no podemos permitir que el crimen organizado siga haciendo fiesta y siga haciendo lo que le da la gana. Si esa es una medida para controlar eso, cuenta con mi apoyo.
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― Llevamos cinco meses sin ministro de la Presidencia. ¿Le parece adecuado?
― Creo que necesita nombrar un ministro. Esa labor bien enfocada, es necesaria para los objetivos de este último año. Uno no puede decir: ‘como ya no queda nada y es la época electoral, entonces no nombro y que siga las cosas como están‘. Sobre todo con prioridades que siguen siendo objetivo de gobierno, como jornadas 4-3.
“Necesita una persona que sea la guía y el negociador directo y tiene que ser ministro. No puede ser un viceministro, tiene que ser un igual para los diputados, alguien con quien puedan trabajar, confiar, llevar de la mano los proyectos. Si usted no tiene esa figura, es muy difícil entrar en la Asamblea Legislativa”.
“Hay una frustración muy grande del presidente, con toda la razón, porque la Asamblea no se está enfocando en los temas urgentes del país. Entonces, entiendo porqué dice que no quiere poner ministro, pero yo lo pondría, está perdiendo un 25% de su administración".
― Ahora que mencionó jornadas 4-3, el miércoles 25 de junio el PLN propuso que estas jornadas se voten dentro de las empresas. ¿Apoya las jornadas 4-3?
― Por supuesto que apoyo las jornadas. Se puede encontrar la voluntad para sacar 38 votos. Va a ser difícil, porque habrá oposición, pero al final, si nos ponemos a buscar esos votos, tengo la certeza de que pueden estar y cuentan con mi apoyo porque es una necesidad para el empleo.
“Recuerden que es una medida voluntaria para ciertas industrias. Quieren hacerlo ver como que es una explotación laboral o una medida obligatoria. Es para muy pocas empresas que tienen producción continua, que pagan bien, que ayudan a sus colaboradores a salir adelante, que los apoyan. Entonces, quieren hacer ver esto como algo que no es (...)”.
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―Me gustaría consultarle sobre un tweet suyo. Usted dijo que si se quería hablar de plata en la CCSS debía hablarse de los extranjeros ilegales que viene, se atienden y no pagan la factura. ¿Hay datos que demuestren cuál es el peso de los extranjeros que no pagan versus los ticos que no pagan?
― Lo que le puedo decir es que haga la consulta, para que usted vea la cantidad de gente. Lo que pasa que la Caja no lo tiene organizado por una totalidad. Hay que hacer las consultas a los 29 hospitales. Estoy valorando si la hago yo directamente o no.
“Con solo una persona a la que no se le cobre, ya tenemos un problema. ¿Cómo ha sobrevivido la Caja con esos incobrables? No lo sé. No saben cómo cobrar sus servicios. Las personas llegan y se atienden, lo vamos a mantener así porque usted no puede dejar que alguien se muera en las afueras de un hospital, pero es una barbaridad que haya ticos que se mueren esperando, y vienen extranjeros, los atienden, y no les cobran".
Para mí primero están los ticos.
― También hay ticos que no pagan.
― Sí, pero si un tico no paga, no lo atienden. Y resulta que llega gente a tener partos aquí, y sí las atienden. Después se hacen ticos y tienen derecho a los subsidios y los programas, ¿cómo es eso?
― A una persona que llega en labor de parto tienen que atenderla independientemente de su nacionalidad.
― Nadie está diciendo que no se atiendan, es que le cobren el parto.
― En proporción, ¿son más los extranjeros que no pagan, que los ticos?
― Con solo una persona que no pague es un problema grande, y le aseguro que son miles de personas.
― Pero usted dice que están primero los ticos. ¿Le parece menos grave que un tico no pague?
― No, todos tienen que pagar.
― Pero en su tweet se refirió a los extranjeros, no a los ticos.
― Sí, pero lo que le quiero decir es que hay un problema, porque estamos hablando de Costa Rica con plata de los ticos. ¿A los ticos los atienden de gratis en Estados Unidos? No, a usted lo dejan morirse en la calle. Nadie cuestiona que en Costa Rica exista la seguridad social, hay que atenderlos (...).
― ¿Debería ponerse el mismo esfuerzo en cobrarle tanto a ticos como a extranjeros?
― A los dos. Pero el tico está aquí en Costa Rica. El problema del extranjero es que no existe un protocolo regional ni manera de cobrar cuando la gente se sale del país. Yo vengo, me atiendo y me voy a Nicaragua, o a cualquier otro país. ¿Cómo lo rastreo? ¿Por qué a los ticos les meten cobros y morosidades, y a los extranjeros los atienden sin cobrarles?

― Recientemente fue señalado como una de las investigadas por el caso Pista Oscura, por presuntas anomalías en la contratación de la reparación de la pista del aeropuerto Daniel Oduber en Liberia. ¿Qué opina de la acusación?
― No me han llamado a declarar. El otro día que fui a la fiscalía, que fue hace como unos 15 o 22 días que me llamaron, básicamente fue para toma previa de datos de contacto. No me han llamado a declarar. Siempre he estado en la mejor disposición.
― Un decreto ejecutivo declaró como contratación de emergencia la pista del aeropuerto, pese a que habían criterios técnicos que decían que no había vínculos entre la tormenta y el deterioro de la pista. Aún así, el presidente Chaves y usted firmaron ese decreto. ¿Por qué lo firmó?
― Hubo un acuerdo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), que viene con un criterio técnico del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) donde incluyen el cantón de Liberia entre las afectaciones de la tormenta Bonnie. Ese informe fue el que se votó en la CNE. A nosotros simplemente nos llegan los criterios ya votados y avalados por el MOPT y la CNE. Eso es lo que llega para la firma.
― ¿Usted siguió el criterio que le dieron?
― Uno sigue el criterio técnico, es lo que le puedo decir, no puedo ahondar más en el caso.
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