Desde los primeros días del “rodriguismo”, como ella misma lo define, Cindy Quesada Hernández inició su gestión con una particularidad: a diferencia de las administraciones anteriores, no asumió la presidencia del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), pues no cumplía con los requisitos para el cargo; en su lugar, fue designada exclusivamente como ministra de la Condición de la Mujer.
Hoy, encapsulada en su rol de rectora, se refirió a la posibilidad de renunciar para aspirar a otros puestos políticos.
Además, catalogó la Ruta de Género como uno de sus principales logros. Entre sus componentes resaltan los Puntos Violeta, lugares donde las mujeres pueden pedir orientación sobre casos de violencia y acoso sexual callejero y cuya licitación fue de ¢350 millones. Aseguró que el Inamu los absorberá como parte de un “proceso de reestructuración”, una vez que puedan identificar las zonas con mayor incidencia de violencia.
“Hemos tenido nuestra diferencia con la Auditoría. Ellos insisten en que es un proyecto y que requería factibilidad, prefactibilidad. O sea, estaríamos todavía con intención de instalar un Punto Violeta y nosotros ocupábamos urgentemente tener la data y brindar ayuda. A la fecha más de 4.700 mujeres han acudido por diferentes temas y solo la mitad ha sido por temas de violencia”, agregó.
Este es un extracto de su entrevista con Revista Dominical.
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– Pese al aumento de femicidios en el país, usted ha rechazado emitir una declaratoria de emergencia. ¿Por qué no lo ha hecho?
– Porque no se puede, legalmente, emitir una declaratoria de emergencia. La ley de una declaratoria de emergencia lo que dice es que yo voy a movilizar por un periodo determinado recursos para que usted resuelva el problema inminente que tiene, que no necesariamente es un problema de infraestructura. Usted resuelve un problema que usted no previó, que sale de la noche a la mañana y que con recursos frescos puede resolver. El tema de violencia de género no es un tema ni nuevo, no fue un tema no previsible, porque nosotros sí hemos tenido aumento de violencia (...).
“Legalmente no procede porque no aplica para la violencia de género, porque no es una situación emergente que salió de la nada, es un proceso continuado, recursos existen y yo creo que el interés es de ciertos grupos que antes se financiaban con el Inamu, que lo que requieren es una carta para poder ir a pedir fondos al exterior. Yo creo que tal vez por ahí es donde donde viene el asunto, pero nosotros ya hicimos el decreto y se llamó Ruta de Género.
– Puntualmente, hablando de los Puntos Violeta, ¿evalúa que el esquema ha estado funcionando?
– Sí, lamentablemente no tan bueno en todos los lugares, pero evidentemente parte de mi trabajo es ese. Por ejemplo, hoy venía hablando con la alcaldesa de Santa Cruz (Guanacaste), porque me están diciendo que uno de los que está ubicado en Nicoya no está recibiendo atenciones y, como nosotros necesitamos tener data para saber si podemos dar el servicio ahí o no, le dije que si podía habilitarnos el espacio y me dijo que estaba en revisión (...). Entonces esos movimientos hay que hacerlos, porque lo que ocupamos es que esté en el lugar.
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– ¿Esa tercerización de servicios sería, eventualmente, predominante en el Inamu?
– No, no. El objetivo es ver dónde hay situaciones de emergencia, donde hay mapas de calor para que ahora que viene la reestructuración y que vamos a habilitar las unidades de delegación de la mujer en cada unidad regional, ellas puedan hacer atención itinerante más permanente con un punto fijo.
“Nos ha permitido validar otros modelos, por ejemplo, estamos a punto de abrir un punto violeta con personal del MOPT, del Ministerio de Cultura y del Icoder. Es personal que pagan esas instituciones. (...) Yo lo que hago es la misma capacitación que le dimos a esta empresa, que fue la que ganó la licitación. Y creo que eso también es parte de la molestia, que antes el Inamu todo lo hacía con convenios, con los mismos grupos de siempre, las que están en el Foro de Mujeres del Inamu. No se les pedían indicadores, no se les pedían resultados y era convenio por cercanía”.
“Nosotros no podemos asegurarle como Inamu pueda tener atención médica a todas las mujeres, que pueda tener acceso al trabajo de todas las mujeres, porque no tenemos ni las competencias dadas por ley, ni el presupuesto“.

– A lo largo de su gestión, nos hemos enterado de salidas de personal clave, como especialistas en violencia contra la mujer. ¿Cómo es el clima laboral dentro de la institución?
– Creo que fortalecer la institución pasa por entender que una persona no es la dueña de la razón, de la verdad y del conocimiento. En Costa Rica hay muchas personas profesionales, aquí a nadie se le ha despedido, de hecho la reestructuración viene con más personal, se van a generar más plazas. Por eso le digo, los Puntos Violeta son absorbidos por el Inamu.
“Lo que pasa es que, me imagino y he sentido, algunas personas un poco incómodas con que, por ejemplo, me presenten un indicador de que ellos tienen que capacitar por año a 169 funcionarios públicos en violencia. Y yo digo, si tenemos 350.000 personas, ¿cuándo vamos a terminar?. Yo creo que ese indicador es absurdo para un mecanismo nacional de violencia.
“Me parece que, tal vez, no ha sido como tan fácil para ellas entender que el estatus quo, que tal vez era el que conocían por décadas, porque fueron 25 años del mismo nivel de gestión, y venir a una donde si pedimos evaluaciones, indicadores de resultado e impacto, pues le cambia a mucha gente la manera de hacer las cosas. En el caso de violencia, al menos ellas no han dejado de hacer absolutamente nada de lo que hacían antes y todos los nuevos procesos”.
– ¿Las salidas de personas especialistas del Inamu obedece, entonces, a diferencias teóricas o ideológicas?
– No. Por ejemplo, las que yo conozco, diría que es trabajo o porque les ha salido una nueva oportunidad (...). Que yo conozca, fue una (salida) y otra que no se ha ido, está en un permiso sin goce de salario.
– ¿Ha conocido de salidas por casos de acoso laboral durante su gestión?
Uy, un montón, pero no durante mi gestión. Aquí los casos de acoso laboral son años que tiene esa institución, es terrible. Nosotros nos encontramos desde que llegamos como con siete.
“Lo que pasa es que gracias a Dios, mi querida, a mí no me corresponde. Eso le corresponde a la presidenta ejecutiva del Inamu. Lo que sí, yo les he ayudado y he colaborado a buscar la manera de cómo hacer más eficientes los procesos (...). Eso se sale completamente de mi rol".

– Hace dos semanas su jefa de despacho, Kattia Calvo, asistió a la Asamblea Nacional del Partido Pueblo Soberano. ¿Planea usted asumir una candidatura en ese partido o en otro?
– La jefa de despacho, así como cualquier persona, tiene su propio derecho de estar en cualquier partido político. Eso se lo puede preguntar a ella.
– Pero lo estoy preguntando a usted, si quiere asumir una candidatura.
– Es que me llama la atención, porque me lo relaciona con ella.
– Claro, porque es su jefa de despacho.
Sí, pero di, yo aquí también tengo personas que estuvieron en el proyecto, varias asesoras en Aquí Costa Rica Manda, que han estado con otros proyectos políticos, incluso de Liberación Nacional y el movimiento donde está la muchacha que fue ministra de la Presidencia, Natalia Díaz. Entonces, di, todos tienen derecho a tener una afiliación política, ella no tiene prohibición.
"Yo estaré donde el presidente considere que puedo cumplir mejor su línea de trabajo. Creo que hemos hecho una transformación importantísima en el Inamu. Cuando nosotras llegamos acá, hicimos un estudio de percepción de más de 2.500 personas y más del 90% decía que el Inamu no debería existir. Hace como ocho meses, únicamente el 40% consideraba que el Inamu no sirve. Creo que hemos ganado 50 puntos a punta de trabajo.
“Hemos abierto la institución a ser más cercana de las mujeres. Algunas no han querido trabajar con nosotros, pero se han sumado organizaciones con las que hemos hecho agenda (...). Le hemos cumplido en ese sentido al señor presidente, hoy entregamos un Inamu diferente.
“Si él considera que me quede aquí por los próximos 4 años en un nuevo proyecto político, porque el único que decide es el pueblo, pues nos quedaremos. Y si él decide que él me ve en otra posición, pues ahí estaré porque yo creo que nuestra voz ha sido muy contundente.
– Si el presidente le pide a usted que asuma una candidatura por diputación, ¿la tomaría?
– Creo que hace falta una línea clara de agenda de género en la Asamblea Legislativa. Realmente lo que han habido son ocurrencias, algunas positivas, con poco contenido de conocimiento técnico. Creo que alguien debe de asumir. Ojalá que en la próxima legislatura todos los partidos piensen un poco más a quién van a proponer para que vayan mujeres con una visión de igualdad realmente y que aporten proyectos que impacten a las mujeres.
– ¿Estaría dispuesta, entonces, a asumir una candidatura para diputación?
– Perfectamente.
– ¿Con cuál partido? ¿Pueblo Soberano?
– Con el que siga el rodriguismo.
– Pero el ‘rodriguismo’ ha tenido muchos partidos.
– Que yo sepa todavía no se ha lanzado un partido ni se ha lanzado una candidatura. Cuando se sepa, sabremos cuál será el partido y sabremos si se abre una oportunidad o si el señor presidente y el equipo considera que el trabajo que hemos hecho ha sido suficientemente satisfactorio, que creo que estamos claros en eso de seguir en esta línea.
“Yo estaré donde el presidente considere que puedo cumplir mejor su línea de trabajo”.

– En febrero de este año, 31 diputados aprobaron una moción exigiendo su renuncia, acusando al Inamu de “debilitar” políticas sobre la violencia contra la mujer. ¿En algún momento ha considerado renunciar?
– No, para nada.
– ¿Y si se lo pide el presidente?
– Claro, porque él me nombró.
– Pero me acaba de decir que no.
– No voy a renunciar porque estoy haciendo las cosas que a mí se me pidió y hemos logrado hacer una transformación importante. A los diputados yo les pedí ir a hablar y decirles por qué estaban equivocados y por qué esa moción estaba llena de inexactitudes, porque decía, por ejemplo, que habíamos debilitado al Inamu y les demostré que fue el año en que más recursos se invirtieron, en el que más se han gastado, en el que más hemos invertido en favor de las mujeres y que es mentira que ha habido un debilitamiento de la institución.
“Como ellos no quisieron escuchar, cosa que es un derecho constitucional que yo tengo como ministra, aquí un hombre machista, que era el presidente de la Asamblea, decidió que yo no tenía derecho a hablar y ante la complacencia de un montón de mujeres diputadas que hoy se llaman feministas, ninguna levantó la voz para que yo tuviera mi derecho a hablar. Decidieron callar a una ministra de la Mujer.
“Toda la moción que ellos aprobaron estaba basada no solo en difamación, sino en injurias, en información falsa (...). Cuando yo les digo que hablemos, ellos me llevan a un cuarto y lo único que me dijeron fue ‘a usted le queremos dar un escarmiento porque no nos ha defendido del presidente” Entonces, obviamente, carece de toda credibilidad cualquier intención que tengan estas personas que hoy están en la Asamblea Legislativa.
“(...). Lamentablemente sí, no hemos logrado frenar los femicidios, pero aquí se ha dejado de estudiar el fenómeno del delito. Sí hemos hecho acciones muy concretas, porque eso es parte de nuestro trabajo.
“Yo sí creo que que aquí lo que ha habido es mucha mala información, mala fe, intereses personales de ciertos grupos que son los mismos que siempre han estado ostentando un interés directo del Inamu. Yo responsabilizo también parte de lo que no se hizo en el pasado y que hoy estamos tratando de resolver.
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“Todo ese trabajo de articulación (con otras instituciones públicas) que hemos venido haciendo, que es mi responsabilidad porque yo soy la rectora del tema de género y mi obligación no es solo el Inamu, son todas las demás, gracias a eso tengo una excelente relación con la presidenta ejecutiva del Inamu y hemos logrado implementar la necesaria transformación para generar una institución a los próximos 25 años.
“Hay ciertos grupos de personas con nombres y apellidos que han estado viviendo literalmente de la influencia del Inamu (...). En vez de ser nuestras aliadas, lo que han hecho es criticar y han evitado todas estas acciones, que no son pocas. Yo quisiera ver cuál de las ministras anteriores ha hecho una décima parte de lo que nosotros hemos impulsado en esta administración.
“Es el único país del mundo donde cada vez que matan a una mujer le piden la cabeza a una ministra de la mujer y es por un tema político y por un tema personal de intereses privados que tienen ciertos grupos que han ostentado históricamente (...). Yo podría salir con esto todos los días en la conferencia del presidente, ¿y usted cree que le haga un favor a las mujeres? No, pero se lo digo a usted porque usted es una mujer joven e inteligente. Y esto es lo que hemos tenido y la que ha sostenido esta institución para que no venga ningún cabeza caliente más adelante.
“No se vale que hayan utilizado este tema simplemente por una revancha política. Ni siquiera es ideológico, porque yo era la que representaba el patriarcado, como dicen ellas. Ni siquiera es eso, peor aún, es personal y económico, y ahí es donde más le duele a uno las cosas. Se lo digo de verdad con el corazón y puedo excitarme en todo lo que quiera, pero para mí ha sido muy frustrante ver que las que deberían de estar aquí a la mano, lo que hagan es criticar.
“Yo estoy generando un Inamu para los próximos, ojalá, 50 años, con un modelo de visión de trabajo diferente, donde tengamos tecnología, nuevas maneras de hacer las cosas. No podemos esperar que una misma persona, por muy buena que sea, atienda todos los casos de femicidio. Y esto es lo que pasaba acá, si no era fulana nadie lo podía hacer, nadie más, ¿era ella o nadie?"
– Para recapitular, usted solo renunciaría si el presidente se lo pide por una o dos razones: primero, que no esté cumpliendo el trabajo, y segundo, para postularse a una eventual diputación.
– Así es.
– En ese caso, si renuncia para postularse a una candidatura, tiene que hacerlo pronto. Estaría dejando el Inamu meses antes de concluir su gestión, que me recalcó es importante para proyectar la institución a 50 años.
– Yo creo que el trabajo que hemos hecho por tres años ha sido suficientemente robusto. Ya nosotros dejamos encaminado todo. Ya aquí lo que toca es la implementación y le recuerdo que aquí hay una presidenta ejecutiva del Inamu, que es la que tiene a cargo toda la operatividad de la institución. Mi rol es rector.
“Yo quisiera ver cuál de las ministras anteriores ha hecho una décima parte de lo que nosotros hemos impulsado en esta administración“.
