
Como parte del acuerdo firmado por líderes internacionales sobre un alto al fuego en Gaza, tanto Israel como el movimiento palestino Hamás han liberado rehenes. Pero mientras se celebra el retorno de quienes sobrevivieron a dos años de bombardeos, la franja continúa en ruinas y el mundo se pregunta cómo, y bajo qué condiciones, deberá reconstruirse.
Bajo este contexto, Revista Dominical conversó con Mijal Gur-Aryeh, embajadora de Israel en Costa Rica, sobre su visión del futuro del territorio. La diplomática abordó los desafíos que supone la reconstrucción, las condiciones para la entrada de ayuda humanitaria y el papel que, según su gobierno, debería desempeñar la comunidad internacional.
Puede leer la entrevista con la cónsul honoraria de Palestina en Costa Rica, Wajiha Sasa Marín, en este enlace.
– ¿Cómo recibe Israel el acuerdo del alto al fuego en Gaza?
– Muy emocionados, como toda la comunidad internacional, porque el plan de 20 puntos del presidente Donald Trump parece verdaderamente una plataforma que pueda finalmente avanzar la región hacia la paz, si todas las partes cumplen lo que está escrito en el documento. Podemos llegar a un futuro mejor en el mundo de Oriente, un futuro de paz y de prosperidad.
“Israel aceptó este plan sin ningún cambio porque entendemos que en el momento en que se empiezan a pedir cambios, negociaciones, etcétera, no podemos avanzar”.
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– Tomando en cuenta lo que dice el acuerdo, ¿cuáles son los siguientes pasos? ¿Qué expectativas tiene Israel?
Esperamos mucho que el plan de Trump pueda ser implementado plenamente, completamente y así podemos avanzar a la paz. El primer punto dice ‘Gaza será una zona libre de terrorismo y desradicalizada que no representará una amenaza para sus vecinos’. Esto para nosotros, los ciudadanos israelíes, es todo lo que pedimos, lo que necesitamos para vivir en paz y seguridad sin ser atacados. Toda la historia de Israel es así.
“Cada vez nos atacan y necesitamos defendernos. Si tenemos una garantía de seguridad que no hay más amenaza del lado de Gaza, del lado de Cisjordania, podemos tener la paz.
“Quiero también recordar que la primera fase del acuerdo, Hamás la violó. Hamás estaba obligado y firmó esta obligación de liberar a todos los secuestrados, vivos y fallecidos, que eran 48 personas. Liberó los 20 secuestrados vivos, claramente algo muy importante después de dos años en un infierno, pero solo cuatro cuerpos de los secuestrados asesinados. Hay 24 secuestrados asesinados que Hamás todavía no transfirió a Israel, en violación del acuerdo.
“Ya con la primera fase tenemos un gran problema, porque estas familias esperan una clausura, enterrar a sus familiares. Entonces sí, exigimos y demandamos la conclusión de la primera fase y esta violación puede complicar un poco las otras partes, porque ahora Israel está un poco menos obligado a cumplir todo”.
“La segunda fase es desarmar a Hamás y desradicalizar a Gaza, es el punto más crítico de todo. Y la pregunta es, ¿quién va a hacerlo? Hamás es ahora bastante débil (...). Es una organización muy brutal y en mi opinión es más importante desarmarla para los palestinos mismos que para Israel y otros vecinos.
“¿Quién puede hacer esto? Es muy difícil. Esperemos que los países árabes moderados de la región que se oponen a la violencia de Hamás estén dispuestos a ayudar. Países como Egipto, Jordania, Saudí Arabia, Emiratos Árabes. Entiendo que los Estados Unidos están dispuestos también a ayudar en este esfuerzo. No sé si hay otros países europeos que quieran ayudar, es un trabajo muy difícil, pero es la única solución".
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– ¿Cómo se debe abordar la reconstrucción de Gaza? ¿Quién debe hacerla?
El plan de paz del presidente Trump visiona la fundación de una comisión internacional para supervisar a Gaza, y esta comisión también estará encargada de supervisar la reconstrucción. ¿Quién va a hacer la reconstrucción? Muchos países van a estar activos en esto, como en el pasado, países de la región, europeos, Estados Unidos y más.
“Israel en el pasado, por ejemplo, donó a Gaza una planta de desalinización y mucha infraestructura médica. Israel hace su parte y también facilita el tránsito de materiales de reconstrucción”.
– ¿Cómo debe lucir la ayuda internacional a mediano plazo? Tanto para auxiliar a los civiles como para reconstruir una infraestructura habitable
Hay mucha reconstrucción que hacer. Israel en el pasado, y también ahora, hace su parte facilitando la entrada de mucha ayuda y materiales, pero recordamos que en 2014 teníamos una guerra bastante grave y después de entregar mucha ayuda y muchos materiales para construcción, ¿qué hizo Hamás? Robó los materiales y construyó centenares de kilómetros, de túneles, para terrorismo.
“Esta vez no queremos repetir. Necesitamos tener en el terreno una garantía de que la ayuda va donde sea necesaria, a la población civil y no a Hamás, organización que aterroriza a su población propia”.
– El gobierno actual de Israel ha tenido conflictos diplomáticos con países que eran aliados históricos. ¿Cuál es la estrategia para restaurar o volver a vincularse con esos países?
Todos los países que tienen un acuerdo de paz con Israel en la región no lo rompieron durante esta guerra. Tenemos todavía relaciones con Egipto, Jordania, Emiratos Árabes, Baréin, Marruecos. Para mí esto es una indicación muy significativa (...).
“En Europa se puede decir que vemos algunas tensiones basadas sobre calculaciones electorales de algunos líderes en particular, como en España y en Francia, que en mi opinión simplemente quieren dividir atención de sus problemas internos usando este tema, instrumentalizándolo.
“Hay otro elemento con países con poblaciones musulmanas muy grandes, que piensan también que esto les va a ganar votos. En países como Francia, Reino Unido y otros hay dos campos: el que apoya a Hamás, que quiere ver una Europa musulmana, y la población musulmana moderada que quiere la democracia europea.
“Yo soy encargada también de Nicaragua, y prefiero no hablar de países de donde están encargados mis colegas. En general, Israel siempre está dispuesto a dialogar, a estrechar sus relaciones, a escuchar, a ver cómo estas partes pueden ayudar (...). Estamos abiertos también a dar cooperación con tecnología a los pueblos en estos países, como hemos hecho toda nuestra historia”.
