En marzo de 2024, Liga Deportiva Alajuelense anunció a Alexander Guimaraes como su nuevo entrenador. La llegada de “Guima” a Costa Rica le permitiría cumplir dos de sus sueños: dirigir a los cuatro grandes del fútbol tico y entrenar a su hijo, Celso Borges. No logró salir campeón, pero su paso por Alajuelense le permitió constatar la calidad humana y deportiva de su hijo.
En entrevista con Revista Dominical, el entrenador costarricense dijo que “se saca el sombrero” y felicita a Borges, no solo por su larga carrera, que incluye tres mundiales mayores, sino también por el liderazgo y profesionalismo que exhibió en el camerino.
“Ahí constaté todo lo que nosotros como familia intentamos inculcarle sobre lo que es ser profesional y lo que es ser persona”, dijo “Guima” sobre Borges. Le ofrecemos un extracto de la entrevista, así como la conversación completa en formato videopódcast. Para encontrar las ediciones más recientes de La entrevista del domingo visite nacion.com, el canal de Spotify o el canal de Youtube de La Nación.
— Usted ha dicho varias veces que vino a dirigir a Costa Rica en esta última etapa porque quería además entrenar a su hijo, Celso Borges. ¿Cómo fue la experiencia de entrenar a su hijo, además, en una etapa ya muy madura de su carrera?
— Para mí siempre era muy claro y para él también que una vez que poníamos el pie en las canchas de entrenamiento, desde que llegábamos al CAR o al estadio, él era un jugador más.
“Desde ese aspecto, yo lo que vi en en él fue una constatación de un profesional que ha sabido convivir con las maduras y no tan maduras, y que hoy día sigue siendo un futbolista de referencia. Tanto es así que le acaban de renovar el contrato a sus 37 años, y no seis meses, como es lo que usual que haga la dirigencia con esos futbolistas, sino un año.
“(Ahí constaté) primero, todo lo que nosotros como familia intentamos inculcarle sobre lo que es ser profesional y lo que es ser persona. Nada más tengo que sacarme el sombrero y felicitarlo por lo que ha sido su carrera, porque además los números que él tiene, muy pocos en la historia del fútbol costarricense los tienen”.
— ¿Con quién se queda, con el Alexandre Guimaraes jugador, o con el Celso jugador? ¿A quién prefiere en su equipo?
— ¡Pero mil veces Celso! Es que... no cualquiera, no hablo ya de esta generación. ¿Qué pagaría Pablo (César Wanchope), qué pagarían otros por tener más de dos mundiales jugados?
“Esta gente tiene tres mundiales jugados. Cuando uno está fuera y uno trabaja afuera, uno veía el brillo en los ojos cuando uno hablaba con la gente en Colombia o en todos lados que yo he estado. Hablaban de estos jugadores, de Keylor (Navas), de Celso, de Bryan (Ruiz), de toda esta generación, y obviamente que de Pablo y de ellos también (...).
“Estos muchachos que infelizmente no pudieron clasificar ahora, quizás solo el tiempo los va a hacer meditar, como decir: ‘Hubiera podido hacer un poco más’“.

— Viendo los comentarios de la gente después de la eliminación, muchos eran criticando a los jóvenes, y una crítica común era que muchos no se habían ganado estar en la Selección. Recuerdo haber oído una anécdota que contó Celso, que él contó una vez que quedó fuera de lista de un mundial menor y que usted al verlo a él llorando habló con el entrenador, no para reclamarle, sino para preguntarle en qué podía mejorar Celso.
— Sí.
— ¿Tienen que costar un poco las cosas para evaluarlas y ser un profesional de ese nivel?
— La anécdota es tal como la dijiste, solamente que fue previo a una lista sub-17. Yo además era entrenador de la selección mayor. Pero ahí yo creo que él también se dio cuenta de que, por más posición de poder en que uno esté, nunca se debe aprovechar ni debe pasar por encima de nadie.
“Sí. Deben costar las cosas un poco y llevarse golpes en el camino para valorarlas. Pero por supuesto. El éxito fácil es lo más dañino que puede pasar a cualquier profesional, y ni que se diga un futbolista.
“(...) A veces, cuando el futbolista sale muy joven de su país, como está pasando acá, se desliga muy rápido de lo que es el país, hay ligas en esa situación que van haciendo que el futbolista sea más acomodado.
“Por ejemplo, uno de los destinos del fútbol costarricense es la Major League Soccer (MLS, Estados Unidos). Y ojo que te digo que ha sido un anhelo que no he podido lograr nunca, que es dirigir en la MLS. Pero la MLS como tal, por la cercanía de Costa Rica, hace que para el futbolista en cualquier momento de de apremio, de esas dudas existenciales como profesional que tiene, tiene la posibilidad de levantar el teléfono y decir ‘venite, estate conmigo 15 días’”.

