Wálter Centeno, técnico de Santos, estaba tranquilo con el empate 3-3 contra Santa Ana. En la conferencia de prensa se le notó relajado, quizá porque se quitó un peso de encima: su escuadra se salvó del descenso y puede seguir en Primera División.
- ¿Qué análisis hace del rendimiento de su equipo y qué objetivos se traza para las últimas fechas?
- Ha sido muy duro. El partido fue difícil, porque era jugar contra un rival que estaba peleando el descenso y aún tenía posibilidades matemáticas. Logramos el objetivo al llegar a esta institución. Estoy contento, pero no es fácil, por la situación en la que estaba el club. Ahora hay que esperar terminar los dos partidos que nos quedan, pelearlos y tratar de ganarlos.
- ¿Santos podría tener más profundidad al ataque?
- Es una de las cosas que más he querido, pero no es fácil implementar una idea, eso lleva un proceso, y nosotros corrimos el riesgo de hacerlo. Cambiarle la forma de jugar a un equipo, buscar pelear puntos importantes… cometimos errores. Esto queda como un aprendizaje y debemos seguir mejorando.
- ¿Qué ha planificado para la próxima temporada y le preocupa que haya un castigo por parte del Comité de Licencias?
- Tengo la convicción de que todo va a salir bien. Santos ha hecho las cosas como debe ser. Sobre lo que viene, debemos planificar el próximo torneo y no podemos regalar las cosas. Hay que planificar, organizar, tener una buena pretemporada, buenos fogueos y mejorar la parte física de los jugadores.

- ¿Cómo planificar lo que se viene y tener un buen fútbol?
- La clave es el trabajo, y a veces la gente se impacienta. Trato de ser lo más profesional posible. Donde sea que trabaje, la mentalidad que quiero inculcar es ganadora. Es un proceso, y no es fácil, en equipos que pelean por no descender, decirles que pueden clasificar. Todo ese bagaje de pelear el descenso lo llena a uno de sabiduría y paz.
- ¿Está confiado en que Santos no sufrirá un castigo administrativo?
- No pienso en lo negativo y sé lo que ha pasado en la institución. Tengo la certeza de que la gente que tomó el equipo lo hizo de buena manera. Ya es otra cosa lo que otros se inventen. Esperemos que la decisión que se tome sea la más correcta. Los jugadores son profesionales y a ellos les compete solo la cancha. Es duro, pero el mensaje que uno le da al jugador es: resolver en la cancha, para eso les pagan.