Los jugadores de Saprissa le hicieron la “cama” a Paulo César Wanchope, eso dicen muchos aficionados en sus redes sociales, e incluso algunos periodistas deportivos se han lanzado con todo a afirmar que fue tal cual: “los futbolistas morados se la aplicaron a Paulo”.
¿Pruebas? —pregunto—. ¿Alguien ha presentado pruebas de que fueron los jugadores quienes sacaron a Chope del camerino?
Yo puedo estar de acuerdo en que en un grupo de 26 jugadores haya algunos descontentos con el entrenador, sobre todo los que casi no juegan o, por lo general, son enviados a las gradas. Pero, ¿cómo hacen esos 26 para ponerse de acuerdo y decidir salir a perder porque quieren que se vaya el técnico?
Nada más llega algún capitán, por ejemplo, y dice: “Muchachos, Paulo no más, perdamos para que se vaya”, ¿y todos responden que sí? No lo creo. Habrá algunos muy contentos porque siempre juegan, otros porque el técnico los llevó al equipo, y otros porque estaban en ligas menores y él mismo los ascendió.
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Si quieren me dan la cajita blanca, pero no me cabe en la cabeza que jugadores profesionales, sobre todo de clubes grandes, quieran perder intencionalmente para que echen al entrenador. Puede ser que un jugador crea o no en el discurso del técnico, que lo convenza o no, que se sienta más cómodo con una persona y con otra no.
Quizá el técnico no se ayuda solo y es más terco que una mula: muere con su idea aunque no se le den los resultados. Tal vez alinea jugadores en posiciones diferentes, o su sistema no encaja, o pone a algunos que no están en su mejor forma física.
Tengo más de 30 años en periodismo, todos en la cobertura de deportes, y siempre he escuchado a colegas decir que a tal técnico “le hicieron la cama”. Pero ninguno ha demostrado con pruebas que así sea. A mí me ha llegado el rumor de que algunos jugadores “se dejaron”, pero nadie ha podido comprobar que realmente eso suceda.
Los futbolistas, desde sus inicios, juegan para ganar. Lo traen desde su formación en el barrio, en la escuela, y después a nivel profesional. Ellos juegan por dinero, sí, pero no salen a perder: salen a ganar independientemente de su salario o del entrenador.
“Manejo de grupo” es lo que necesita un técnico para triunfar. No requiere ser “un gran estratega”, ni inventar con formaciones extrañas, ni dominar todos los sistemas de juego y sus variantes.
Ese manejo lo tiene Vladimir. Y ojo: no digo que Paulo no lo tenga. Pero en Saprissa los jugadores se sienten muy cómodos con él, le tienen un enorme respeto y cariño, además de que comprenden su idea, y eso se refleja en la cancha.
“Voy a darme el tiempo para reflexionar”, me dijo Paulo César cuando me comuniqué con él para conversar y solicitarle una entrevista. Caballero, como siempre ha sido, Paulo me respondió el mensaje. Quiere estar con calma y luego, si así lo desea, hablar sobre su paso y salida de Saprissa.