
Saprissa dejó ir un jugoso botín con la eliminación del martes pasado ante el Motagua de Honduras, en su propia casa, tras quedarse en el 0 a 0 cuando necesitaba ganar por cualquier marcador.
Estaba en juego el prestigio habitual de las competencias internacionales, pero además una bolsa que hace atractiva la participación en el torneo y, además, ir avanzando de etapa.
Concacaf se preocupó de darle contenido económico a esta Copa Centromericana, con una serie de beneficios que incluye un bono de $80.000 por clasificarse a cuartos de final. Es decir, de entrada esa fue la pérdida de los morados por su inoperancia en la primera fase de este certamen.
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Además, Saprissa dejó ir la opción de disputar la Liga de Campeones de Concacaf el año próximo, pues ni siquiera le alcanzó para gatear hasta el repechaje que se disputará en Centroamérica.
Las eventuales pérdidas se pueden calcular tomando como supuestos todos los peldaños que dejaron de disputar: cuartos de final ($80.000), semifinales (otros $80.000) y una eventual final, que otorga $200.000 al campeón.

Además, hay una bonificación de $40.000 por ganar el grupo, que en este caso fue a dar al Motagua de Honduras. En total $400.000 si ganaban la final (₡202 millones). Sin contemplar ingresos por taquillas en los diferentes partidos.
Saprissa supo cómo echar a perder el boleto pese a tener seis puntos en sus primeros dos partidos. Por el contrario, Cartaginés empezó con solo uno en dos presentaciones, incluyendo la derrota en Tibás de la primera jornada.
Los brumosos aprovecharon que su tercer compromiso era ante el débil Verdes de Belice, que llegó al torneo a interpretar su papel de víctima en todos sus juegos menos en uno: contra Saprissa, en casa, perdieron 1-2 pero estuvieron cerca de dar la sopresa y empatar al final.
El color morado perdió peso en la escena internacional. Pero ya no hay que irse hasta los rincones más lejanos de la Concacaf, pues su último título en la Confederación es el cetro del 2005 que dio pase a un histórico Mundial de Clubes que cada vez se hace más remoto.
Ahora, además de perder hegemonía ante los clubes mexicanos y de la MLS, Saprissa ya no se da a respetar en Centroamérica.
Hace dos años quedó eliminado en la Cueva ante el Estelí de Nicaragua, tras perder en suelo pinolero. En el 2024, dobló la rodilla ante el Antigua de Guatemala, un club que ni siquiera es de los tradicionales del balompié chapín, como Municipal o Comunicaciones.
Para esta edición, Saprissa solo tenía que hacer los deberes en casa e imponerse al Motagua, pero no pudo pasar del infructuoso empate sin goles.
El propio entrenador Vladimir Quesada aceptó el peso de la evidencia: el equipo no ganó ningún título la campaña 2024-2025 y ya dejó ir la primer oportunidad en el nuevo año futbolero.
“Lamentablemente nos faltó claridad y poder hacer daño.Estamos con una deuda increíble y tenemos una sequía enorme en cuanto a títulos y logros importantes en Centroamérica", afirmó Quesada tras la eliminación, y después de asegurar que su equipo lo dio todo en la cancha.
El estratega suma dos partidos en esta nueva etapa al mando del banquillo tibaseño. Se estrenó con una goleada 4-0 ante Sporting, lo cual resultó un espejismo, pues se trata del equipo que va de último en el Torneo de Apertura. Después, contra un rival de mayores pergaminos, los morados se estrellaron y dejaron a su propia afición en medio de silbidos y abucheos.
El próximo reto será el clásico en el Ricardo Saprissa el próximo sábado a las 8 p. m. Es uno de esos partidos para ir pasando la página, aunque las heridas en Centroamérica se siguen haciendo grandes, porque el color morado dejó de asustar en la región.