
El 25 de marzo del 2023 debe ser una fecha para nunca olvidar en la Selección de Costa Rica. El partido ante Martinica por la Liga de Naciones tiene que ser un juego presente en la memoria del colectivo patrio. Lo realizado por el entrenador, Luis Fernando Suárez, merece ser recordado no solo por él, sino por otros timoneles.
Costa Rica ganó 2 a 1 y clasificó a la Copa Oro, también mantuvo vivas sus aspiraciones de estar en la etapa final del torneo, pero el resultado no puede borrar lo que fueron los 90 minutos para el combinado patrio.
La Selección Nacional no puede tomar este partido y decir prueba superada, porque en la aplicación no fue así; por ello este encuentro debe ser recordado por todos porque se hizo lo que nunca más se debe repetir. Casi todo fue malo, solo el resultado y un par de individualidades destacaron.
Señalar lo bueno es más rápido y sencillo, por lo que merecen ser mencionados Jossimar Alcócer y Suhander Zúñiga; ambos fueron los puntos diferenciales de un plantel que nunca se encontró y rozó el ridículo.
Ahora sí, viene lo malo. Desde la cabeza del plantel, el duelo inició mal. Luis Fernando Suárez decidió tomar un partido competitivo, por puntos y valioso para el cuadro patrio porque entrega posibilidad de jugar certámenes de prestigio como Copa Oro, Final Four y hasta Copa América, para experimentar con jugadores que hacen sus primeras armas en el plano internacional. Llenó la estelar de novedades y careció de la experiencia necesaria para el duelo.
En el banco se quedaron hombres que ya tienen un mundial como Patrick Sequeira, Brandon Aguilera, Roan Wilson, Jewison Bennette, Juan Pablo Vargas, Carlos Martínez, Youstin Salas, Keysher Fuller y Anthony Contreras; mientras en el campo aparecieron experimentos como Gerald Taylor, Kevin Chamorro, Alcócer, Zúñiga y Fabrizio Ramírez.
Esto pesó, porque por ejemplo Taylor se vio nervioso y Ramírez no pudo entrar en el ritmo de juego. Notoria fue la mala alineación de Suárez cuando él mismo tuvo que corregir para incluir a Carlos Martínez en vez del lateral derecho del Saprissa, en el entretiempo.
Ya en la aplicación la Selección se vio lenta, sin ideas y por 60 minutos sin ofensiva. El gol de Martinica (Mickel Biron, al 18) dejó en evidencia serias carencias defensivas, las cuales preocupan porque la faceta de zaga era la más destaca de este grupo en el anterior proceso.
Los adversarios con velocidad, pelotas a los espacios y habilidad demostraron que no hay una correcta cobertura de espacios, tampoco un dobleteo y una marca cercana (a presión) para evitar las acciones individuales. Y eso que los caribeños jugaron gran parte del encuentro con uno menos por expulsión de Mickael Biron al 35’, por un puñetazo a Óscar Duarte. .
En ofensiva, Joel Campbell y Alcócer lucharon solos contra el mundo hasta que Suárez empezó a mover el banquillo y aparecieron jugadores para acompañarlos como Anthony Contreras y Aarón Suárez.
La solución del plantel ante la carencia de ideas fue mandar a Kendall Waston de ‘9′ y enviar pelotazos al área. ¿Qué será del fútbol nacional cuando ya no esté Kendall? De hecho, el central fue protagonista de la segunda anotación ya que un remate de él pegó en el horizontal y en el rebote marcó Contreras.
Costa Rica sumó un triunfo con muchos apuros, pero sobre todo pena. El equipo tico estuvo a nada del ridículo, pero por la carencia de roce de Martinica logró salvar su imagen.
Ojalá que para la Selección y Suárez este partido no sea salvado por el resultado, porque definitivamente deberían verlo unas 100 veces para entender que es lo que nunca más deben hacer cuando defienden la camiseta Tricolor.