
En el Deportivo Saprissa, el trabajo mental ya no es un complemento, sino una parte esencial para lograr objetivos.
Así lo afirma el psicólogo del equipo, Pedro Bonilla, quien desde su rol dentro del conjunto tibaseño impulsa un enfoque integral para fortalecer no solo las piernas, sino también la mente de los jugadores.
Durante una conversación en el podcast “Dentro de la Cancha”, conducido por El Danny, Bonilla explicó que el trabajo psicológico en un club como Saprissa implica atender tanto el rendimiento deportivo como el equilibrio emocional de cada futbolista.
“El jugador de hoy tiene que aprender a gestionar la presión, la frustración y las expectativas. Si no maneja eso, el talento no alcanza”, expresó.
El psicólogo destacó que su labor no se limita al primer equipo, sino que también abarca las divisiones menores y el cuerpo técnico.
“Trabajamos con todos los niveles, porque lo mental no se entrena solo en la cancha. Se construye día a día con hábitos, con reflexión y con acompañamiento”, comentó.
Uno de los ejes centrales de su trabajo es la gestión de emociones en la competencia. Bonilla explicó que una de las principales causas del bajo rendimiento en deportistas profesionales no está en el aspecto físico, sino en el mental.
“Cuando un jugador falla un penal o comete un error, el verdadero desafío es cómo se recupera emocionalmente. Ahí está la diferencia entre un futbolista promedio y uno de élite”, explicó.
Además, destacó la importancia de crear un entorno de confianza dentro del camerino.
“El futbolista necesita sentirse escuchado. A veces no busca soluciones inmediatas, sino alguien que lo entienda sin juzgarlo. Ese es mi papel dentro del equipo”, señaló.
El Danny, conductor del espacio, le consultó cómo reacciona un jugador cuando se le habla de psicología.
Bonilla respondió que, aunque antes existía cierto estigma, hoy los deportistas son mucho más receptivos: “Antes se pensaba que ir al psicólogo era solo para quien tenía un problema. Ahora entienden que es una herramienta para rendir mejor. La mente también se entrena”.
El especialista también habló sobre la presión mediática que viven los jugadores de un club tan exigente como Saprissa.
“No es lo mismo jugar en Saprissa que en otro equipo. Aquí se exige ganar siempre, y eso puede pasar factura emocionalmente. Por eso trabajamos mucho el manejo de la crítica y de las redes sociales, para que el jugador no se derrumbe ante los comentarios”, explicó.
Asimismo, Bonilla recalcó que el bienestar psicológico tiene un impacto directo en la salud física.
“El estrés sostenido puede afectar el sueño, la alimentación y hasta las lesiones. Por eso es clave abordar al atleta como un ser integral, no como una máquina de rendimiento”, enfatizó.
El psicólogo -que también jugó fútbol profesional- cerró la entrevista con una reflexión sobre el futuro del deporte costarricense: “Si queremos crecer como país futbolero, tenemos que invertir en la mente del deportista. La diferencia entre ganar y perder muchas veces no está en los pies, sino en la cabeza”.
La labor de Bonilla refleja un cambio de paradigma en el fútbol costarricense: entender que la fortaleza mental no es un lujo, sino una necesidad competitiva.
Como él mismo resume: “E
n el fútbol, la mente pesa tanto como las piernas”.
Vea aquí la entrevista completa: