
A las puertas del Premundial en Guatemala, en mayo del 2021, el seleccionado de futsal Minor Cabalceta Chavarría no tenía claro cuál sería su futuro en el deporte que le había dado tantas alegrías. Era incierto qué haría después del torneo regional.
Minor le comentó a un compañero que, de no salirle una oferta fuera del país, posiblemente optaría por el retiro. Luego de una grave lesión que lo alejó casi cuatro meses del futsal, tras una gira con la Selección Nacional por Sudamérica, meditaba seriamente dejar el deporte y concentrarse en buscar un empleo estable.
En el pasado trabajó como mensajero y ejecutivo de ventas en empresas como el BAC y Correos de Costa Rica, cumpliendo incapacidades, mientras jugaba para San Miguel Futsal, Borussia Desamparados y Hatillo, donde incluso laboró por unos meses para el dueño del equipo, mientras se recuperaba de su lesión.
No obstante, el tricampeonato de la Selección Nacional en la Concacaf y su buena actuación en el Mundial de Futsal en Lituania le abrieron las puertas en el futsal de Polonia, donde hoy es figura y goleador del equipo ABF Bochnia.
Junto al también costarricense Milinton Tijerino, logró el título de ascenso a la primera categoría, con el ABF Bochnia, donde en su primera temporada en la máxima categoría anotó 18 goles y lideró la tabla de goleadores hasta faltando cinco fechas para el final, cuando una lesión en su hombro derecho lo sacó del campeonato.
Minor Cabalceta pasó del corre corre diario para ir a trabajar, estudiar y entrenar con la Selección Nacional de Futsal a ser un futbolista profesional en Polonia, donde vive junto a su novia y disfruta del deporte que lo apasiona.
“Fue un cambio de 180 grados en mi vida. Me levanto por las mañanas, voy al gimnasio y después a los entrenamientos. Dios me dio una oportunidad y la estoy aprovechando. Ser profesional era lo que siempre soñé. En Costa Rica se hace un gran esfuerzo, pero es muy difícil combinar estudios, trabajo y deporte; es por esa razón que hoy disfruto al máximo estar jugando en Polonia”, comentó Cabalceta.
El ariete costarricense confesó que el futsal de Polonia es muy físico y muy táctico, pero poco a poco logró adaptarse. Al principio fue más fácil con la ayuda de su compañero Milinton Tijerino, pero en la actual campaña Tijerino cambió de equipo.
“Hasta el momento sumo más de 60 goles en tres temporadas, entre primera y segunda división. Gané un título de ascenso y una copa regional. Hay equipos de España, Francia y Polonia que han preguntado por mi situación contractual, pero yo tengo contrato con el ABF Bochnia. Aquí me siento tranquilo y la verdad creo que estamos haciendo un buen trabajo para abrirle las puertas a más jugadores ticos en Europa”, dijo Cabalceta.

Vientos de guerra preocuparon a Minor
Sin embargo, cuando Minor estaba disfrutando la oportunidad de forjarse un futuro en el futsal de Polonia, el inicio del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, en febrero del 2022, casi frustra con su meta de ser legionario.
“Realmente fueron momentos de duda. La guerra estaba a unos 600 kilómetros de donde vivíamos, pero a Milinton y a mí nos daba temor de lo que pudiese suceder. Pensé que no podía ser posible que después de todo lo que habíamos pasado nos tuviéramos que devolver a Costa Rica por la guerra. Al final decidimos quedarnos, aunque nuestras familias estaban muy preocupadas”, comentó Cabalceta.
El oriundo de Desamparados recordó que todos los días escuchaba las noticias para saber qué estaba pasando, aunque en la ciudad de Bochnia todo estaba muy normal y eso los llenaba de tranquilidad.
“Creo que el momento que más nos llenó de tensión fue una vez que fuimos a jugar muy cerca de la frontera con Ucrania y en los trenes observamos la movilización de cientos de mujeres y niños que huían de la guerra. Estábamos impactados porque uno no se imagina esas cosas y se podía observar el miedo y la tristeza en esas personas que estaban siendo movilizadas”, recordó Cabalceta.
“En esa misma ocasión no pudimos jugar porque el gimnasio estaba recibiendo a los refugiados. Estaba lleno de personas que habían pasado la frontera para resguardarse. Además, se observó la movilización del ejército de Polonia. En ese momento nos preocupamos y no sabíamos qué iba a pasar. Por suerte, todo se fue estabilizando y nos quedamos y seguimos jugando el campeonato con normalidad”, añadió.
Minor Cabalceta aseguró que lo que más extraña son sus padres, Minor Cabalceta Ramírez y Katherine Chavarría, quienes siempre lo han apoyado y motivado a cumplir sus metas.
“Ellos saben lo importante que es para mí jugar en Polonia. En Costa Rica los equipos solo nos dan viáticos, pero no se vive del futsal. Hemos participado en mundiales y somos campeones de la Concacaf, pero no tenemos una liga profesional”, subrayó Cabalceta.
“Ojalá que el jugar aquí y tener una buena presentación pueda ayudar a más futbolistas a dar el paso y tener la oportunidad de vivir la experiencia que tenemos Milinton (Tijerino) y yo”, añadió Cabalceta.