
Parece una ironía, pero para nada lo es: a la mejor saltadora con pértiga de Costa Rica, Vielka Arias, lo que más se le dificulta entrenar son los saltos, no por capacidad sino por falta de condiciones. La atleta que posee el récord nacional mayor (3.10) ha mejorado su rendimiento de forma exponencial pese a las diversas adversidades. Rompió la marca sin siquiera tener pértiga propia, su equipo (Comité Cantonal de San José) carece de las colchonetas específicas de la disciplina y entrenar en el único lugar acondicionado del país es misión imposible.
Pero al contar esos obstáculos, la joven de 18 años parece decirlo como parte de una realidad con la que aprenden a vivir atletas nacionales. En lugar de lamentarse, optó por hacer una rifa y mandar a traer su propia pértiga, con la longitud (4.10 metros) idónea, de acuerdo a sus características físicas. Para ello debió reunir ₡300.000, más los costos de transporte (en Estados Unidos y Costa Rica) e impuestos.
Durante los pasados Juegos Deportivos Nacionales, Arias impuso marca del evento, de su categoría (U-20) y también en mayor. Primero hizo 2.90 metros y eso ya significaba récord para las tres categorías, pero después saltó en 3 metros y por último en 3.10; todo durante la misma competencia y bajo un plan establecido con su entrenador de saltos. No se trataba de ninguna sorpresa, porque la intención siempre fue esa y también acercarse a la marca centroamericana (3.51 m).
Meses antes había dado señales del rendimiento con que llegaría a las justas, gracias a sus 2.80 metros en una competencia abierta, dejando atrás el mejor registro de la división mayor (2.80). La futura estudiante de Veterinaria ve con felicidad y un poco de incredulidad el avance que ha tenido en casi tres años de practicar el salto con pértiga.
“Cuando empecé saltaba 1.70 y yo veía a las demás, que estaban muy por encima de mí, y decía: ‘no sé si seré capaz de eso’, pero siempre he competido con Rebeca Jara, que es la que me presta la pértiga y siempre la he admirado. Ella siempre fue mi motivación, si ella podía yo también y ahora entrenamos juntas, nos apoyamos. Es increíble la felicidad que siento al ver la mejoría desde la primera vez hasta ahorita”.
Vielka probó varias pruebas antes de encontrar sus tres estelares y en las que está enfocada en este momento, porque además del salto, practica 400 y 100 metros vallas, en las cuales también ganó medalla durante los Juegos, oro y plata, respectivamente. Pero también pasó los 2.000 obstáculos (campeona nacional U-14 y U-16 en 2017 y tercera centroamericana), 4x400, carreras de fondo, medio fondo y campo traviesa. Todo eso mientras estuvo en el equipo de Alajuelita, de donde es oriunda, y luego se sintió estancada, por lo tanto, decidió buscar nuevas oportunidades para pensar en el alto rendimiento.
Se pasó a San José y sus entrenadores le comentaron que tenía mucha resistencia y le recomendaron enfocarse en pruebas de velocidad largas o cortas; ahí empezó la historia con las vallas y la pértiga. Como mencionó Arias, primero le costó, pero ese sentimiento duró poco, porque apenas en su primera competencia obtuvo un tercer lugar e hizo marca para centroamericanos.
El tiempo le fue confirmando que está en las pruebas correctas. Ni el temor inicial de saltar con una pértiga de más de 3 metros o las dificultades para entrenar le han impedido convertirse en la mejor del país. Nunca ha podido hacer una práctica completa en el Estadio Nacional y normalmente asiste a Desamparados cuando necesita saltar, porque en ese comité sí hay colchonetas. Eso mientras su equipo espera por unas ofrecidas por el Icoder.
Una rifa, el aporte del hidratante nacional Thalagua Life, la consulta gratuita de una nutricionista, el apoyo de su mamá o el trabajo de fines de semana cuidando una adulta mayor. Arias se las ingenia para continuar cosechando éxitos y algún día recordar sus saltos favoritos, los de Yelena Isinbayeva, en el mismo escenario donde la rusa hizo historia: Juegos Olímpicos.
“Como toda atleta, tengo el sueño de un mundial o Juegos Olímpicos, poder llegar a eso, a Panamericanos, y realmente demostrar que a pesar de no tener todo se puede mejorar y ser grande”.
