La pasión por aprender a preparar y cocinar las mejores pizzas llevó a Iván Sala a pasar tres meses trabajando gratis en una pizzería en Nápoles, Italia, la tierra de sus padres.
Y es que al escuchar a Iván hablar y explicar los paso que llevan a una buena pizza, se nota el entusiasmo y el conocimiento que ha adquirido en los últimos tres años, lo cual le permitirá participar en el Mundial de Pizzero, del 12 al 14 de noviembre en Paestum, Nápoles, ciudad conocida como la cuna de la pizza.
Iván Sala alternó este año su uniforme negro, su casco personalizado y su motocicleta BMW, con la que conquistó su título nacional número 13 en la categoría SBK 1000 cc, en el Campeonato AMA SuperBike Castrol Actevo 2024, con el uniforme blanco de Antica Pizzería Napolitana, ubicada en el Hotel Luisiana en Santa Ana, donde se dedica a crear nuevas pizzas para su negocio.
De espíritu emprendedor, este italiano de 55 años, nacido en Milán, llegó a Costa Rica hace más de dos décadas y desde entonces ha incursionado en el negocio de las motocicletas como empresario y piloto, ganándose el respeto de sus competidores, sin dejar de lado la hotelería y la cocina, actividades que lo tienen a las puertas de una competencia internacional muy diferente.
“Este año vamos a participar en el campeonato Mundial de Pizzeros, donde compiten más de 5.000 pizzeros de todo el mundo, para saber quién hace la mejor pizza. Vamos a tratar de hacer la mejor pizza. Soy uno de los pocos pizzeros latinos que lleva su propia harina porque tengo un laboratorio químico donde se elabora”, explicó Sala.
Iván se emociona al hablar sobre la elaboración de su producto, casi tanto como su pasión por las motocicletas de alto cilindraje, que lo llevó a competir en dos fechas del Campeonato Mundial de Superbike en 2004, antes de decidir emprender una nueva aventura en Costa Rica, dejando atrás su negocio de motocicletas y su etapa como piloto.
“Siempre tuve un restaurante en Italia y, cuando vine al país, terminé mi hotel vendiendo platos de comida. Lo de las pizzas es más reciente, llevo apenas tres años, pero mi objetivo es hacer la mejor pizza artesanal posible. La intención es hacer la mejor pizza en solo 15 minutos. Espero posicionarme bien en el Mundial, como lo hago en la moto”, bromeó.
Iván Sala preparará su propia receta en el Mundial
En la cocina de Antica Pizzería Napolitana no podía faltar un retrato del futbolista Diego Armando Maradona, a quien consideran en Nápoles como el patrono de los pizzeros, pintado por la esposa de Iván Sala; además de motivar a Iván, quizás ayude, por qué no, en la prosperidad del negocio.
Allí, el piloto, junto con sus jóvenes ayudantes, se esmera en preparar los alimentos en el horno de leña, donde han perfeccionado la pizza que Iván presentará en el Mundial.
“Voy a presentar en el Campeonato Mundial una pizza que tenemos en el menú de Antica y a la que llamamos Ajo Negro. El ajo negro es una variante del ajo común, que nosotros hacemos en pasta y que se coloca sobre una base de ricotta, mozzarella. Se le agrega un embutido italiano con miel que se carameliza al hornearse. El resultado es una mezcla de sabores, un poco ácida y un poco dulce, que busca lograr la perfección y ofrecer una experiencia única al paladar”, agregó Sala.
Aunque las competencias en motocicleta y el arte de la cocina parecen ser actividades totalmente opuestas, para este italiano nacionalizado costarricense tienen muchas similitudes si se busca obtener un buen resultado y más aún ganar un campeonato.
“El motociclismo y la preparación de pizzas son dos actividades muy parecidas. En ambas se necesita mucho estudio, mucha técnica, una atención obsesiva a todos los detalles, y tratar de hacer todo a la perfección. Para ganar una carrera se necesita una moto perfecta, y para hacer una pizza se requiere una preparación perfecta con ingredientes premium para poder lograr algo increíble”, dijo Sala.
La oportunidad de lograr el primer lugar en el Campeonato Mundial de Pizzeros, en Nápoles, tiene como motivación el décimo tercer título nacional en motovelocidad obtenido el pasado domingo 3 de noviembre en el circuito de www.starcars.com, en Parque Viva.
“Ser campeón significa mucho porque no sé cuántos pilotos costarricenses en la motovelocidad tienen tantos títulos. Creo que soy el que tiene más. Obviamente, por mi edad (55 años), más adelante no podré ganar tanto, pero estoy tratando de aferrarme a lo que tengo, de ser perfecto en el manejo para poder seguir ganando. Seguiré corriendo mientras me divierta”, puntualizó Sala, mientras le pone ingredientes a una pizza que en unos minutos estará en el horno.
Al verlo y escucharlo, no cabe duda de que el principal ingrediente no aparece en el menú: la ilusión de lograr, cada vez, una pizza perfecta.