Mónaco es único. Por sus calles, su historia y su glamour. Pero en la pista, el GP volvió a ser lo de siempre: una procesión de coches caros, sin adelantamientos, con estrategias rozando el límite del reglamento y una carrera que dejó más titulares fuera del asfalto que dentro.
Lando Norris salió vivo de Santa Devota, bloqueó como un veterano, ejecutó la estrategia perfecta y cruzó primero la meta. Segunda victoria del año y la más especial de su carrera. Detrás, Charles Leclerc volvió a ser segundo en casa. Y Oscar Piastri, el líder del campeonato, firmó un podio más que sólido.

Lo de Racing Bulls rozó lo antideportivo. Lawson rodó a paso de tortuga para que Hadjar completara sus dos paradas sin perder posición. Y funcionó. Después, Williams copió el libreto: Sainz retuvo al grupo, Albon escapó, paró, volvió, y repitieron la jugada. Todo legal, todo molesto.
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Mercedes no lo soportó. Russell, en un ataque de desesperación, se saltó una curva para reventar la estrategia de Williams. Resultado: sanción clara y escándalo en redes. “Carrera de ajedrez”, decían algunos. Más bien, guerra psicológica con los monoplazas.
Alonso se queda sin motor, Sainz sin ritmo. Fernando Alonso estaba haciendo lo imposible: era quinto con una parada y mucho margen para defender puntos. Pero desde la vuelta 15, su Aston Martin rodaba sin la parte eléctrica del motor. El coche aguantó... hasta que no pudo más. Otro abandono doloroso para el asturiano, otro GP donde el esfuerzo queda sin recompensa.

Carlos Sainz también jugó su parte, aunque esta vez como actor secundario. Sin ritmo para más, entró al plan de tapón de Williams y rescató un punto. Poco, pero algo. Ganó Norris, perdió el espectáculo
Lando Norris hizo todo bien. Pero ni su talento ni la genialidad táctica maquillaron una realidad incómoda: Mónaco ya no da carreras, solo titulares. El trazado no permite competir, y ni las nuevas normas de la FIA evitaron el desfile con DRS cerrado.

Norris, Leclerc y Piastri firmaron el podio. Pero la pregunta queda en el aire: ¿cuánto más aguantará Mónaco sin cambios reales? Porque si el glamour ya no alcanza, el show está en peligro.
Con el Gran Premio de Mónaco ya en el retrovisor, el Mundial de Pilotos se aprieta en la cima: Oscar Piastri (McLaren) mantiene el liderato con 161 puntos, pero Lando Norris (McLaren), flamante ganador en las calles del Principado, lo sigue muy de cerca con 158. Max Verstappen (Red Bull) completa el podio provisional con 136 unidades, en un campeonato que promete emoción hasta el final.
En el apartado de constructores, McLaren domina con autoridad y suma ya 319 puntos, mientras que la pelea por el segundo lugar se vuelve encarnizada entre Mercedes (147), Red Bull (143) y Ferrari (142), separados apenas por un suspiro. La Fórmula 1 2025 está más viva que nunca.