Marcel Hernández llegó como fichaje estrella a Alajuelense en enero de 2021. Fue uno de esos tantos “bombazos” que los manudos acostumbran dar estos años a la hora de firmar jugadores, pero que no se traducen en títulos.
El cubano venía precedido de un rosario de goles con el Club Sport Cartaginés, equipo que lo trajo al país. Incluso, en aquel momento se informó que los manudos pagaron una cláusula de rescisión de $150.000, con tal de hacerse del isleño.
Sin embargo, la aventura de Marcel vestido de rojinegro duró poco y fue estéril. Apenas estuvo un par de torneos y vivió en primera persona esa sequía que tanto exaspera a los manudos.
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Finalmente, Marcel sí logró celebrar en el estadio Alejandro Morera Soto, solo que como visitante: contribuyó al cetro de Cartaginés en el Clausura 2022 que rompió una sequía de 81 años.
El año pasado Marcel lo hizo de nuevo: quedó campeón en el Morera Soto, esta vez con el Herediano. Solo que el partido no terminó en celebración, sino en una descomunal bronca entre integrantes de ambos clubes, de la cual el cubano también fue actor de primera línea. Hasta se ganó una suspensión de siete partidos, producto de la lluvia de golpes que iban y venían.
Ahora, Hernández le volvió a ganar un cetro a Alajuelense. “Increíble el grupo, la afición, hay que sufrir para después gozar. Este es un gran grupo, una familia y estamos haciendo historia”, afirmó sobre la gramilla del estadio Carlos Alvarado.
“Cuando hay que cerrar se cierra, cuando hay que imponerse, se impone. Si debo ser obrero voy a hacerlo, para eso me preparo”, añadió al referirse al hecho de que terminó el partido colaborando como defensa.