Alexandre Guimaraes no conoció la derrota en las 18 jornadas que dirigió a Liga Deportiva Alajuelense en el actual campeonato. Sin embargo, mantenerse invicto no fue suficiente para evitar la guillotina.
El cuadro rojinegro marcha en el tercer lugar del Torneo de Clausura 2025, con 34 puntos, a 2 de Puntarenas y 4 del líder Herediano.
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El problema es que, si bien no han perdido, el equipo de Guimaraes se llenó de empates: de sus 18 presentaciones, solo ganaron 8 y en las otras 10 dividieron puntos.
La afición se empezó a impacientar, porque el exceso de empates alejó al equipo de la posibilidad de ganar las dos vueltas. Incluso, el Saprissa, que en algún momento parecía lejano, ahora está a solo tres puntos de los manudos, con la posibilidad de darles alcance en el clásico del próximo lunes.
En casa, la Liga cosechó insípidos resultados, por ejemplo ante San Carlos, uno de los peores equipos del actual Clausura. Pero aunque los norteños parecían una víctima propicia en el papel, Alajuelense no pudo pasar de un pobre 0-0.
El golpe final llegó el miércoles anterior, con otro empate sin goles ante Sporting en el Morera Soto, que disparó la molestia de la gradería.
El “Fuera Guima” se empezó a escuchar muy fuerte. Consultado en la conferencia de prensa posterior, el técnico quiso ganar tiempo diciendo que su evaluación debería llegar al final del campeonato. Sin embargo, para ese momento ya el clamor de los aficionados estaba llegando hasta la junta directiva.
Guima se va también como bicampeón de la Copa Centroamericana, y hace menos de un mes, el 22 de marzo, obtuvo el título del Torneo de Copa de Unafut.
Pero todos esos trofeos fueron galardones menores para una afición obsesionada con la asfixiante sequía de la última década: tan solo un campeonato nacional de los últimos 22 disputados.
En ese período, Saprissa y Herediano se llenaron de cetros. Los rojiamarillos empataron en 30 títulos a la Liga y los morados hasta cosecharon un tetracampeonato. Y Cartaginés, con ocho décadas de caminar por el desierto, terminó dando la vuelta olímpica en el Morera Soto.
Guimaraes llegó en marzo de 2024 con el claro objetivo de revertir esa situación. Sin embargo, falló en el Clausura de ese año, tras caer en la final ante el Saprissa, incluyendo una paliza 3-0 en la Cueva en el duelo decisivo.
En diciembre del año pasado fue todavía peor: Alajuelense ganó la primera fase y tenía doble chance de obtener el título, pero perdió una semifinal y luego la final ante Herediano.
Tras caer en la primera de esas series, Guima dio su más memorable conferencia de prensa. En lugar de apegarse al libreto normal y reconocer la victoria del rival, cuestionó los recursos utilizados por Herediano para perder tiempo (como si nunca en la historia del fútbol hubiera ocurrido) y pretendió dictar una muy mal recibida cátedra sobre cómo mejorar el balompié nacional.
Al final el juego de palabras no lo salvó. En Liga Deportiva Alajuelense, el único juez es el Campeonato Nacional, y el actual torneo otra vez parece que se les aleja. Eso explica por qué un entrenador invicto, con títulos locales e internacionales en el bolsillo, se va por la puerta de atrás, un Jueves Santo y a cuatro días de disputar un clásico.