Costa Rica será sede de la Copa del Mundo 2031. El país es una de las tres naciones, además de México y Jamaica, que se unieron a Estados Unidos para anunciar su candidatura, que tiene total posibilidad de éxito pues no hay más aspirantes.
Sin embargo, el anuncio fue un primer paso y de momento hay más dudas que certezas sobre este histórico paso del deporte costarricense.
La Nación consultó a dos fuentes involucradas en el tema, las cuales aseguraron que todavía es temprano en cuanto a planeación, pero ya hay conversaciones preliminares sobre aspectos logísticos.
De entrada, Costa Rica podría contar en sus tierras con cuatro u ocho equipos, esto porque se habla de que el país tendría de uno a dos grupos, lo cual equivale de 6 a 12 partidos. Este mundial será el primero femenino que contará con 48 selecciones participantes.
Otro tema que genera mucho curiosidad es en qué estadios se jugarían los partidos. A hoy solo se maneja una opción: el INS Estadio, esto por su capacidad (35.000 personas) y las facilidades que exige FIFA, como zonas de esparcimiento para los aficionados. El reducto está en el Parque Metropolitano La Sabana.
Más allá de estos dos detalles, es poco lo que se sabe de la organización del certamen, ya que todavía falta mucho para que empiece: seis años.
Ahora la Federación Costarricense de Fútbol debe esperar a que se oficialice la designación, en abril próximo, cuando se celebre el congreso de FIFA. Luego de esto, las reuniones del Comité Organizador -que contará con personeros de los cuatro países- girarán las directrices por cumplir para cada sede.
Si se toma con referencia el Mundial Masculino de 2026, se puede tener noción de cómo se dividieron los partidos entre las sedes designadas: México, Estados Unidos y Canadá.
Estados Unidos tendrá un total de 84 juegos, mientras que México y Canadá solo contarán con 13 cotejos cada uno. Es obvio suponer que Costa Rica y Jamaica tendrán menos partidos que los dos norteamericanos.
Luego de la realización en 2027 de la Copa del Mundo Femenina de Brasil, la estafeta de organización pasará a manos de Estados Unidos, México, Jamaica y Costa Rica y ahí se comenzará a trabajar con el acelerador hasta el fondo porque comenzará la cuenta regresiva.
Un tema que no preocupa es la capacidad de San José, como ciudad, para ser la casa de varios equipos. Gracias a los mundiales menores que ya se hicieron en el país: Sub-17 en 2014 y Sub-20 en 2022, Costa Rica demostró que puede cumplir en este aspecto, desde el punto de vista de hotelería e infraestructura deportiva.
LEA MÁS: Jugadoras de Costa Rica ven como un sueño la Copa del Mundo 2031 en el país
Para aquellas ocasiones, los estadios Ricardo Saprissa y Alejandro Morera Soto fueron sedes (la casa alajuelense en los dos mundiales), pero además se sumaron como centros de entrenamiento. Ahora se cuenta con otra infraestructura que puede ser de gran ayuda como el CAR de Alajuelense o el Centro Beto Fernández del Saprissa.
“Esta es una gran noticia no solo para el fútbol femenino, sino para Costa Rica como país, el desarrollo que vamos a alcanzar a nivel turístico y económico es algo importante”, mencionó Osael Maroto, presidente de la FCRF, en declaraciones a su departamento de prensa.
El camino para Costa Rica apenas comienza rumbo a ser la casa del un evento deportivo que marcará su historia y que sin duda es el más importante reto que pueda tener el país como organizador. De momento, el primer paso es que en abril se complete el proceso de confirmación y luego se inicie la planeación.