
Darryl Araya, lateral derecho del Club Sport Herediano, aseguró que el empate conseguido en la ida de la Gran Final ante Alajuelense fue positivo, especialmente por haberse logrado como visitantes en el Estadio Nacional.
El defensor florense reconoció que fue un partido intenso y de alta exigencia física, pero resaltó la actitud del equipo para no ceder ante la presión del rival.
“Fue un partido duro, de dientes apretados, pero mostramos carácter. No nos arrugamos y eso es importante en este tipo de series”, destacó Araya.
Para el futbolista, la agresividad será clave en el duelo de vuelta, que se disputará este miércoles a las 8 p. m. en el estadio Carlos Alvarado de Santa Bárbara.
“Debemos ser fuertes, imponernos. La agresividad nos da cosas buenas cuando enfrentamos a rivales de este nivel”, enfatizó.
Araya también confesó que el camerino del Team quedó muy golpeado tras la goleada 4-0 sufrida ante Saprissa en la semifinal de ida, un resultado que los obligó a hacer una autocrítica profunda.
“Nos dijimos las cosas en la cara. El equipo que quiere ser campeón no puede ser goleado como lo fuimos nosotros. Después de ese partido, la actitud dejó de ser un tema negociable”, recordó.
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Sobre su desempeño en la Gran Final, Darryl expresó satisfacción, ya que pudo regresar tras una lesión que lo mantuvo fuera en tramos importantes del torneo.
“En lo personal me sentí muy bien, especialmente después de la lesión. Por dicha me alcanzó para estar en la final. Ahora queda dar el último paso en casa y cerrar bien la serie”, concluyó.
Durante el juego de ida, Araya tuvo un duelo constante con Isaac Badilla, la joven revelación de Alajuelense, en un enfrentamiento generacional que marcó uno de los puntos más llamativos del partido.