
Michael Barrantes, jugador que tuvo experiencia en la Primera División de nuestro país con equipos como Alajuelense y Limón, fue uno de los jugadores que denunció el presunto amaño de un partido del Municipal Turrialba, el cual se encuentra en fase de resolución.
Barrantes dio una entrevista al medio local 360 Deportivo, y aunque no dio detalles sobre lo sucedido -pues dijo que todavía se está dando la investigación- sí habló de las presiones que sufrió después de que en el club se enteraron que fue uno de los jugadores que decidió hablar.
"A mí me sacaron por no prestarme": Michael Barrantes rompe el silencio tras su salida del Municipal Turrialba." “A mí me sacaron por no prestarme”, lanza sin rodeos Michael Barrantes, conocido en las canchas como "Yepe" mientras revuelve con la mirada los recuerdos de su última etapa en el Municipal Turrialba. Su voz es pausada, pero carga la fuerza de quien sabe que dice una verdad incómoda. "Barrantes fue uno de los primeros en quedar al margen cuando el ambiente en el camerino empezó a cambiar drásticamente." A la par del portero Bryan Cordero, fue separado del equipo sin justificación clara, justo cuando los rumores de amaño de partidos ya rondaban en las gradas del Rafael Ángel Camacho. Sin entrar en detalles legales —el caso está bajo investigación—, el defensor sí señala lo que muchos han temido decir: Que en Turrialba, el rendimiento dejó de importar, y el silencio se convirtió en requisito. “Uno empieza a notar cosas: Decisiones tácticas sin sentido, actitudes sospechosas y cuando preguntas, nadie te da la cara”, cuenta. Barrantes asegura que no hubo ni una llamada, ni una explicación deportiva. “Lo mío no fue bajo rendimiento. Yo entrenaba, estaba comprometido. Pero no me quise prestar a situaciones que, desde mi ética profesional, no correspondían con lo que debe ser el fútbol.” La llegada del grupo mexicano, cambió por completo la dinámica del equipo. Lo que prometía ser un salto profesional, terminó siendo —para varios jugadores— un callejón sin salida. “Cuando aparecen inversionistas que no te hablan de objetivos deportivos, sino de 'otras cosas', uno sabe que el rumbo cambió”, dice sin detallar nombres. El caso de Michael Barrantes se suma al de Bryan Cordero. Ambos quedaron fuera sin justificación formal, ambos se apartaron de lo que otros —según fuentes internas— aceptaron sin chistar. Hoy, ambos jugadores guardan silencio ante las autoridades, pero hablan con claridad cuando se trata de ética y dignidad. > “No me arrepiento. Prefiero quedarme sin equipo a estar en uno donde el fútbol sea lo de menos”, remata Barrantes. Mientras tanto, en Turrialba el clima sigue enrarecido. Y cada voz que se atreve a hablar —como la de Barrett— se convierte en un eco incómodo para quienes aún se esconden en promesas de humo y contratos desechables. Su versión coincide con la de Cordero. Ambos sostienen que fueron separados por no prestarse a ‘ciertas dinámicas’ dentro del club. Lo más inquietante no es que dos jugadores hayan sido separados sin razones claras. Lo alarmante es el contraste con quienes sí permanecieron. “Yo no quiero acusar a nadie,” dice Barrantes, “pero no todos jugábamos el mismo torneo.” “A mí me dolió dejar al club, a la afición. Pero el fútbol no puede ser esto,” concluye Barrantes. “Yo sé lo que vi. Y eso no respondía al ideal de un proyecto deportivo serio.” Hoy, mientras el club navega en una de las peores crisis de su historia, dos de los pocos que se opusieron a lo que consideran “irregular” ya no están. Fueron removidos. Pero también son quienes ahora tienen algo más valioso que una ficha activa: La voz limpia y el derecho a contar su verdad. Foto con audio, haz clic para escuchar. Miércoles, 04 junio 2025. 360 Deportivo
Publicado por 360 Deportivo en Miércoles, 4 de junio de 2025
“A mí me sacaron del equipo por no prestarme. No me arrepiento. Prefiero quedarme sin equipo a estar en uno donde el fútbol sea lo de menos”, aseguró a 360 Deportivo.
Barrantes enfatizó en que no ha sido sencillo vivir con la situación.
“No ha sido fácil guardar silencio, mientras se dicen muchas cosas. Mientras me señalan, se especula y se juzga. Hay procesos en marcha que no me permiten hablar”, acotó.
El jugador sí confesó que él mismo terminó muy sorprendido por lo que vivió el camerino turrialbeño.
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La Nación dio a conocer el 16 de mayo que un informe de la Oficialía de Integridad de la FIFA en Costa Rica explicó que diez jugadores del Municipal Turrialba, equipo de la Liga de Ascenso, recibieron una convocatoria del club para presentarse a las 3 p. m. del 10 de febrero de 2025, en un sitio que la institución bautizó como su “nueva casa club”. Allí, los esperaban Rolando Pereira, presidente de la entidad y de nacionalidad costarricense; Ernesto de la Torre, dirigente, y Enrique Valencia, entrenador, estos dos últimos mexicanos e integrantes del grupo Futbol International Management, que un día antes anunció un convenio con el equipo.
De los diez futbolistas convocados, dos no asistieron. A los ocho presentes se les dividió en dos grupos. Entonces, entre los tres dirigentes les plantearon una sorpresiva propuesta: recibir cada uno $300 (unos ¢152.000), además de incentivos adicionales, a cambio de perder en circunstancias muy específicas el partido programado para las 7 p. m. de ese mismo día frente a Cariari. Esta grave denuncia fue confirmada por La Nación mediante cuatro fuentes verificadas. Además, el propio diario corroboró que la Oficialía de Integridad de la FIFA en Costa Rica ya elevó el informe de los hechos a la Comisión Disciplinaria de la Federación Costarricense de Fútbol, tras una investigación sustentada en testimonios, documentación y evidencia audiovisual.
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Aunque él no profundizó en detalles, Barrantes si dio a conocer su sentir:
“Hay cosas que uno nunca esperan vivir en el fútbol. Yo crecí creyendo que esto era pasión, entrega y respeto. Legalmente, solo quiero que la verdad salga y el que tenga que responder lo haga”, mencionó.
“Yo con lo que soy y lo que hice no tengo nada que esconder, pero también estoy cansado porque uno sufre en silencio, no sé si me entiende. Aunque no puedo decir nada, pero confío que el tiempo pondrá todo en su lugar”, finalizó.