
El Caribe de Costa Rica vive un momento complejo, con solo un equipo para proyectar su talento. Se trata de Cariari, de la Liga de Ascenso. Este plantel, además, está alejado del centro de Limón, ya que pertenece a Pococí.
Limón es cuna de grandes jugadores como Winston Parks, Reynaldo Parks, Roy Myers, Reyner Robinson, Kurt Bernard, los hermanos Kenny y Kevin Cunningham, Roy Smith, Esteban Alvarado, entre otros. Sin embargo, actualmente, los futbolistas que podrían comandar ese semillero tienen menos posibilidades de mostrarse.
Limón Black Star no tiene licencia para participar en la Liga de Ascenso, tampoco Santos de Guápiles en Primera División, por lo que las vitrinas para la provincia caribeña prácticamente se cerraron. En ambos casos, el Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol los excluyó, por no cumplir con los requisitos del balompié profesional y tras sendos procesos en los cuales los equipos tuvieron derecho a defenderse.
LEA MÁS: Fedefútbol envía dos equipos más a la Liga de Fútbol Aficionado de Costa Rica
Delberth Cameroon, exjugador de Limón FC y formador de talentos con una escuela de fútbol, explicó su preocupación ante lo que se ve en el horizonte deportivo.
“Lastimosamente, es una realidad que esto era lo que iba a pasar. Se nota que no quieren ayudar a los equipos del Caribe. Ahora, si no hay buenos patrocinadores, pues es el inicio de una muerte anunciada. Los equipos de la zona se solidifican con jugadores de acá mismo, pero sin organización nada se puede sostener”, profundizó.
Cameroon reveló que, ante esta situación, sí tiene una preocupación concreta.
“Sin equipos en Primera División y en Liga de Ascenso, va a costar que le llegue la oportunidad a los jugadores jóvenes de la zona. Mucho talento se va a perder, lastimosamente”, explicó.
“Yo calculo que los equipos de la Meseta Central, si acaso, tendrán cinco jugadores de la zona, pero ahora el talento quedará olvidado, como todo en la provincia de Limón”, agregó.
Rodolfo Martín, experimentado periodista caribeño, dio a conocer las consecuencias de esta situación desde su perspectiva.
“A mi manera de ver, es un golpe directo contra la niñez y la adolescencia limonense. Es fatal para el deporte limonense, porque se entorpece aún más la posibilidad de oportunidades para nuestros niños y jóvenes, quienes están urgidos de escenarios deportivos para que, a través de las herramientas deportivas, puedan salir adelante de un entorno muy complejo, donde hay mucha amenaza”, profundizó.
Martín acotó que el proceso de formación tendrá un vacío importante:
“Limón sigue siendo un hervidero del deporte. En el fútbol hay distintas escuelitas que funcionan en manos de gente muy calificada y con valores. Cito solo dos: la escuela de Kendall Wilson y la de Delberth Cameroon. Ahora, el problema es que se interrumpe el proceso de exposición y todo será mucho más difícil”, concluyó.