Para los árbitros del fútbol nacional sigue siendo una utopía dedicarse exclusivamente a esta actividad, aunque hay algunas excepciones.
Si deben recibir un salario fijo o continuar con las dietas por partido es un tema añejo en el país, pero tampoco es algo que se esté discutiendo en este momento, confirmó el coordinador de la dirección de arbitraje, Jeffrey Solís.
Con ese panorama, son pocos los réferis ticos con posibilidad de vivir 100% del arbitraje.
Dos de los casos son Juan Gabriel Calderón y Ricardo Montero, ambos árbitros internacionales.
“Ellos reciben nombramientos constantemente, es una gran ventaja que tienen, y reciben sus viáticos en dólares y por eso mencionan eso, pero a nivel local ese tema no se ha tocado”, explica Solís.
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Es decir, si fuera solo por los partidos dirigidos en la Primera División de Costa Rica, es prácticamente imposible. En eso coinciden los silbateros.
"Con buena participación a nivel nacional e internacional se puede vivir de esto, téngalo por seguro que con solo lo que se gana aquí no se podría vivir", mencionó Montero.
Montero, de 33 años, se ha convertido en uno de los árbitros más regulares del país. Él ha podido convertir esto en su fuente primaria de ingresos desde que empezó.
"Combiné el arbitraje con mis estudios, me gradué en la universidad, intenté buscar trabajo, pero es un poco difícil que le den oportunidad, o que un jefe le acepte que usted se vaya un mes, 22 días, que regrese y vuelva a salir. Al final de cuentas me dediqué meramente al arbitraje, que como mencionaba, tenía buenas oportunidades y gracias a Dios puedo disfrutar de eso".
Misma situación experimenta Juan Gabriel Calderón, quien posee gafete FIFA y no tiene ningún otro trabajo.
Él es oriundo de Pérez Zeledón y asegura que para asistir a partidos o entrenamientos, necesita invertir mucho tiempo, además de la preparación.
"Por ser árbitro internacional necesitamos una preparación física bastante fuerte, tratamos de ser lo más profesionales posible, aunque no tengamos un salario que nos respalde en esa parte", agregó.
En ese último aspecto, Ricardo Montero añadió que pasar a ganar con un salario es "algo administrativo de la Federación", y hasta ahora él ha sabido llevar su carrera con los pagos por partido.
Entre más asignaciones tengan, mejor será el flujo económico. Por eso ambos destacan la importancia de mostrar un buen rendimiento.
"Si uno quiere tener una buena calidad de vida, tiene que rendir, para poder vivir de esto, entre mejor rendimiento, mejores ingresos. Siempre la consigna es hacer un buen trabajo, para que me sigan tomando en cuenta", dijo Montero.
Lo compara incluso con los jugadores, al explicar que él también debe dedicar tiempo a su profesión, y entre más se especialice, habrá mayor mejoría.
Keylor Herrera es otro de los réferis dedicados por completo al arbitraje. Él también tiene gafete FIFA, pero no todos los que cuentan con esta característica pueden hacer lo mismo.
En este momento Costa Rica tiene 15 árbitros con gafete, siete centrales y ocho asistentes, pero la designaciones fuera del país no aparecen siempre ni para todos.
Por ejemplo, Juan Carlos Mora y Octavio Jara son internacionales, pero tienen trabajo aparte. Mora es psicólogo y labora en una empresa familiar, lo que le permite tener mayor flexibilidad al momento de solicitar permisos.
Por su parte, Jara trabaja en el Cosevi, en ocasiones recurre a las vacaciones o permisos sin goce de salario para cumplir con el arbitraje.
Árbitros centrales con gafete FIFA: Marianela Araya, Henry Bejarano, Juan Gabriel Calderón, Keylor Herrera, Ricardo Montero, Rebeca Mora y Benjamín Pineda.
Árbitros asistentes con gafete FIFA: Kindria Aguero, Nelly Alvarado, William Arrieta, Carlos Fernández, Octavio Jara, Juan Carlos Mora, Kimberly Moreira y Víctor Ramírez