Cuando el cubano Carlos Denilson Milanés llegó a Carmelita, el presidente del club, Édgar Artavia, vio a un muchacho con cualidades y grandes deseos de triunfar en el fútbol. Por eso estuvo de acuerdo en darle una oportunidad e incorporarlo a la plantilla.
Su fortaleza física, buen remate a marco y la decisión de ir al ataque fueron características que le gustaron al jerarca carmelo, y durante dos años lo mantuvo en el equipo que peleó el ascenso a la Primera División.
Sin embargo, en algunas conversaciones con Milanés, el dirigente verdolaga tuvo muy claro cuáles eran algunos de los objetivos del futbolista y por eso, de alguna manera, no le sorprendió la noticia de que desertó de la selección de Cuba durante la Copa Oro, junto a tres compañeros más.
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Denilson, tras el juego ante Guatemala del martes, abandonó el la concentración del equipo cubano junto a Roberney Caballero, Neisser Sandó y Jassael Herrera, antes de tomar el vuelo que llevaría al equipo de Miami a Houston, donde se enfrentarán a Guadalupe este sábado.
“Siempre pensé que lo iba a hacer (desertar) si se le presentaba la oportunidad. Él nunca me lo dijo, pero por conversaciones que tuvimos, yo tenía presente que era una posibilidad real. Incluso cuando lo llamaron a la selección, mientras pertenecía a Carmelita, yo le había dicho: ‘Cuidado y lo hace. Cuidado y se jala una torta’”, recordó Artavia.
El dirigente comentó que una vez vino a Costa Rica un equipo universitario estadounidense y lo vio muy entusiasmado porque le hablaron de una posibilidad de jugar con ellos en el futuro.
“Sinceramente no recuerdo el nombre de la universidad, pero las personas que venían en el equipo lo felicitaron por su nivel y, al ser joven, le hablaron de la posibilidad de integrarse y estudiar. Lo vi muy contento y fue entonces cuando entendí que si tenía la oportunidad, iba a marcharse a Estados Unidos”, manifestó Artavia.
“Es por eso que no me sorprendió para nada su decisión de dejar el equipo. Cuando escuché la noticia de que no viajó con su selección, sabía que era algo que él pudo pensar y, como dicen, le pusieron las cosas en bandeja y bueno, tomó esa decisión. No será la primera ni la última vez que pase”, añadió.
Una buena persona
Para Édgar Artavia, presidente de Carmelita, Milanés es un jugador que tiene muy buenas condiciones, como lo demostró durante los dos años que estuvo en la plantilla de Carmelita. Por eso, no le sorprendió que fuera convocado para representar a Cuba en la Copa Oro.
“Él se desempeña como volante ofensivo. Es fuerte y tiene muy buenos remates al arco. Vimos su potencial y decidimos quedarnos con él. Nuestra idea era que adquiriera madurez y explorar la posibilidad de prestarlo a un equipo de la Primera División o al extranjero”, comentó Artavia.
El presidente también destacó los aspectos en los que debía mejorar para rendir mejor en el campo de juego.
“Denilson es una buena persona y nunca tuvo problemas con sus compañeros. Sin embargo, creo que aún le falta madurar un poco porque es un poco temperamental. En ocasiones, fue expulsado por protestar más de la cuenta, pero considero que son cosas que podría mejorar. Este año nos dimos cuenta de que iba a firmar con Fútbol Consultants, y estábamos a la expectativa de saber qué iba a suceder”, agregó.
Por su parte, Mónica Malavassi, presidenta de Fútbol Consultants de la Liga de Ascenso, declaró a La Nación que estuvieron en conversaciones con Denilson Milanés, pero no concretaron un acuerdo.
“El muchacho estuvo entrenando con nosotros antes de irse a Cuba con la selección y lo presentamos como uno de nuestros refuerzos. Sin embargo, no lo inscribimos, ya que nos dimos cuenta de que podría haber un conflicto con Carmelita por los derechos de formación. Después de que la prensa informó que desertó, no hemos logrado comunicarnos con él”, manifestó Malavassi.