
Leonel Moreira aún no sabe lo que pasará con su futuro, pero la realidad es que tampoco se inquieta mucho por eso. Hace sus rutinas diarias, mientras que se encuentra en cuarentena en su casa junto a su esposa Yulieth Granados y sus hijos Santiago y Camila.
El guardameta llegó este semestre a Liga Deportiva Alajuelense en condición de préstamo y tiene contrato hasta diciembre del 2022 con el Pachuca de México.
¿Qué ocurrirá después? La respuesta es incierta y todo será cuestión de esperar.
Debido a la pandemia del nuevo coronavirus que vino a alterarlo todo y que tiene al fútbol varado, prácticamente es un hecho que a nivel mundial las transacciones en el balompié serán muy pocas y que habrá movimientos mínimos.
“Una de las metas es tratar de seguir disfrutando mi momento que estoy pasando ahorita con Alajuelense; con la Liga, la verdad que estoy muy feliz, estoy muy contento de haber llegado, de seguir luchando en el torneo para buscar objetivos claros que como jugador y como institución queremos y después, ver más allá, qué puede haber después de este torneo”, manifestó Moreira en una conversación que sostuvo con su colega Minor Álvarez, a través de la cuenta de Instagram de la agencia de porteros Falcons.
No oculta que le agradaría regresar al extranjero, pero que si eso no ocurre, se siente muy a gusto en donde está.
“Si se busca la opción de seguir jugando afuera es lo más importante para mí, tratar de seguir creciendo en lo deportivo y, si no, tratar de hablar con Alajuelense, qué podemos hacer para el futuro. Las opciones son las que mandan, la estabilidad es lo que uno busca para la familia y yo estoy muy agradecido con la afición de la Liga por el apoyo que me han dado”.
En su conversación con Álvarez, quien ahora forma porteros en Falcons Goalkeepers Agency, Moreira dijo que él se encuentra satisfecho con su carrera futbolística, pero que aún hay más retos.
“Uno tiene un balance bastante bueno de lo que ha hecho. Tuve la oportunidad de crecer acá, formarme, dar el salto, jugué internacionalmente, en México, en Bolivia, con un tipo de fútbol muy diferente y volver al país”.
También se siente muy privilegiado por desarrollarse en una carrera que cataloga como “una maravilla”.
“A uno le pagan por hacer lo que le gusta, pero tiene un peso muy grande, más en el campo de nosotros, que es el más crucificado de todos. En medio segundo somos buenísimos y en el otro medio segundo somos los más malos y lo malo es lo que sale en el resumen deportivo (ríe…). Y uno debe tener fortaleza mental para sobrellevar eso”.
Moreira contó que poco a poco se ha preparado para lo que venga después de su vida como futbolista.
“Tengo mi carrera, aproveché los ratos libres para sacarla, para luego entrar en la vida real y hacer las cosas, porque esto de jugar al fútbol es como un sueño. Estudié administración con énfasis en recursos humanos. Además, quiero terminar la carrera de entrenador de porteros y ser técnico”.
Paciencia y retos
Según Moreira, cuando se habla de que el fútbol es un proceso no se trata de ninguna frase cajonera.
“Lleva un largo camino y lo importante es que uno si está dispuesto a luchar por lo que uno quiere, aunque a veces haya piedras para tropezar, lo importante es sobreponerse; siempre hay dificultades para lograr las cosas y hay que tener esa mentalidad positiva y fuerte, para saber que si usted lucha por lo que quiere, lo va a lograr”.
Además, apuntó: “Esto no es de llegar, lo difícil es quedarse y tener un nombre y más si estás en un equipo grande, que lucha por cosas, que quiere ser campeón como nosotros”.
Por experiencia propia, cuenta que salir del fútbol tico y marcharse al mexicano es un cambio radical.
“El fútbol de México todo el mundo lo conoce, el nivel que tiene, que conlleva, son muchas cosas, muchos puntos que hacen que sea importante el paso de aquí a México y la verdad que lo valoro y lo valoré, me entregué al máximo el tiempo que estuve, no se pudo hacer lo que uno quería, pero la oportunidad está y todavía tengo contrato”.
Sobre su paso por el balompié de Bolivia indicó: “Es otro fútbol totalmente diferente, jugar en la altura cuesta. Lo importante es que en cada lugar donde uno ha estado, llenar el saco y sacar las cosas buenas, los momentos lindos, vividos en cada país, que fueron muchos y la verdad que todo eso lo ayuda a uno a crecer y mejorar futbolísticamente”.
Moreira dice que hay temas que son mitos, más entre quienes custodian el arco, como el biotipo del guardameta que se busca en Europa.
“A mí me pasó, dicen que es 1.95 metros para arriba y yo lo que mido es 1.80 metros, no soy ni tan pequeño ni tan grande, estoy en el medio de esa estatura, pero todo está en la mente”, afirmó.
“Si usted se cree capaz y quiere lograr sus objetivos, lo puede hacer, jugar donde usted quiera, lo va a hacer, sin dejarse menospreciar por lo que digan los demás. Uno tiene que luchar y sudar la gota gorda para lograr los objetivos y dejar esos mitos de la estatura. Está bien, no soy el portero de 1.90 metros que todo el mundo quiere, pero tengo otras cualidades y otras cosas que tal vez el portero de esa estatura no tenga”, añadió.
Dura prueba
En su carrera, Moreira tuvo que hacerle frente a una prueba muy dura, pues estuvo en toda la eliminatoria hacia Brasil 2014 y Jorge Luis Pinto decidió no llevarlo finalmente a esa Copa del Mundo, luego de que César Eduardo Méndez optó por alternar los arqueros en Herediano.
“Eso es el fútbol, el fútbol es así, de esos golpes uno aprende. Mi esposa que es un pilar muy grande para mí me ayudó mucho porque fue muy difícil pasar ese momento de la última parte del torneo, llegar y que me sentaran así, por qué no sé, no entiendo y al día de hoy no entiendo el porqué, pero como yo tengo mi confianza siempre puesta en Dios, me quitó una cosa, pero me dio muchísimas más”, citó.
Cuatro años después, Moreira acudió al Mundial de Rusia y en ese proceso también fue a toda la eliminatoria.
“No pude jugar porque sabemos que el portero que está adelante es de gran proyección (Keylor Navas) y lo importante es que no me quedé estancado ahí, sino que luché por ese sueño del Mundial”.
Moreira le envió un mensaje a esos talentos que se forman en la Agencia Falcons: “Sigan adelante, luchen, hagan caso, porque así es como los porteros aprendemos, haciendo caso, cometiendo errores y tratando de minimizarlos. Y a todos les pido que nos quedemos en casita, porque así es como pronto superaremos esta emergencia nacional”.