Justo cuando Marcel Hernández pensaba que lo peor había pasado para él y que finalmente regresaría a las canchas, recibió otra bofetada, que en esta ocasión sí lo hizo tambalearse y llenarse de frustración. El cubano estará entre dos y tres semanas fuera, y justo en medio de la crisis del Cartaginés, no le queda más que apoyar desde las gradas, algo inusual para él.
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Hasta cuesta creer lo que vive el cubano en el Torneo de Apertura 2022: apenas tiene un gol, solo ha disputado cuatro partidos de ocho posibles en el certamen local (recibió castigo de cuatro juegos por expulsión) y el jueves anterior se lesionó ante el Real España, en la Liga Concacaf.
Los exámenes confirmaron lo que más temía Marcel y es que la dolencia que presenta es de cuidado y tendrá que ir con calma para sanar de un desgarro de dos centímetros en su gemelo derecho (pantorrilla derecha). Esta noticia hace que los brumosos se queden sin su goleador por al menos tres choques más o incluso cuatro (Pérez Zeledón, San Carlos, Herediano y Guadalupe FC).
“Tuve un desgarro en el gemelo; en el gastrocnemio y desde el sábado empezamos con la recuperación para intentar minimizar el tiempo en el que estaré fuera. Es un desgarro de dos centímetros en una zona un poco complicada, pero intentaré ponerme a tono lo más pronto posible. Pueden ser dos semanas, pero intentaré que sea antes... Me apresuraría mucho al decir si estaré de regreso en 15 o 20 días. Es una zona bien complicada y donde está la lesión más, pero sé que todo va a ir bien”, contó el jugador.
El isleño se ha caracterizado por ser muy regular y es muy extraño no verlo en la alineación titular. Es más, desde que llegó a Costa Rica ha disputado 168 compromisos, 154 de ellos como estelar. Incluso, si se divide esta cantidad total de choques entre los cuatro años que tiene en el país, el “9″ venía con un promedio de 42 encuentros por año y acumula 96 anotaciones.
No obstante, nada le sale a Marcel en el presente y en el momento más complejo para el campeón, tras quedar fuera de Concacaf y estar en el penúltimo lugar del grupo B (a ocho puntos del segundo), al ariete le es imposible dar una mano. Justo esto es lo que doblega al futbolista y lo hace sentirse como nunca antes.
“Es duro lo que me pasa, algo diferente y complicado. Me gustaría hacer mucho, pero por lo que ha sucedido no he podido colaborar. Por una u otra razón no he podido tener constancia y acumular minutos como siempre lo hago. Desde que llegué acá he jugado un gran volumen de minutos, hasta podría decir que soy de los que más minutos juega en el campeonato nacional. Hoy me topo con esto y no he podido sumarle al grupo lo que sé que puedo aportarle y más cuando se está en un momento complicado”, agregó el atacante.
Eso sí, el propio Marcel reveló que él es el único culpable de lo que le ocurrió, ya que no hizo caso cuando le recomendaron parar por el desgaste mental y físico que acarreaba.
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El delantero confesó que venía desgastado desde hace mucho, sin embargo, la solución que buscó fue entrenar más y en ningún momento valoró parar como le indicaron. Al final, tuvo lo que considera una lección y firmará una campaña atípica, en la que de seguro no estará en la lista de mejores romperredes, como estaba acostumbrado.
“Me alberga una impotencia inmensa porque no hice caso en un momento determinado. Los profesores me dijeron que necesitaba un descanso, porque la parte mental también me afecta. Me gusta mucho entrenar y estar a tono, pero por esto podía llegar una sobrecarga y fue lo que se dio por no entender lo que me dijeron. En los cuatro años que he estado en Costa Rica no he tenido descanso, he jugado casi que el 98% de los partidos y con casi que todos los minutos. Al final, todo tiene pros y contras y a lo mejor me faltó saber escuchar”, finalizó.
Mientras Hernández se recupera, el Cartaginés deberá encontrar soluciones en un ataque que no responde y pese a contar con Marco Ureña y Jeikel Venegas, no carbura.