Particularmente, prefiero el balance. Ni excesivos halagos hacia los clubes, ni ‘crisis’ poco fundamentadas. Quizás, la norma de mis columnas sea argumentar los aspectos que considero determinantes sobre un tema, un personaje o un hecho puntual y que, a partir de ahí, el aficionado saque sus propias conclusiones.
Por esta razón me es tan difícil analizar el semestre de Vladimir Quesada, que a pesar de ser un técnico equilibrado en el discurso, la realidad es que evidencia contrastes algo radicales, especialmente en los resultados y en la forma de afrontar los juegos.
El contraste es tan marcado que voy a puntualizar en dos hechos antagónicos, pero igual de importantes; el primero positivo y el segundo negativo.
El positivo: El equipo es líder a pesar de que, en algún momento, llegó a acumular hasta 13 bajas por lesión. Con ausencias como las de David Guzmán y Mariano Torres (aún lesionados y figuras del club) y otras como las de Fidel Escobar y Kendall Waston, el equipo se sostuvo y persiguió a Alajuelense hasta arrebatarle el liderato.
Definitivamente, Quesada tiene un gran mérito grande. Potenció a futbolistas de los que se esperaba poco y colaboró en el crecimiento del desempeño individual de otros.
Por ejemplo, reaparecieron las mejores versiones de Ariel Rodríguez, Javon East y Ulises Segura.
Por momentos, el equipo no fue vistoso y priorizó el juego a la contra, una faceta poco natural en el Saprissa, acostumbrado a llevar el peso de los juegos.
Sin embargo, sacó los resultados y hoy es líder, aún cuando la Liga y Herediano se reforzaron ‘hasta los dientes’ y, desde mi perspectiva, tienen más recursos individuales.
El negativo: En este certamen, Saprissa perdió frente a Herediano (1-2), Alajuelense (2-1) y Real Estelí (1-0), probablemente los tres escollos más complicados de la campaña.
Aun cuando no percibo la derrota en Estelí como una “vergüenza nacional”, sí me parece que fue vergonzoso el desempeño de Saprissa, el planeamiento del juego, pero especialmente la escasa respuesta de Vladimir en el banquillo.
Es imperdonable que un técnico con tanta experiencia tenga de frente a sus jugadores y no haga una sola modificación en 45 minutos, a pesar del dominio intenso del rival.
En este caso el equipo pinolero jugó muy bien y leyó a la perfección la propuesta morada, pero también es cierto que la ‘S’ no tuvo respuesta, perdió la mayoría duelos ofensivos y defensivos y culminó la batalla tirando pelotazos al área contraria.
La respuesta tampoco se produjo en el primer tiempo frente a Alajuelense, de control manudo durante la mayor parte de la inicial.
Al final, los títulos dictarán sentencia. Por ahora, me parece que la derrota frente a Estelí y los otros grandes de Costa Rica son insuficientes para que se ‘desestabilice’ el banco.
Por el contrario, me parece que la ‘balanza’ se inclina a favor de Quesada, pues sigue con vida en los tres torneos en disputa y, por lo visto, peleará la cima del torneo nacional hasta la última jornada.