Peor no pudo terminar el campeonato más irregular y malo en la historia del futbol local. Empezando porque lo ganó el que anotó el último gol de la mejenga, como lo definió Cristian Bolaños
Pero eso no es lo más preocupante, pues ya en el pasado otros metieron el trofeo a sus vitrinas gracias al formato y no al nivel exhibido. A nadie le interesa corregirlo porque creen que las muertes súbitas son sinónimo de audiencia televisiva, aunque en las otras 22 fechas todos han bostezado en partidos jugados a ritmo “tortuguesco”.
La UNAFUT, una vez más, ha demostrado que no tiene la capacidad ni la independencia para gestionar un torneo donde prime la calidad, se respete el juego limpio y que además proteja la integridad física de los involucrados.
No es posible que un campeonato, en medio de la pandemia que ha cobrado tantas vidas, termine con la irresponsabilidad cometida en el Coyeya Fonseca. Una final implica festejo, abrazos, jolgorio en el camerino, tumulto para las fotos y un montón de cosas más que todos sabemos.
No bastaba con el alcohol o medidor de temperatura en el estadio. Increíblemente, ni la UNAFUT lo exigió ni al parecer los equipos involucrados aplicaron las pruebas-Covid 19. Los resultados están a la vista y, ojalá, las consecuencias finales no sean más lamentables.
Los personeros de UNAFUT estuvieron protestando hace poco tiempo por las restricciones a los entrenamientos impuestas a varios equipos, emplazaron a la Ministra y, por si fuera poco, hasta impulsaban una campaña para que los aficionados regresen a los estadios.
Paradójicamente, casi que como una ofrenda a la Ministra para que no detuviera el torneo, puso a los capitanes de los equipos a leer excitativas con el fin de que los aficionados respetaran las medidas sanitarias y permanecieran en sus casas.
Pero incumplió con su deber ineludible de exigir las pruebas en la noche de los festejos. Al menos dos protagonistas participaron en cancha infectados ( el virus no se manifiesta de un día a otro). Ya la Selección pagó por eso. Si hay otros contagiados tal vez nunca lo sabremos.
Volviendo a lo deportivo, el remedo de campeonato organizado por los presidentes da pie a otra pantomima, como la que organizó Fuerza Herediana, amenazando con abogados suizos si suspendían a sus personeros por el tema Grecia. Ahora son letrados españoles quienes vendrán a demostrar que el torneo es nulo y así salvar al pobrecito de Limón, que estuvo de acuerdo con la forma de jugarlo, pero ahora lo califica de injusto.
Me imagino que bajo la mesa ya se cuecen pactos para que el futuro torneo tenga a los limonenses y así, “todos unidos por el bien de Costa Rica”, eviten una sanción de FIFA. Peor final imposible.